Sicaria de 20 años se enfrentó a tiros con la Policía: la jovencita es señalada de asesinar a un hombre y dejar otro herido en un atentado en Barranquilla

Además de la víctima, en medio del cruce de disparos que se presentó entre los delincuentes y las autoridades en el barrio Las Nieves, una persona resultó herida tras recibir un impacto en uno de sus tobillos

La mujer llegó a cometer el crimen a bala, acompañada de su cómplice en una motocicleta - crédito archivo Colprensa y Noti Barranquilla/Facebook

La situación de inseguridad como resultado de los casos de muertes en hechos violentos tienen en máxima alerta a las autoridades en Barranquilla, debido a que la tarde del lunes 16 de septiembre de 2024 volvieron a escucharse disparos.

En esta ocasión, el ataque, perpetrado por dos sicarios en una motocicleta, dejó a una persona muerta y a otra herida, quien fue impactada por una bala en medio del intercambio de disparos que se registró entre los sicarios y los uniformados que llegaron hasta los límites entre los barrios Las Nieves y Santa Elena, y que finalmente terminó con la captura de los dos delincuentes.

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Al momento de abordar a los dos maleantes, los agentes descubrieron que la persona que haló del gatillo para acabar con la vida de Miguel Ángel Barrera Orozco resultó ser una mujer de 20 años y de nacionalidad extranjera, a quien las autoridades identificaron como S. M. Lujano Risco.

En medio de la reacción de las autoridades se conoció que el hombre (un ciudadano barranquillero de 25 años que figura en los reportes de la Policía como E. E. Correras Barros, de profesión barbero), el cual manejaba la motocicleta en la que Lujano Risco, llegó a disparar y también fue aprehendido, informó El Heraldo.

La oportuna reacción de las autoridades permitió dar con la captura de los sicarios, no sin antes enfrentarse a bala con los dos detenidos, esto produjo que un hombre de 44 años recibiera un impacto en medio del cruce de disparos - crédito Notimequejo/Facebook

Según el mismo medio, los patrulleros que acudieron a esta zona, situada en el suroriente de Barranquilla, tuvieron que envolver las manos de Lujano Risco en bolsas de papel con cinta adhesiva, con el objetivo de no perder los rastros de pólvora que quedan en una persona luego de disparar un arma de fuego.

De esta forma, el mismo lunes, la mujer fue presentada por la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) ante la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía General de la Nación para que responda por el homicidio de Barrera Orozco.

Tras la aprehensión de ambos delincuentes, en medio de la requisa que se les realizó, se halló una pistola marca CZ 75, de fabricación checa y calibre 9 milímetros, en poder de la mujer, mientras que su cómplice fue herido por las autoridades.

“En una rápida reacción, la patrulla de vigilancia interceptó a los sospechosos, quienes atacaron con disparos a los uniformados. Estos tuvieron que responder con sus armas de dotación, lesionando a uno de los presuntos delincuentes (quien manejaba la motocicleta)”, aseguró la Mebar en un comunicado.

Asimismo, se confirmó que el segundo detenido, quien fue herido, tenía cuatro anotaciones judiciales al momento de revisar sus antecedentes: una por homicidio, una por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, y dos por hurto.

Se espera que con el avance de las pesquisas se pueda establecer si Lujano Risco tendría relación con otros casos recientes de homicidios presentados en Barranquilla durante lo corrido de 2024. Los dos detenidos quedaron en poder de la Fiscalía, que adelanta el proceso para presentarlos ante un juez y definir su situación.

Los asesinos de Miguel Ángel Barrera Orozco tendran que responder por los delitos de homicidio, en concurso con homicidio en grado de tentativa, y fabricación de porte de arma de fuego y municiones - crédito Facebook

La tasa de homicidios en Barranquilla y su área metropolitana se disparó en 2024

En el primer semestre de 2024, Barranquilla ha registrado un aumento del 16% en homicidios, mientras que en el departamento del Atlántico se observó un incremento aún más alarmante del 89% en estos delitos, según el Observatorio de Seguridad Ciudadana a través del informe titulado El homicidio como indicador de competitividad criminal.

Una de las causas a las cuales se debería este disparo en las estadísticas tendría relación con la intensificación de las disputas entre organizaciones criminales por el control territorial. De igual forma, el Observatorio detalló que gran parte de estos homicidios intencionales están vinculados a acciones de avasallamiento entre grupos criminales que aún no han logrado consolidar su control sobre el territorio.

Como resultado de este fenómeno, la percepción de seguridad ciudadana se ha debilitado y por ende demanda una respuesta institucional urgente y coordinada para enfrentar las causas subyacentes de esta problemática que, día a día, sigue cobrando vidas en Barranquilla y su área metropolitana.

Según los valores que arrojó el informe, la tasa de homicidios en Barranquilla ha alcanzado los 16,2 casos por cada 100.000 habitantes, el nivel más alto desde 2016. Frente a este panorama que preocupa de sobremanera, el profesor Janiel Melamed, líder del Observatorio y docente del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, advirtió que la dinámica de homicidios intencionales y extorsión indica una consolidación de la problemática de seguridad en la región.

Los únicos delitos que han presentado disminución en los casos durante 2024 son el hurto a personas, automotores y motocicletas - crédito Universidad del Norte

Entre las causas del aumento de la violencia, el documento destaca la intolerancia, la extorsión, el robo de tierras y el hurto, todas modalidades de expresión criminal que han proliferado en el área. Este contexto de creciente criminalidad ha generado un escenario donde las disputas territoriales entre grupos delictivos se vuelven cada vez más violentas y visibles.

Dicho informe también subraya la necesidad de fortalecer la respuesta institucional para mitigar la crisis. Dentro de este punto, propone la implementación de estrategias conjuntas entre las fuerzas de seguridad y las autoridades gubernamentales para recuperar la confianza de la ciudadanía y garantizar la gobernabilidad en las zonas afectadas.

Sumado a esto, los académicos consideran que el abordaje de la problemática debe ser integral, atacar tanto los síntomas como las raíces de la violencia. Dentro de esto se debe incluir la mejora de políticas de prevención, la coordinación interinstitucional y el fortalecimiento de las capacidades operativas de las autoridades locales.