Una especie de renacer en su carrera futbolística vive el volante James Rodríguez, que a sus 33 años atraviesa por un inmejorable momento con la selección Colombia, a la que condujo a la gran final de la Copa América 2024, que se llevó a cabo en los Estados Unidos, y en las eliminatorias mundialistas fue el autor del tanto del triunfo frente a Argentina, el martes 10 de septiembre en el estadio Metropolitano.
El nivel con la Tricolor lo llevó de nuevo al balompié europeo, pues fue contratado por el Rayo Vallecano para la temporada 2024-2025, con el principal reto de meterse en puestos de competiciones europeas. Luego de una década de su debut en LaLiga, el mediocampista de 33 años está dispuesto a ganarse de nuevo el cariño de los aficionados en suelo ibérico, que aún recuerdan su época dorada en Real Madrid.
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Las críticas por su irregularidad parecen ser asunto superado, como también su corta y polémica etapa en Sao Paulo de Brasil: club en el que no cumplió las expectativas generadas por la dirigencia y terminó siendo borrado por el joven entrenador argentino Luis Zubeldía.
Pero no todo es “color de rosa” para el ídolo, que nació en Cúcuta, se crio en Ibagué y explotó para el fútbol profesional en Envigado, antes de dar el salto a Argentina; y de allí, al Viejo Continente, en donde también vistió las camisetas del Bayern Múnich de Alemania, Mónaco de la Liga de Francia, y clubes como Everton de Inglaterra, Porto F.C. de Portugal y Olympiacos de Grecia; en una extensa trayectoria.
Se conoció cómo en redes sociales el futbolista está siendo víctima de un caso de suplantación de identidad, pues una de sus apariciones ante los medios, justo cuando hacía parte del club inglés, fue empleada para promocionar inversiones en plataformas de trading, que al parecer no contarían con el aval de las autoridades financieras. Así se puede apreciar en uno de los videos que circulan en Facebook.
James Rodríguez y la suplantación de su identidad con la que engañan incautos
“Si tienes 215.000 puedes hacerte rico”, se escucha, supuestamente, de la voz de James Rodríguez, en una manipulación con inteligencia artificial que, además de simular su voz, también hace que concuerde el movimiento de sus labios. En la publicidad, se ve cómo el supuesto jugador promociona un programa de inversión con una presunta experta: una mujer denominada Allison Castillo, de la que poco se sabe.
Según el objetivo de esta inversión, lo que buscaría es “ayudar a todos los colombianos que quieren triunfar en la vida” y, con ello, alcanzar un nuevo nivel de vida. De hecho, dicen cómo los interesados, que más bien serían incautos, pueden escribir a la cuenta en mención de la supuesta inversora para obtener los beneficios del suculento plan con el que podrían mejorar sus condiciones económicas.
Este tipo de montajes, en especial con jugadores de la selección Colombia, se han vuelto frecuentes. En el pasado, el delantero Luis Díaz, del registro del Liverpool, fue blanco de estas suplantaciones con las que estarían recibiendo jugosas cifras de dinero a cambio de promesas que, por lo visto, no se harían realidad; pues ni siquiera los creadores de estos anuncios no tenían permiso para usar su imagen.
Hasta el momento, la publicidad sigue circulando en las redes sociales sin ningún tipo de control, pese a que se anuncia cómo los inversores pueden comprar bienes raíces y vehículos de forma rápida, pues sus capitales se verían milagrosamente multiplicados al ingresar a estas plataformas. Redes multinivel que siguen escapando de la vigilancia de la superintendencia de Industria y Comercio (SIC).