El testimonio del oficial de Policía Alfonso Quinchanegua, que contó ante la Fiscalía General de la Nación cómo se ordenaron las interceptaciones ilegales a Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, hoy directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), en una orden que, según indicó, provino desde la Casa de Nariño, causó una dura reacción en las redes sociales.
Una de ellas fue la de la excandidata presidencial y directora del partido Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt, que en su perfil de X arremetió contra el Gobierno de Gustavo Petro. Y recordó al fallecido coronel de la Policía Nacional Óscar Dávila, que decidió quitarse la vida -de acuerdo con el reporte de Medicina Legal y la Fiscalía General de la Nación- el 9 de junio de 2023, tras verse salpicado en el caso.
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Según Betancourt, a Dávila lo asesinaron, pues es lo que se puede interpretar de una de sus afirmaciones, “suicidaron”, que menciona en su publicación. Y apuntó hacia el primer mandatario, haciendo incluso un paralelo de lo que sería el “modus operandi” con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro; en un caso que inició con el reporte de un robo de un maletín con 7.000 dólares, y terminó en tragedia.
“Revelaciones de un crimen anunciado: la orden de sindicar a la niñera de Laura Sarabia de narcoterrorismo vino de presidencia. Luego suicidaron al Coronel Dávila. Está diciéndonos Petro como Maduro: Aquí me quedo, a las buenas o a las malas”, comentó Betancourt, al compartir el reporte de Noticias Caracol: medio que publicó lo dicho por Quichanuega sobre esta operación.
¿Qué dijo el oficial de la Policía de las “chuzadas” a Marelbys Meza?
En el interrogatorio con la fiscal Cindy Hernández, Quinchanuega contó que recibieron la orden de “chuzar” a Meza y también a Fabiola Perea, que oficiaba como empleada de servicios generales de Sarabia, en una serie de reuniones que se efectuaron en el piso 13 del edificio de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian); justamente un edificio que queda cerca al palacio presidencial.
En estos encuentros, de los que hizo parte el coronel Dávila, el oficial de más alto rango de la institución presente, de acuerdo a su versión, se acordó incluir a las dos mujeres en una línea de investigación sobre el Clan del Golfo, para hacerlas pasar como integrantes del círculo de Siopas: uno de los comandantes de esta organización en el corregimiento de Tagachí, Chocó, y así obtener el aval de un juez.
Según precisó en el diálogo, el mayor Duván Muñoz, otro de los implicados en este escándalo, fue incisivo en reseñar en que se debía hacer, a como diera lugar, esa operación; pese a que se negó a este propósito en primer lugar. “Porque, lo que le manifiesto, doctora, la orden era de Presidencia, o el caso era de Presidencia”, confesó el uniformado, que al final accedió por temor a represalias.
En consecuencia, agregó, que en la oficina del mencionado edificio, en el momento en el que se elaboraba el informe que implicaba a las mujeres con el grupo criminal, insistió a Muñoz en sus temores de participar de esas interceptaciones. “Me dijo que ‘dejara el miedo’, que necesitaba que tramitáramos eso porque si no íbamos a tener consecuencias”, refirió el oficial.
Es válido destacar que Quinchanegua es uno de los oficiales de la Policía que estableció un preacuerdo con la Fiscalía, a cambio de información revelante sobre este suceso, que aún tiene bajo indagación a Sarabia, y generó una serie de condenas a miembros de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín), además de involucrar al general Carlos Feria, que oficia como jefe de seguridad de Petro.