La falta de agua en los embalses pertenecientes al sistema Chingaza, encargado de abastecer a la mayoría de la capital del país, representa un nuevo reto para la administración liderada por el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.
Durante su intervención en la Comisión V de la Cámara de Representantes, alertó sobre la situación energética en Bogotá y la región, que tambalea a causa de los bajos niveles de los embalses. Además, habló sobre los proyectos de transmisión de energía Chivor y Sogamoso, que debían entrar en operación en octubre de 2015 y septiembre del 2017, respectivamente.
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“Son fundamentales para el futuro energético de Bogotá, y su entrada en operación es urgente, ya que actualmente la ciudad cuenta con una sola línea de transmisión de alta capacidad. Sin estas infraestructuras, no solo se pondrá en riesgo la estabilidad del suministro eléctrico, sino que también se limitarán las posibilidades de ampliar los proyectos de movilidad eléctrica y sostenibilidad”, aseguró el mandatario local.
En paralelo, aseguró que el Gobierno nacional aún no ha terminado la construcción de las líneas de transmisión de energía eléctrica. Así las cosas, advirtió que, de no cumplirse este objetivo, podría haber serias consecuencias en la prestación del servicio de energía en la capital del país.
“La decisión está en manos del Ministerio de Ambiente y de la dirección de bosques de dicha entidad”, sostuvo el mandatario de los capitalinos. En medio de esta situación, hizo un llamado al Gobierno nacional a tomar cartas en el asunto y plantear soluciones y determinar el paso a seguir.
Según sus estimaciones, es necesario generar discusiones frente a posibles alternativas para garantizar el abastecimiento energético de Bogotá en los próximos años.
“Cuando se va a tomar una decisión y qué alternativas hay si no se avanza en estos proyectos, pues la ciudad ya está presentando un reto en el abastecimiento de energía que puede empeorar para 2025 y 2026, sino se toman las medidas correspondientes”.
El alcalde Galán fue enfático en decir que el Gobierno nacional está en la obligación de explicarle a su administración y a toda la región qué soluciones tiene en mente para evitar un desabastecimiento de energía en los años venideros.
“Esa es la respuesta que nosotros esperamos, creemos que hemos hecho todo el esfuerzo para garantizar el cumplimiento de los elementos necesarios para trabajar y afectar en gran manera el medio ambiente”.
El mandatario local terminó su intervención, asegurando que comparte los objetivos del Estado colombiano en materia de transición energética. Sin embargo, “esta medida no cubre las necesidades de la ciudad: Bogotá necesita grandes proyectos de infraestructura que aseguren el suministro necesario para su crecimiento”, puntualizó.
¿Y el abastecimiento del agua?
La Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca advirtió sobre los bajos niveles de agua en los embalses del sistema de Chingaza. En el más reciente reporte, la autoridad ambiental aseguró que el embalse encargado de proveer la mayoría de este recurso a la capital del país alcanza un nivel de 46,39 %, mientras que el de Chuza se encuentra en un estado crítico con un registro de 37,01 %.
En ese sentido, Carlos Fernando Galán, dijo que se estudian medidas para disminuir el consumo de agua de la ciudad. “Si para esa fecha (21 de septiembre) no aumentan las lluvias, Bogotá tendrá que avanzar en una restricción mayor, desde el principio lo advertí, evaluaríamos constantemente si se aumentaban o disminuían las restricciones”, indicó el mandatario local.
De igual forma, aseguró que tiene entre sus planes usar la planta de tratamiento de agua del río Bogotá Tibitoc, para procesar el agua de esta fuente hídrica y suplir los requerimientos de la ciudadanía.