La marimba de chonta es uno de los instrumentos, junto a los tambores, más importantes de la música del Pacífico colombiano, dado que desde hace siglos ha acompañado, como parte de la expresión cultural, a los pobladores de estos territorios.
Por tal motivo, para conocer un poco más de la importancia de este instrumento en la cultura del Pacífico, el creador de contenido Lali Fernando Riascos compartió un video en el que aseguró que “la marimba no es el piano de la selva”.
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De acuerdo con lo que explicó Riascos “este es uno de los instrumentos más importantes para que exista la música tradicional del Pacífico Sur”, dado que al ser construido con materiales que se encuentran en el entorno del departamento, demuestra la versatilidad de sus antepasados que convirtieron la naturaleza en una forma de expresión.
“Su construcción a base de madera, guaduas y chonta demuestran la resistencia y el ingenio de nuestros ancestros para lograr hacer música con lo que su entorno le brindaba, también resalta la conexión entre nuestras comunidades y la naturaleza como un medio para convertir nuestros sentimientos en música”.
Pero, aunque la marimba no debe ser reconocida como el “piano de la selva”, Riascos agregó que sí se le conoce como la “marimba de los espíritus” que vive gracias a un “proceso de resistencia, de coraje, de valentía de nuestros abuelos, nuestros viejos, nuestros ancestros”, agregó una de las integrantes del grupo de música tradicional Canalón de Timbiquí.
La persecución a la marimba de chonta
De acuerdo con la información que se compartió en el video, la marimba de chonta fue perseguida por la iglesia católica que quemaba dichos instrumentos, incluso, atentaban contra la integridad de los intérpretes al castigarlos de manera severa.
“Cuentan ellos que la marimba era satanizada, era catalogado como un instrumento del diablo y además la calcinaba, la quemaba la Iglesia Católica y también mutilan y castigaban severamente a las personas que las tocaban, que la construían y que le enseñaban”.
Por tal motivo, los intérpretes ancestrales de la marimba de chonta debían ocultarse en la selva durante semanas con el fin de tener el tiempo y el espacio para construirlas y así cuidarlas de que no fueran destruidas.
“Por eso, mitológicamente, se dice que la marimba le enseñaba a tocar el duende, que le enseñaba tocar el diablo, pero era una manera de ellos cuidar este gran legado”.
Incluso, el hecho de que los constructores e intérpretes pasaran semanas enteras en la selva para aprender a tocar o para darle forma a una marimba de chonta fue uno de los problemas que encontraron las mujeres que querían aprender a interpretarla.
“A las mujeres no nos permitían tocar porque, me cuenta mi maestro Adrián, uno de los marimberos más importantes de Timbiquí, que era muy difícil que una mujer se interna en la selva aprender a tocar marimba y pasar las penurias que pasan en la selva”
En ese sentido, la integrante de Canalón de Timbiquí explicó que: “Era una forma también de cuidarnos y protegernos ya que a quienes interpretaban la marimba, los castigaban y muchas veces, eso les causaba la muerte”.
Con el paso de los años, la marimba de chonta se convirtió en uno de los pilares de la música del Pacífico, por lo que a través del video destacaron que: “Hoy la marimba existe, resiste y persiste gracias a la valentía de nuestros abuelos”.
Por último, Lali Fernando Riascos detacó que la marimba de chonta cuenta con su propia historia y durante muchos años ha sido uno de los ejes principales de la cultura del Pacífico colombiano, por lo que “no es válido seguirla llamando el piano de la selva, porque lo ideal es llamarla por su propio nombre: la marimba de chonta”.