En reciente columna publicada en El Colombiano, Rafael Pardo expone una propuesta sobre el control territorial en Colombia. Basado en el análisis de Mauricio García, un destacado pensador e investigador de DeJusticia, Pardo sugiere que en municipios donde los grupos ilegales tienen un control significativo, se debería considerar la suspensión de elecciones para alcaldes.
García argumenta que, según las categorías de Max Weber, un estado debe cumplir dos funciones básicas: cobrar impuestos y preservar la vida. En contextos donde los grupos armados ilegales dominan, el funcionamiento del gobierno local se ve gravemente afectado. Pardo destaca que esta situación es crítica, con informes de la Fundación Pares indicando que al menos el 50% de los municipios en Colombia están bajo el control de la criminalidad.
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No es del todo imposible, explica Pardo
Implementar la propuesta de García requeriría una reforma constitucional, modificando el artículo 314 de la Constitución. Sin embargo, Pardo subraya que el primer paso es evaluar el grado de control que los grupos ilegales ejercen sobre cada municipio. Preguntas clave incluyen si la fuerza pública puede proteger a la población y si las estructuras locales, como las juntas de acción comunal, están cooptadas por la criminalidad.
“Lo primero que propongo es establecer realmente en qué medida está un municipio tomado por los grupos ilegales. Todo o una parte. ¿Qué parte? ¿Una sustancial o una marginal? ¿Desde hace cuánto? Faltan unos indicadores objetivos para saber si está tomado por grupos ilegales o no. Por ejemplo, es capaz la fuerza pública de cumplir su deber constitucional de proteger a la población. ¿Están cooptadas las juntas de acción comunal? ¿Son funcionales los clanes políticos a la criminalidad?”, detalla.
Lo que dicen otros expertos
El análisis de la propuesta ha generado opiniones mixtas. Héctor Riveros, abogado constitucionalista, considera la propuesta de García como práctica y razonable, aunque enfrenta desafíos jurídicos y políticos significativos. Según Riveros, la situación actual ha demostrado que la elección popular de alcaldes no ha sido efectiva en algunos lugares.
Por su parte, Jorge Mantilla, doctor en criminología, señala que la suspensión de elecciones podría resultar complicada a nivel constitucional y políticamente costosa. Mantilla sugiere que, de implementarse, la medida debería hacerse durante el recambio de alcaldes, requiriendo argumentos sólidos de excepcionalidad política y jurídica. También menciona problemas prácticos, como la identificación de municipios afectados y la posible suspensión de elecciones a nivel subregional.
El senador Humberto de la Calle ha propuesto alternativas, como la creación de protectorados para coordinar con la fuerza pública, argumentando que las elecciones actuales no han beneficiado a las minorías políticas y han favorecido al crimen.
La columna de Pardo abre un debate crucial sobre cómo abordar la crisis de seguridad en Colombia, sugiriendo una revisión profunda de la propuesta para recuperar el control territorial en los municipios afectados.
Grupos armados en Colombia: así se distribuyen
Según un documento de la Presidencia de la República al que tuvo acceso La FM, los múltiples grupos armados que operan en el territorio nacional han llegado a tener presencia en 30 de los 32 departamentos del país.
El documento empieza dejando en claro cuál es la zona en la que opera el frente Comuneros del Sur: este grupo armado tan solo tendría presencia en Nariño, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado.
Acto seguido, se muestran cuáles son los puntos en los que tiene presencia la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc. Esta estructura criminal, una de las más peligrosas del suroccidente colombiano, operaría en Nariño, Cauca, Putumayo, Amazonas, Caquetá y, en una menor proporción, en el Guainía, en el oriente del territorio nacional.
Posteriormente, se explican las zonas en las que tiene presencia el GAO-r al mando de alias Calarcá, que se separó de alias Iván Mordisco desde hace meses. En el caso de esta estructura, tendría operaciones en el Putumayo, Caquetá, Amazonas, Meta, Guaviare, Huila, Tolima, Antioquia, Norte de Santander y Cesar.
Así mismo, se dan a conocer los puntos de operación del grupo encabezado por alias Iván Mordisco. Estos son Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Tolima, Quindío, Amazonas, Vaupés, Guaviare, Vichada, Casanare, Arauca y Meta
Por otra parte, el Clan del Golfo, otro de los grupos armados más peligrosos en el país, tienen operaciones en el Chocó, Antioquia, Meta, Casanare, Vichada, Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, La Guajira, Cesar y una parte de Santander.
El listado lo termina el ELN, grupo criminal con operaciones en Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Tolima, Cundinamarca, Chocó, Antioquia, Boyacá, Vichada, Guainía, Casanare, Arauca, Norte de Santander, Cesar, La Guajira, Atlántico y Bolívar.