El sábado 14 de septiembre comenzó la Asamblea del Cambio, un evento que congregó a más de 7,000 participantes, incluidos líderes, militantes y representantes de diversas organizaciones sociales, estudiantiles, campesinas, sindicales e indígenas. El propósito común de todos ellos fue fortalecer el poder popular y apoyar las reformas sociales promovidas por el gobierno de Gustavo Petro.
Respecto a este evento, la senadora opositora, miembro del partido Centro Democrático, María Fernanda Cabal cuestionó cuánto dinero invirtió el gobierno nacional para que se pudiera realizar dicho evento. Palabras que no pasaron desapercibidas por el representante a la Cámara, David Racero, pues, por medio de su cuenta de X, le respondió a Cabal asegurando que desde la administración pública del país no se utilizó dinero para la asamblea.
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Y es que, la legisladora perteneciente a la Comisión Primera del Senado de la República también aprovechó para criticar la ley de financiamiento que el Gobierno nacional quiso impulsar en el Congreso diciendo que se invierte dinero en cosas como dicho evento en favor de la administración de Gustavo Petro, y luego se quiere llevar a cabo una reforma tributaria.
“¿Cuánto nos está costando este evento político de Petro en la Universidad Nacional? Derrochan miles de millones diariamente y pretenden que el país se someta a otra reforma tributaria”, comentó la senadora de oposición por medio de su cuenta de X.
La publicación de Cabal fue respondida por el también congresista David Racero por medio de la misma red social, insinuando que la senadora estaba “diciendo mentiras”, diciendo que la gestión del evento fue por cuenta de organizaciones sociales y políticas las cuales según Racero están en su derecho.
“Deje de decir mentiras @MariaFdaCabal. No hubo ningún peso por parte del gobierno para este evento! Fue organizado por las organizaciones sociales y políticas en su legítimo derecho. Pero se que a ustedes, ni los derechos ni la verdad son su accionar político”, replicó el representante a la Cámara cercano al Gobierno nacional.
En otra de sus publicaciones, Racero destacó el número de personas que asistieron al evento en apoyo a las iniciativas del Gobierno de Gustavo Petro. “La gran Asamblea Nacional progresista. El camino para la continuidad del proyecto del cambio. Alrededor de 10 mil personas”, comentó.
En cuanto a la reunión celebrada en la Universidad Nacional de Bogotá contó con una agenda llena de asuntos importantes. Entre ellos, se abordó un análisis de los primeros dos años del gobierno de Petro, con el objetivo de evaluar los logros alcanzados hasta ahora. Además, se buscó la aprobación de reformas sociales que prioricen los derechos fundamentales de los ciudadanos y la consolidación de la paz en el país, un proceso que se pretende lograr a través de un amplio diálogo nacional.
Este evento se realiza en un contexto en el cual el jefe de Estado ha convocado a manifestaciones populares en respaldo de su gobierno, en respuesta a lo que ha denominado un “golpe de Estado” por parte del organismo electoral.
El presidente Gustavo Petro declaró que durante la asamblea se realizó un esfuerzo fundamental para evitar un golpe de Estado. Según Petro, la gran reunión de líderes demuestra la resistencia organizada para defender el gobierno y garantizar la estabilidad política del país.
En ese sentido, en un discurso, Gustavo Petro amplificó sus declaraciones sobre posibles intentos de interrumpir su mandato. No solo habló de un potencial golpe de Estado, sino que también sugirió la posibilidad de un atentado en su contra. Señaló a opositores, empresarios acaudalados y grandes medios de comunicación como parte de una “maquinaria corrupta y violenta” que intenta manipular la opinión pública.
En una reunión con más de 1,000 medios independientes, Petro destacó su intención de destinar una parte del presupuesto publicitario a estos medios. Al mismo tiempo, acusó a los grandes medios de intentar silenciarlo y distorsionar sus mensajes. Afirmó que los poderosos económicos en Colombia buscan eliminar el apoyo popular al gobierno, lo cual, de ser logrado, abriría el camino para un golpe de Estado. Mencionó específicamente a grupos como el Grupo Santo Domingo, la Organización Ardila Lülle, la familia Sarmiento Angulo y el Grupo Gilinski como responsables de esta supuesta campaña en su contra.