Fernando Botero conquista Roma con más de 100 obras: el legado del maestro sigue vivo

La muestra del pintor y escultor colombiano integra mucho más que lienzos, esculturas en mármol y bronce, dibujos a lápiz, figuras con tinta china y carboncillos, las otras técnicas que dominó

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En el Palacio Bonaparte de Roma se expondrá la primera muestra más completa del maestro Fernando Botero que jamás se haya celebrado en Italia - crédito Prensa Lina Botero y Colprensa / Montaje Jesús Aviles/Infobae
En el Palacio Bonaparte de Roma se expondrá la primera muestra más completa del maestro Fernando Botero que jamás se haya celebrado en Italia - crédito Prensa Lina Botero y Colprensa / Montaje Jesús Aviles/Infobae

El 15 de septiembre de 2024 se cumple un año de la muerte de Fernando Botero, el artista colombiano más importante del siglo XX. Sus figuras voluminosas, cuerpos grandes y voluptuosos, llegaron a ser toda una novedad en el mundo del arte y que supusieron, en su momento, elogios y críticas.

Tras su fallecimiento, su legado permanece vivo gracias a las grandes exposiciones y homenajes que le han rendido alrededor del mundo. Roma (Italia), ha sido una de las ciudades elegidas para preservar su arte; un lugar más que relevante para Botero, que vivió buena parte de su vida el país, el cual también se convirtió en la cuna de muchas de sus obras.

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Es así como, desde el 10 de julio de 2024 hasta el 1 de octubre, estarán exhibidas ocho esculturas monumentales del “maestro”, que se reparten entre varias de las más bellas plazas de Roma. Esta exposición surgió por una invitación que Lina Botero, una de las hijas del artista, no pudo rechazar.

Mi padre llevó a cabo más de 25 exposiciones en algunas de las ciudades más importantes del mundo de esculturas monumentales, pero no las había expuesto en Roma”, contó en conversación con Infobae Colombia.

Más de 100 creaciones de Botero en un solo lugar

Pero, a estas esculturas se sumarán otras decenas de obras de Botero que integrarán la primera muestra más completa del maestro que jamás se haya celebrado en Italia. Los visitantes podrán deleitarse con 120 creaciones de todo tipo, que permanecerán a la vista del público entre el 17 de septiembre y el 19 de enero de 2025, en el Palacio Bonaparte.

El maestro Fernando Botero no solo destacó por su trabajo voluminoso, sino también por el dominio de diversas técnicas - crédito Prensa Lina Botero
El maestro Fernando Botero no solo destacó por su trabajo voluminoso, sino también por el dominio de diversas técnicas - crédito Prensa Lina Botero

De acuerdo con la hija del pintor, esta exposición, que se inaugurará en una fecha cercana al aniversario de su fallecimiento, tiene un fin específico: mostrar a Botero no solo como un gran pintor y escultor, sino como un explorador y amante de la técnica. Pues, dominó todas: óleos, acuarelas, carboncillos, dibujos a lápiz, sanguinas, el pastel, la tinta china, y el mármol y el bronce para sus esculturas, algo extraño en el ecosistema de las artes actuales.

“El enfoque principal de esta exposición es la diversidad de técnicas con las cuales trabajó Fernando Botero a lo largo de su vida, porque en vida, mi padre fue uno de los artistas contemporáneos que más técnicas llegó a dominar”, detalló Lina Botero a este medio.

El Homenaje a Mantegna: nadar contra la corriente

El Homenaje a Mantegna es una versión de un fresco del pintor renacentista Andrea Mantegna, que yace en la Camera Picta del Palacio Ducal de Mantua - crédito Prensa Lina Botero
El Homenaje a Mantegna es una versión de un fresco del pintor renacentista Andrea Mantegna, que yace en la Camera Picta del Palacio Ducal de Mantua - crédito Prensa Lina Botero

En la apertura de la exposición, los amantes del arte de Botero y los curiosos se encontrarán con una obra del artista que se pensaba desaparecida, al ojo del público y de la crítica, durante más de 40 años: el Homenaje a Mantegna (1958), una versión de un fresco del pintor renacentista Andrea Mantegna, que yace en la Camera Picta del Palacio Ducal de Mantua (Camera degli Sposi del Palazzo Ducale di Mantova).

“Hace poco, me llamaron de la casa de subasta de Christie’s, en Nueva York, para decirme que habían realizado, en una venta privada, la venta de ese cuadro, y que estaba hoy en día en una colección americana (sic). La pedimos prestada para esta exposición”, reveló la hija del artista contemporáneo.

En su momento, la versión que hizo Botero de la pintura renacentista generó un gran revuelo, porque, para 1958, su creación resultó ser toda una novedad, justamente, por incluir en ella algo de volumen. De hecho, causar polémica era algo más que normal para aquellos que, como Fernando Botero, se atrevieron a mostrar algo diferente, en medio de un estilo artístico establecido, ganándose el primer premio del IX Salón Nacional de Artistas de Colombia.

“Cuando un artista va en contra de las corrientes predominantes en el mundo del arte, siempre crea polémica; mi padre fue una persona que siempre nadó en contra de las corrientes. Cuando él llegó a Nueva York, lo que predominaba en ese entonces era el arte pop y el expresionismo abstracto, y mi padre era un artista figurativo”, contó Lina Botero.

Un retrato al pastel de su hijo “Pedrito”

“Pedrito a caballo” es una de las pinturas que Botero hizo en honor a su hijo Pedro Botero, que murió en un accidente automovilístico -  crédito Yuli Metaute/Facebook
“Pedrito a caballo” es una de las pinturas que Botero hizo en honor a su hijo Pedro Botero, que murió en un accidente automovilístico - crédito Yuli Metaute/Facebook

La exposición también cuenta con otro cuadro que permaneció oculto por más de 40 años. Se trata de un retrato a pastel que pintó Botero de su hijo Pedro Botero Zambrano, “Pedrito”, que murió cuando tenía cuatro años, en un accidente automovilístico ocurrido en 1974.

Durante todas esas décadas, el retrato de su hijo - que pintó cuando el niño vivía - estuvo guardado en un depósito que tenía en Nueva York, que “no volvió a abrir nunca”.

Esta obra se acompañará también de una de las muchas versiones que hizo de “Las Meninas”, del pintor barroco español Diego Velázquez. Se trata de una pintura de la infanta Margarita Teresa de Austria: es La Menina de Botero. “Esta en particular permaneció desde ese momento que la pintó en su estudio y jamás salió de su estudio. Es un cuadro extraordinario”, dijo Lina Botero.

Fernando Botero creó muchas versiones de "Las Meninas" de Diego Velásquez. Una de ellas permaneció guardada en su estudio desde que la pintó - crédito Prensa Lina Botero
Fernando Botero creó muchas versiones de "Las Meninas" de Diego Velásquez. Una de ellas permaneció guardada en su estudio desde que la pintó - crédito Prensa Lina Botero

Entre las decenas de cuadros que serán exhibidas hay varios que jamás se han sido expuesto al público y otros tantos que corresponden a las últimas creaciones del maestro, realizadas en sus últimos meses de vida. Además, los visitantes podrán admirar los clásicos del circo y la corrida, que fueron temas trabajados por el artista a lo largo de su vida y que recuerdan su infancia y adolescencia en Colombia, durante las décadas de los 30 y 40.

“Mi padre fue un aficionado a la fiesta taurina durante toda su vida. En las primeras acuarelas que hizo en su vida, con 15 años, eran escenas taurinas”, contó.

Nada de erotismo

Botero fue novedoso. Su arte generó críticas. El volumen del cuerpo plasmado causó furor. Se pensó, entonces, que sus creaciones traspasaban una línea delgada entre la sensualidad y el erotismo, sobre todo, por mostrar la desnudez en gran amplitud. Sin embargo, su hija desmintió estos señalamientos. El objetivo de su padre, al pintar y esculpir, estaba lejos del erotismo.

La desnudez y el volumen en las obras de botero no colindan con el erotismo. Se trata de una exaltación de la belleza y la sensualidad - crédito Gregorio Borgia/AP
La desnudez y el volumen en las obras de botero no colindan con el erotismo. Se trata de una exaltación de la belleza y la sensualidad - crédito Gregorio Borgia/AP

Explicó que, las figuras grandes no son necesariamente eróticas. “Lo que le interesaba a mi papá era el volumen. Él tenía una fascinación por el volumen, porque consideraba que la belleza y la sensualidad en el arte radican en la exaltación del volumen”, precisó.

Incluso, llegó a presentar todo un compilado de pinturas en la serie Boterosutra, que es una versión “boteriana” del Kamasutra, pero esas obras tampoco eran eróticas; eran sensuales.

Ars longa, vita brevis

La obra siempre sobrevive al artista, pero es solo con ayuda de cómplices, como la esposa del hermano de Van Gogh o los amigos y admiradores de Delacroix, que su legado permanece vivo.

En esa tarea están Lina Botero y sus hermanos, y no terminará con la exhibición en Roma, planean seguir mostrando su trabajo alrededor del mundo y hacer publicaciones para recordarlo.

Todo esto, por medio de la creación de la Fundación Fernando Botero, cuyo proceso ya está en marcha. “Vamos a comenzar a trabajar sobre el catálogo razonado, que es fundamental cuando un artista fallece”, concluyó su hija.

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