La liberación de los asesinos confesos de Esteban Urueta, un ganadero de Córdoba, y sus trabajadores Fredy Beleño y Gerardo Marzola ha dejado a la comunidad en estado de shock.
Ambos criminales, identificados como Cristian Petro y Juan Soto, confesaron sus crímenes bajo custodia del Gaula de la Policía desde la mañana del miércoles 11 de septiembre; sin embargo, fueron liberados por falta de una orden judicial que permitiera que se mantuvieran detenidos.
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El pasado viernes 13 de septiembre, un juez con funciones de control de garantías emitió las órdenes de captura necesarias, pero para entonces, Petro y Soto ya no se encontraban bajo la custodia de las autoridades. Fredy Beleño Santos, hijo de uno de los trabajadores asesinados, había advertido del riesgo de que los sospechosos fueran liberados antes de que se emitieran oficialmente las órdenes judiciales.
Cristian Petro y Juan Soto fueron liberados debido a fallos en el procedimiento judicial, lo que ha generado un considerable descontento e indignación entre los familiares de las víctimas y la comunidad local. Las autoridades de Córdoba no han emitido declaraciones oficiales sobre este incidente, lo cual ha incrementado la tensión existente. Los familiares de las víctimas han expresado su enojo y exigido una actuación rápida por parte de las autoridades para evitar que los responsables huyan o perpetren otros delitos mientras están en libertad.
El hijo de Fredy Beleño ha sido particularmente vocal al respecto, pidiendo justicia y subrayando que, mientras los asesinos confesos estén libres, tanto las familias afectadas como la comunidad en general enfrentan un peligro latente. La situación ha evidenciado deficiencias en el sistema de justicia, ya que las autoridades no actuaron a tiempo para mantener a los sospechosos bajo custodia hasta que se emitieran las órdenes correspondientes.
Ante estos eventos, se ha ofrecido una recompensa de $20 millones a quien pueda proporcionar información que conduzca a la recaptura de Petro y Soto. La búsqueda de justicia continúa, mientras las autoridades redoblan sus esfuerzos para recapturar a los asesinos confesos y restaurar la confianza de la comunidad en el sistema judicial.
La desaparición y muerte de un ganadero en ciénaga de oro conmociona a la comunidad
Las autoridades locales investigan la muerte del reconocido ganadero Esteban Urueta González, hallado sin vida la tarde del 10 de septiembre en una zona rural del municipio de Ciénaga de Oro. Desaparecido dos días antes, Urueta fue víctima de homicidio, y la principal línea de investigación apunta a disputas internas relacionadas con la administración de sus propiedades ganaderas.
El gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta, en una entrevista con Blu Radio, señaló que la hipótesis más sólida parece involucrar al administrador de la finca de Urueta, Cristian Petro, en un conflicto por la desaparición de ganado. Según Zuleta, en entrevistas anteriores Urueta había reportado la pérdida de varios animales de sus fincas, lo que es ahora un elemento clave en la investigación.
El gobernador enfatizó que no hay indicios hasta el momento de vínculos con grupos armados ilegales ni que el crimen sea resultado de un secuestro. Los medios de comunicación han especulado sobre posibles conexiones con actividades guerrilleras, pero Zuleta desmintió esas teorías durante la entrevista, subrayando que el caso parece centrarse en problemas internos de las actividades ganaderas de la víctima.
“No fue un secuestro, como lo han manifestado algunos medios de comunicación, no son temas de grupos al margen de la ley, hasta el momento lo que se presume es un tema interno, con un administrador de la finca por un tema de ganado, es lo que se presume hasta el momento”, explicó Zuleta.
En la actualidad, Cristian Petro es el principal sospechoso. Sin embargo, las autoridades aún no han encontrado pruebas que lo conecten directamente con organizaciones ilegales. Continuarán las investigaciones enfocadas en el contexto laboral y personal en torno a la finca de Urueta.