En la tarde del jueves 12 de septiembre de 2024 se presentó un aguacero que duró más de dos horas y provocó diversos daños en Barranquilla y su área metropolitana. Las lluvias iniciaron sobre la 1:00 p. m., causando serias inundaciones en varios sectores, apagones y caída de árboles, lo que afectó la movilidad en varios sectores de la ciudad.
Uno de los hechos más impactantes que ocasionó el aguacero se difundió a través de las redes sociales, pues un vehículo fue arrastrado por la corriente de un arroyo en la calle 85, en el norte de la ciudad. Una mujer quedó atrapada dentro del carro particular, pero gracias a la rápida acción de la comunidad lograron rescatarla de manera heroica al sacarla por la ventana del automotor.
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Esta no fue la única situación que ocurrió en el sector, pues el Cuerpo de Bomberos reportó varias emergencias de vehículos arrastrados por los arroyos de la ciudad, aunque no hay registro de víctimas fatales por esta situación.
Una mujer que presenció los hechos reveló detalles de la situación: “Eso pasó de repente porque yo estaba en una cita médica, cuando salí estaba lloviendo muy duro, pero no había arroyo. De un momento a otro eso se creció y fue cuando varios carros comenzaron a hacer arrastrados por la corriente”, explicó la testigo, identificada como Sheyla Tellez a Semana.
La mujer aseguró que los vendedores de la zona y otros conductores unieron fuerzas para salvar a las personas que se encontraban dentro de los vehículos en medio del caudaloso arroyo y, desde la Alcaldía de Barranquilla, se hizo un enfático llamado a la ciudadanía para tomar precauciones en medio de la temporada de lluvias que puede generar graves emergencias.
“Se recomienda a los propietarios de viviendas realizar el mantenimiento adecuado, especialmente frente a la presencia de isópteros (comején), para prevenir daños estructurales debido a las lluvias y vientos intensos”, afirmaron las autoridades locales por medio de un comunicado.
Alerta por los trágicos accidentes en el sector
La situación de las vías genera preocupación en los habitantes de la capital del Atlántico, debido a que ha cobrado varias vidas. La más reciente víctima fue Keiber Alejandro Fernández, un niño de 9 años de edad que cayó al arroyo del barrio El Bosque, en el suroccidente de Barranquilla, el viernes 28 de junio.
El niño se encontraba jugando fútbol con sus amigos en el momento en el que la pelota cayó en la zona del arroyo. Keiber intentó rescatarla; sin embargo, fue arrastrado por la corriente. La Policía y la comunidad del barrio, de la mano con los organismos de socorro, se unieron para dar con el menor, guardando esperanzas de que estuviera con vida.
El afluente pasa por barrios como el Por Fin, 7 de Agosto, La Esmeralda, Las Ceibas, Las Américas, Carrizal, Santa María, La Sierrita, Sourdis, El Bosque y San Luis, que fueron recorridos por los familiares y las autoridades hasta que lograron dar con el cuerpo sin vida.
“Yo me encontraba en el trabajo cuando mi hermana me llamó para decirme que mi primo se acababa de ir al arroyo. Minutos antes estaba hablando cosas sobre el niño justamente con la mamá. Había pedido permiso para ir a bañarse y ahí transcurrió todo”, comentó Melany De la Ossa, prima del menor, en entrevista con El Heraldo.
“Era un niño demasiado alegre, nunca tuvo un problema. Siempre me pedía comida y todos los días me recibía con un besito”, agregó la familiar de Keiber. De acuerdo con informaciones preliminares, un habitante de calle que se encontraba en la zona trató de salvar al menor de las aguas, pero por la fuerza de la corriente y la gran cantidad de basuras no logró hacerlo.
“Todos los vecinos salieron enseguida, pero ya no se veía nada. Eso estaba todo lleno, son cosas que nos dan miedo. Ese arroyo se crece mucho y los niños se exponen cuando salen a bañarse”, explicó al mismo medio Yosie Reales, vecina del sector.