El 17 de agosto, la bailarina Laura Daniela Villamil sufrió un grave accidente durante un espectáculo en el restaurante Andrés Carne de Res, ubicado en Chía, Cundinamarca, que le provocó quemaduras en el 80% de su cuerpo.
Luego de casi un mes en estado de sedación, Laura Villamil se despertó, según informó su hermano, Santiago Villamil, durante una entrevista con El Tiempo.
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Durante su hospitalización, los médicos intentaron en tres ocasiones reducir los niveles de sedación de Laura, pero la joven no respondió bien debido al estado de shock que atravesaba.
Sin embargo, en los últimos días evidenció una mayor evolución en su estado, recuperó la conciencia y abrió los ojos.
Laura Villamil se encuentra en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y, aunque su recuperación será prolongada, comenzó a mostrar signos de mejoría.
Su familia, que ha estado junto a ella en cada paso del proceso, relata que Laura está tranquila, escucha y responde a estímulos e, incluso, ha logrado articular algunas palabras.
“Siempre lo he dicho, mi hija es una guerrera de Dios, ella está muy aferrada, cuando le dijeron que le quitarían todo su cabello, ella dijo: ‘no importa el pelo vuelve a crecer’”, dijo Migdonia Leguizamón, madre de Laura Villamil a La W.
Santiago Villamil compartió que los médicos decidieron reducir nuevamente los niveles de sedación hace unos días, y esta vez Laura reaccionó positivamente. En palabras de su hermano, las primeras horas después de que Laura abrió los ojos fueron “muy gratificantes, fue como vida para nosotros, tranquilidad”. Aunque el tema del accidente no ha sido abordado con Laura para evitar alterarla, la familia conversa con ella sobre otros temas y planes futuros.
El artista deberá someterse a varias cirugías reconstructivas de la piel y su hospitalización podría extenderse por más de dos meses, según las previsiones médicas. Sin embargo, la preocupación más grande para su familia en estos momentos, además de la salud de Laura, son los recursos con los que financiarán lo que viene en el tratamiento de la joven bailarina.
“Nosotros somos personas trabajadoras todos, pero no tenemos con qué pagar. Le hicieron 8 cirugías y le tienen que quitar todo el pelo porque tienen que tomar piel buena para hacerle los injertos, ya que ella tiene el 80% de su cuerpo quemado”, dijo Migdonia Leguizamón a La W.
Este desafortunado incidente, ocurrido durante un espectáculo con fuego, generó también preocupación sobre la seguridad de estos eventos en lugares públicos.
La familia Villamil ha expresado su alivio y alegría por la mejoría de Laura. Sus padres, en particular, muestran un cambio positivo en su semblante y actitud, llenos de esperanza gracias a los avances en su recuperación. “Estamos muy contentos y la fe sigue intacta”, indicó Santiago Villamil.
“Siempre lo he dicho, mi hija es una guerrera de Dios, ella está muy aferrada, cuando le dijeron que le quitarían todo su cabello, ella dijo: ‘no importa el pelo vuelve a crecer’”, dijo la mamá de Laura Villamil.
En las últimas semanas, Laura se ha enfrentado a episodios de fiebre e infecciones, lo que complica aún más su estado. Sin embargo, la respuesta favorable al retiro de la sedación permite a los médicos y a su familia albergar esperanzas sobre su progresiva recuperación. El médico personal continuará monitoreando de cerca estos cuadros infecciosos mientras Laura comienza a recibir asistencia psicológica y fisioterapia.
“Laura va a empezar un proceso de fisioterapia porque su cuerpo ha estado quieta mucho tiempo” y, además, tendrá acompañamiento psicológico con “un psiquiatra”, dijo su hermano, Santiago Villamil.
Así mismo los médicos que la están tratando afirmaron que la mantendrán despierta para ir observando como es su evolución a los procedimientos que viene recibiendo. “La va a dejar así para ver cómo evoluciona y seguir tratando el dolor de sus heridas con medicamento”. Y agregó: “Laura todavía es muy vulnerable a las bacterias, por lo que seguirá en observación”, dijo Villamil a El Tiempo.
El avance en la salud de Laura Villamil marca una etapa crucial en su proceso de sanación, aunque el camino por recorrer aún es largo y exigente. La comunidad y sus allegados permanecen atentos a sus necesidades y cuidados, celebrando cada pequeño progreso en medio de esta dura prueba.