Una reciente publicación ha desatado un debate sobre cómo la sociedad colombiana y los medios de comunicación retratan a los líderes afrodescendientes. El artículo, que compara a la vicepresidenta Francia Márquez y al canciller Luis Gilberto Murillo, sugiere que este último es un “buen negro”, mientras que la primera es una “mala negra”.
Esta controversia pone de relieve la persistente problemática del racismo en la representación de figuras públicas afrodescendientes en el país.
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El autor de la columna de opinión, el periodista Diego Martínez Lloreda, plantea que Murillo, exministro y ahora funcionario del Gobierno de Gustavo Petro, encaja en el molde del “negro para mostrar” por su carácter más diplomático y académico. Pero, por el contrario, Márquez, una activista del campo que ha enfrentado a grupos armados y al Estado para defender su territorio, es vista bajo una luz negativa.
“Históricamente, nuestra sociedad, quienes han estado en posiciones de poder, siempre han buscado la forma de condicionar cómo deben comportarse y hasta verse las personas marginadas por ellos”, explica el líder juvenil y activista afro, Lali Fernando Riascos, en su cuenta de Instagram.
La publicación no solo compara a Márquez y Murillo, sino que también menciona ejemplos de líderes afroamericanos en la historia de Estados Unidos, como Martin Luther King Jr. y Malcolm X. Además, la narrativa de Lali establece un paralelismo entre personajes ficticios y reales para señalar cómo ciertos líderes son presentados como modelos a seguir, mientras otros son demonizados por su radicalismo.
“La gente racista siempre pone a mis dos tíos favoritos, el tío King (Martin Luther King Jr) y el tío Malcom (Malcom X)...”, explicó Lali.
Este patrón también se observa en productos de entretenimiento como Black Panther, donde los personajes T’Challa y Killmonger reflejan este dinamismo entre dos formas de lucha.
“En Black Panther lo podemos ver reflejado en los dos personajes protagonistas y antagonista, con T’Challa siendo ese negro, que aunque quiera ayudar a toda la gente negra, él primero piense en la paz, en contraparte con Killmonger que quiere el mismo objetivo que T’Çhalla, pero el sí se dejó llevar por la venganza y es un radicalizado...”, explicó el influencer.
El líder juvenil también se refirió al profesor Xavier y Magneto, personajes de Los X-Men, siendo dos líderes de una misma causa, pero uno siendo “bueno” y otro siendo “malo”.
“Las personas negras somos extremadamente diversas...”, aclaró Lali, al tiempo que agregó lo siguiente: “Sigue siendo el mismo concepto y sigue siendo algo extremadamente racista eso de decir ‘negros para esconder y negros para mostrar’”.
“El problema no es que sean un buen negro o una mala negra, el problema es que sean negros intentando desafiar el estatus quo,” enfatizó.
“Podemos ser una mujer activista del campo, que toda su vida ha tenido que enfrentarse a grupos armados y al mismo Estado para defender su territorio, o un hombre negro, académico, político y diplomático, que tuvo la oportunidad de comenzar su proceso de resistencia desde los espacios políticos y de toma de decisiones importantes. Ambos son igualmente válidos, porque, al final, el problema no es si son un buen negro o una mala negra; el problema es que son personas negras intentando desafiar el estatus quo de una sociedad racista. Malcolm y Martin son un gran ejemplo de esto: ambos terminaron de la misma manera (asesinados en hechos racistas)”, finaliza el influencer y activista afrocolombiano Lali Fernando Riascos.
El debate suscitado por la columna de opinión del periodista Diego Martínez Lloreda, publicada en Las 2 Orillas y posteriormente difundida por Lali, resalta la necesidad de una representación más justa y diversa de los líderes afrodescendientes en Colombia y en el mundo.