Anuncian millonaria inversión para salvar la reserva Thomas van der Hammen en Bogotá

Las autoridades buscan la restauración y adquisición de terrenos, en un esfuerzo por preservar uno de los ecosistemas clave de la capital colombiana

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La reserva alberga una rica biodiversidad, incluyendo mamíferos, mariposas y aves acuáticas, que están en riesgo debido a las actividades ilegales - crédito Secretaría de Ambiente de Bogotá
La reserva alberga una rica biodiversidad, incluyendo mamíferos, mariposas y aves acuáticas, que están en riesgo debido a las actividades ilegales - crédito Secretaría de Ambiente de Bogotá

El director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros, anunció una inversión histórica de $80.000 millones para la adquisición de predios y la implementación de acciones de restauración en la reserva forestal Thomas van der Hammen, ubicada al norte de Bogotá.

Este esfuerzo busca preservar y restaurar el ecosistema de la zona, clave para la estructura ecológica principal de la capital y su conectividad ambiental con los Cerros Orientales y la cuenca del río Bogotá.

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Plan de manejo para la reserva y adquisición de predios

Durante el anuncio, Ballesteros destacó que este proyecto, respaldado por el Consejo Directivo de la CAR, es parte fundamental del plan de acción futuro, cuyo objetivo es consolidar los esfuerzos de preservación de la reserva. “Con el respaldo del Consejo Directivo de la Entidad, se definió esta importante inversión en el reciente Plan de Acción, que permitirá emprender en el cuatrienio 2024-2027 las primeras acciones tendientes a la preservación de este importante ecosistema del norte de Bogotá”, afirmó.

La reserva Thomas van der Hammen es vital para la conectividad ecológica de la ciudad, por lo que la declaratoria de este proyecto como estratégico asegura la continuidad de las acciones de restauración en las futuras administraciones de la CAR. La iniciativa incluye la adquisición de terrenos clave, que permitirán avanzar en la restauración ecológica y en la protección de especies que habitan en la zona, así como en la prevención de la conurbación con los municipios aledaños de Cota y Chía.

De acuerdo con Alfred Ballesteros, director de la CAR Cundinamarca, la inversión es parte del plan de acción de la entidad para el cuatrienio 2024-2027 - crédito @CAR_Cundi/X
De acuerdo con Alfred Ballesteros, director de la CAR Cundinamarca, la inversión es parte del plan de acción de la entidad para el cuatrienio 2024-2027 - crédito @CAR_Cundi/X

Ballesteros subrayó la importancia de la colaboración entre la CAR y el distrito para avanzar en la ejecución de las acciones definidas en el plan de manejo de la reserva. “En el corto plazo suscribiremos un convenio con la Secretaría Distrital de Ambiente para realizar un trabajo articulado que nos permita iniciar la adquisición de predios y ejecutar las acciones de conservación y restauración ecológica que se definan”, explicó el director de la CAR.

El objetivo principal, según el funcionario, es lograr la consolidación de un “pulmón verde” en el norte de Bogotá que, además de mejorar la calidad ambiental de la ciudad, ayude a frenar la expansión urbana descontrolada. “Esta iniciativa busca cumplir el sueño de todos los bogotanos de contar con una reserva ambiental y un pulmón verde en el norte de la ciudad para evitar la conurbación con los municipios de Cota y Chía”, agregó Ballesteros.

Suspensión de actividades ilegales de floricultivos en la reserva

Según el seguimiento técnico realizado por la CAR, estas actividades han alterado el ecosistema - crédito Diego Pineda/Colprensa
Según el seguimiento técnico realizado por la CAR, estas actividades han alterado el ecosistema - crédito Diego Pineda/Colprensa

A principios de septiembre de 2024, la CAR ordenó la suspensión inmediata de las actividades de tres empresas dedicadas al cultivo de flores en el área protegida de la reserva. Esta medida fue el resultado de un operativo encabezado por la entidad, en colaboración con la Unidad de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) y la Dirección Regional Bogotá-La Calera, que detectó la expansión ilegal de cultivos en 12.39 hectáreas de zonas de preservación, restauración y uso múltiple, lo cual está expresamente prohibido por el plan de manejo de la reserva.

Ballesteros enfatizó la gravedad de la situación, afirmando que estas actividades no solo violan las normativas de conservación, sino que también generan serios daños al ecosistema local. “Estamos haciendo efectiva la imposición de medidas preventivas de suspensión de actividades a tres empresas de flores que han incumplido con las normas establecidas hace una década para la conservación de este valioso ecosistema”, declaró.

Impacto ambiental y biodiversidad en riesgo

La CAR Cundinamarca encontró que hay un humedal en el reserva Thomas Van der Hammen en el norte de Bogotá - crédito CAR
La CAR Cundinamarca encontró que hay un humedal en el reserva Thomas Van der Hammen en el norte de Bogotá - crédito CAR

El cultivo de flores en la zona ha tenido un impacto significativo en la conectividad ecológica y en el uso de los recursos naturales. Según el seguimiento técnico realizado por la CAR, estas actividades han alterado el paisaje, provocado una sobreexplotación del agua subterránea y deteriorado la calidad del suelo. Además, estas prácticas ponen en riesgo la biodiversidad de la reserva, que es hogar de múltiples especies de fauna y flora.

La Secretaría Distrital de Ambiente y el Jardín Botánico de Bogotá han identificado la presencia de 11 especies de mamíferos, 23 especies de mariposas y una amplia variedad de aves, incluidas 24 especies acuáticas, que utilizan la reserva como hábitat y corredor de tránsito. La expansión descontrolada de los floricultivos no solo afecta estas especies, sino que también compromete el equilibrio ambiental de un área que actúa como un refugio vital para la fauna silvestre de la región.

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