La decisión de las comisiones económicas del Congreso de la República, de negar el monto de $523 billones para el presupuesto general de la nación de la vigencia 2025, desató la ira del presidente Gustavo Petro. En sus redes sociales, el jefe de Estado reiteró el miércoles 11 de septiembre que, tal y como lo había adelantado, sacará adelante su propuesta vía decreto, pese a las duras críticas sobre este proceder, contrario al poder legislativo.
En su cuenta de X, que se ha convertido en una especie de trinchera desde la cual anuncia toda clase de determinaciones, pero desde la cual, además, ataca de forma feroz a sus adversarios políticos, el primer mandatario se reafirmó en su posición: y ante la negativa de senadores y representantes de darle el cupo deseado, dio visos de cuál será su próximo paso, en un nuevo enfrentamiento con una de las tres ramas del Estado.
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“La Constitución ha prescrito que la iniciativa en el gasto público y en el presupuesto es del Gobierno, por eso el presupuesto es decretable. Es muy lamentable que las comisiones económicas del Congreso, teniendo en sus manos la posibilidad de rebajar el impuesto de renta a todas las empresas de Colombia, haya decidido, solo por hacer oposición, dañar esta inmensa posibilidad de reactivación económica”, escribió Petro.
Gustavo Petro, encerrado en su “laberinto”
La molestia del jefe de Estado empezó a acrecentar durante la jornada, cuando respondió al pronunciamiento del presidente del Congreso, Efraín Cepeda, que cuestionó con dureza la reforma tributaria, que pretende recaudar $12 billones. Ante los señalamientos del veterano parlamentario, que pidió pide respeto al Gobierno y afirmó que no votarían “una reforma tributaria a ciegas”, Petro no calló y respondió a tales acusaciones.
“Han rechazado bajar el impuesto de renta a todas las empresas de Colombia”, dijo el jefe de Estado, con lo que dejó en evidencia su descontento frente a otro de los proyectos de los que esperaba un trámite más cómodo. Y es que en las iniciativas, una atada a la otra, estaban centradas las esperanzas de ejecución y funcionamiento del gobierno Petro, frente al desfase en materia fiscal; aunque existan serias dudas en sus alcances.
Y es que, en un hecho que no tiene antecedentes, tres de las cuatro células legislativas que manejan la materia en la cámara alta y baja de la corporación, se opusieron a la cifra pedida por Petro y reajustaron el monto que se aprobaría a 499 billones de pesos. Lo anterior, entre otros motivos, ante la incertidumbre de conocer el origen de los recursos que se esperan obtener con la llamada reforma o ley de financiamiento.
“Habíamos pedido que se discutieran los $12 billones de la tributaria por separado para aprobar un monto de $511 billones, pero el Gobierno no accedió y las Comisiones Económicas dijeron que no están dispuestas a votar una reforma tributaria a ciegas, que no estaban los montos”, explicó el senador Cepeda; que con ello parece haber cumplido con su advertencia al Ejecutivo, cuando dijo que tenía los votos necesarios para hundirla.
Sobre el tema del presupuesto, es oportuno recordar que el presidente soporta su intención de promoverlo por decreto basado en el artículo 347 de la Carta Magna, en el que se establece que si los ingresos “legalmente autorizados” no fuesen suficientes, el Ejecutivo podrá proponer, por separado, la creación de nuevas rentas; en este caso, la ley de financiamiento o reforma tributaria, que sería la segunda en la que va del periodo.
Para que el presupuesto del 2025 sea aprobado por el Congreso, las cuatro comisiones económicas deben estar de acuerdo; si una de ellas se opone de nuevo, no habrá consenso sobre el techo del presupuesto para la vigencia entrante.