Las ejecuciones extrajudiciales en Colombia podrían no ser 6.402, sino más de 10.000, según detalló el coronel (r) Luis Fernando Borja en un conversatorio en la Universidad Javeriana de Cali. Se trata de miles de personas que fueron asesinadas por integrantes del Ejército Nacional y reportadas como guerrilleros que fueron dados de baja en combate.
De acuerdo con la Comisión de la Verdad, fue la “constante demanda de resultados” la que recrudeció la violencia en el país, ejercida por la misma fuerza pública, que tenía el deber de proteger a la población. “El objetivo era conseguir resultados a como diera lugar”, precisó la Comisión, luego de recoger varios testimonios de militares involucrados en estos casos, mal llamados falsos positivos.
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Luego de sus revelaciones, el coronel (r) Borja explicó que, antes del 2.000, ya se habían presentado ejecuciones extrajudiciales, de hecho, en 1986 él ya se había perpetrado algunos. Sin embargo, la contabilización de los casos, según detalló, no ha tenido en cuenta los hechos registrados antes del 2.000, por lo que supone que pudieron ser más de 10.000 víctimas.
“Yo he admitido, desde 2010, que me presenté a la Fiscalía, más de 70 falsos positivos, ejecuciones extrajudiciales, durante toda mi carrera militar, desde el año 86, al año 2008″, precisó el exmilitar, en conversación con W Radio.
Falsos positivos no reportados
Antes del 2.000, de acuerdo con su experiencia, este tipo de asesinatos de civiles eran llamados “legalizaciones”, y no necesariamente eran reportados. Simplemente, los militares mataban a quienes consideraban sospechosos de ayudar a la guerrilla. “En ese entonces no lo reportábamos como bajas en combate, como positivos, no. Algunos sí se reportaban, otros no”, aclaró.
El hecho de no registrar a qué personas habían asesinado, bajo el supuesto de que colaboraban con los grupos armados, se debía a que antes no existía la “presión” de presentar resultados, cosa que cambio años después.
“De acuerdo a información que uno recogía en el área, en el sector, y si alguien estaba colaborando con la guerrilla, los asesinábamos y no los presentábamos, pero sí los asesinábamos. En otras situaciones, sí los reportábamos, y les colocábamos, yo, al menos, armamento”, aseveró el coronel retirado al medio de comunicación citado.
¿Por qué matar, si no había presión?
En ese sentido, teniendo en cuenta que no siempre hubo alguien que diera la orden de mostrar resultados, el exmilitar explicó que mató a decenas de civiles únicamente porque los consideraba enemigos. Si recibía información sobre un ciudadano que, tal vez, estaba colaborando con la guerrilla, era suficiente razón para asesinarlo, aunque su nombre nunca llegara a ser registrado en ninguna lista.
“Yo fui formado para la guerra, no para la paz (sic). Desafortunadamente, nos entrenaron para eso. Aquí, el que pensaba diferente era nuestro enemigo. Entonces, a mí no me nació eso, yo aprendí eso, y no en mi casa”, sostuvo el coronel (r) Borja.
Los militares que decidieron cometer ejecuciones extrajudiciales normalizaron el hecho de asesinar civiles, y se convirtió en una tarea que hacía parte del servicio que prestaban. Aunque, no todos los uniformados se prestaron para estos crímenes, si fueron muchos los que optaron por ellos.
“Aquí hay muchos responsables, que ellos saben quiénes son, que tienen que darle la cara a las víctimas. Tenemos un compromiso judicial y moral con estas personas”, aseveró el exmilitar.
Añadió que resulta complejo afrontar su responsabilidad en estos casos: “Es muy difícil lidiar con esta carga, y para resarcir el daño, es muy poco, pero, ya no le puedo devolver la vida a las personas que asesiné, que mandé asesinar”.
Por otro lado, aseguró que desconoce si el expresidente Álvaro Uribe y su Ministerio de Defensa tenían conocimiento sobre las ejecuciones extrajudiciales que se registraron durante su gobierno. Pues, aclaró que solo tuvo contacto con el exmandatario cuatro veces, en distintas reuniones. “Lo que sí es cierto es que hay artículos, hay gente que dice que, en ese entonces, el presidente Uribe sí le llegó un informe de las Naciones Unidas que daba cuenta de ejecuciones extrajudiciales”, dijo.