Un avión C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Colombiana ha trasladado a una compañía de comandos urbanos desde Rionegro, Antioquia, hacia Quibdó, Chocó, como parte de un plan de seguridad presentado el jueves, 12 de septiembre, para enfrentar la creciente criminalidad en la región.
El general Wilson Martínez, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, explicó que esta medida busca fortalecer la presencia institucional en Quibdó con más de 160 efectivos del Batallón de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas N.7, el Gaula Militar y la Infantería de Marina. Estos esfuerzos están orientados a proteger la seguridad y el bienestar de los habitantes.
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La llegada de los comandos urbanos a Quibdó es en respuesta a los problemas de microtráfico y extorsión que aquejan a la región. Según el general Martínez, esta acción se enmarca en una estrategia global de seguridad diseñada para debilitar las estructuras criminales que operan en esta región del Pacífico colombiano.
Las tropas realizarán patrullajes tanto en áreas urbanas como fluviales para neutralizar a integrantes de grupos ilegales, siempre con el objetivo de salvaguardar la integridad de la población civil.
El entrenamiento especial de estos comandos les permite desplegar operaciones en diversos entornos, ya sean urbanos, fluviales o espacios reducidos. Sus capacidades incluyen tiro de reacción y precisión a corta distancia, combate cercano y urbano, técnicas de soga rápida y rappel para operaciones helicoportadas, así como habilidades antisecuestro y antiextorsión, todas esenciales para su misión en Quibdó.
El grupo élite estará respaldado por el Gaula Militar, que contribuirá con sus capacidades militares, además de la participación de la Policía Judicial. Este conjunto de fuerzas se enfrentará a diversos grupos ilegales como Los Mexicanos, Locos Yam, RPS y Los Zetas, algunos de los cuales tienen nexos con organizaciones armadas como el Clan del Golfo y el ELN.
Los grupos criminales que están detrás del control de Quibdó
Néstor Gregorio Vera Fernández, conocido por las autoridades como alias Paco o Keita, es identificado como el líder de la banda criminal Los Mexicanos, que protagoniza el conflicto armado en Quibdó. Bajo el mando de Vera Fernández, este grupo busca dominar el territorio y las rentas ilegales, principalmente a través de la extorsión y el narcotráfico. La violencia en Quibdó ha aumentado considerablemente en medio de esta disputa.
Entre el 2 y 3 de septiembre, tres tiroteos en la ciudad dejaron cuatro muertos y nueve heridos, reflejando el aumento de la violencia debido a los enfrentamientos entre Los Mexicanos y Los Palmeños, las dos bandas criminales en pugna. Fuentes militares, citadas por W Radio, indican que los líderes de estas facciones están implicados en varios crímenes, como homicidios y reclutamientos forzados.
Los Mexicanos operan en cuatro comunas y más de veinte barrios de Quibdó, ejerciendo actividades de extorsión que afectan a comerciantes, transportistas, restaurantes y estaciones de gasolina. Además, controlan tres puertos fluviales, donde extorsionan a los conductores de lanchas.
Según el medio citado, el tráfico de drogas en la zona se realiza a través de los ríos Atrato y Quito. Este grupo, compuesto por entre setenta y ochenta miembros, según cifras oficiales, incluye a menores de edad en aproximadamente el 30% de sus filas y mantiene vínculos con el Clan del Golfo.
Por su parte, Los Palmeños, liderados por Leovigildo Mosquera Palacios, alias El Loco, tienen presencia en quince barrios de Quibdó. A pesar de la captura y judicialización de Mosquera Palacios en 2023, la banda sigue activa, con unos cien integrantes, incluidos al menos veinticinco desmovilizados.
Según fuentes militares, alrededor del 25% de sus miembros provienen de las extintas AUC o de las antiguas Farc. Además, se ha documentado que Los Palmeños mantienen conexiones con el ELN, con quienes colaboran en el tráfico de armas y drogas.
En Colombia, la presencia de grupos armados ilegales abarca gran parte del territorio, ya que están activos en 30 departamentos, según un informe interno de la Presidencia de la República. La situación de orden público es sumamente complicada, y representa un desafío considerable para el Gobierno Nacional.
El informe recabado reveló que el gobierno colombiano está facilitando seis acercamientos con diversas estructuras armadas mediante mesas de negociación y otros mecanismos de diálogo.