La desaparición del padre Darío Valencia Uribe se ha prolongado por más de 140 días, motivo por el que las autoridades intensificaron la búsqueda. Una delegación de la Fiscalía General de la Nación viajó a París, Francia, con el objetivo de esclarecer los hechos y localizar al sacerdote. Según informó el ente investigador, Julián Eduardo Cifuentes Gómez se perfila como el principal sospechoso y está detenido en la capital francesa.
Asimismo, la Fiscalía señaló que espera que Cifuentes Gómez renuncie a su derecho a guardar silencio y aporte información relevante que ayude a encontrar al religioso desaparecido. El abogado Renato Marín, representante legal de la Diócesis de Pereira y de las víctimas en este caso, comentó que la investigación está en progreso y que pronto se esperan resultados significativos sobre la declaración de Cifuentes. “Que la Fiscalía también en este momento está haciendo un trabajo en Francia, recaudando elemento material probatorio, que es la declaración de la persona investigada”, señaló el jurista.
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El caso del padre Darío Valencia, párroco de la iglesia María Auxiliadora de Pereira, en el departamento de Risaralda, ha suscitado gran preocupación. Las primeras pesquisas situaron la camioneta del sacerdote en el barrio San Fernando de la ciudadela Cuba, aunque fue posteriormente hallada en un parqueadero en Viterbo, municipio situado en el departamento de Caldas. La inspección del vehículo reveló trazos de sangre y la ausencia de la silla trasera, pero no se encontró rastro del sacerdote.
Cabe recordar que, con base los informes, el hombre fue identificado gracias al análisis de cámaras de seguridad por parte de la Seccional de Investigación Judicial y Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Pereira, donde se le observa utilizando el vehículo Nissan Frontier del clérigo, después que salieron de la parroquia María Auxiliadora, situada en el barrio Turín. Cifuentes Gómez, supuestamente, estaba interesado en la compra de la camioneta del párroco, motivo por el cual se habría pactado el encuentro entre ellos. Es de mencionar que antes de su desaparición, el sacerdote Valencia fue visto desayunando con su madre en una cafetería de la capital risaraldense como frecuentaba hacerlo, un hecho captado también por cámaras de seguridad.
Mientras tanto, los feligreses de la diócesis de Pereira han mantenido una serie de actividades religiosas como cadenas de oración y eucaristías para pedir por la vida del presbítero desaparecido. El abogado Marín destacó que la Fiscalía no ha dejado de trabajar en el caso y se han hecho “esfuerzos ingentes” para avanzar en la investigación, incluyendo la formación de una comisión especializada en Francia para tomar declaraciones y recolectar pruebas materiales.
En el ámbito judicial, también se está llevando a cabo el trámite administrativo de extradición de Cifuentes a Colombia. Debido a la gravedad del caso y a la presión social, la Fiscalía priorizó esta investigación, lo que ha permitido que los procedimientos legales avancen con mayor celeridad. La desaparición del padre Darío Valencia continúa generado un fuerte impacto en la comunidad de Pereira y en toda la región, movilizando tanto a autoridades como a la población local en busca de respuestas y de un pronto esclarecimiento de los hechos.
Sobre el religioso, de 59 años, se conoce que es oriundo de Risaralda, Caldas, y ha dedicado gran parte de su vida al servicio eclesiástico en diferentes cargos, incluyendo la rectoría de la Universidad Católica y del Seminario Mayor de Pereira. Fue enviado a Roma para estudiar teología dogmática por el obispo de Pereira, destacándose siempre por su capacidad para atender las necesidades de la comunidad y la diócesis.