Colombia solicitó a Francia la extradición de Julián Eduardo Cifuentes Gómez, que presuntamente está involucrado en la desaparición del sacerdote Darío Valencia Uribe en Pereira.
La Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Justicia intensificaron sus esfuerzos para traer al sospechoso de vuelta al país, mientras una comisión especial del ente investigador ya se encuentra en París para interrogarlo.
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El pasado 25 de abril, el sacerdote Darío Valencia Uribe desapareció luego de salir de su iglesia en compañía de Cifuentes Gómez en una camioneta propiedad del clérigo, presuntamente para formalizar la venta del vehículo.
Desde entonces no se volvió a saber nada del sacerdote, sin embargo, las autoridades han dado varios avances judiciales en búsqueda de respuestas.
Al día siguiente de la desaparición, la camioneta del sacerdote fue localizada en un parqueadero en el municipio de Viterbo, Caldas, según informó la Fiscalía General de la Nación.
Los agentes del CTI de la Fiscalía realizaron una verificación técnica de la camioneta, hallando diversas anomalías, incluyendo trazos de sangre en el interior del vehículo y la ausencia de algunos elementos, como el asiento trasero. El 30 de abril, las autoridades francesas capturaron a Cifuentes Gómez en París en virtud de una circular roja emitida por Interpol.
El abogado Renato Marín, representante de las víctimas en este caso, destacó que, aunque aún no se sabe si el sacerdote Valencia Uribe está vivo o muerto, esperan que Julián Cifuentes Gómez, el principal sospechoso de esta desaparición forzada, renuncie a su derecho a guardar silencio y brinde información que facilite la localización del sacerdote desaparecido.
Marín agregó que, mientras la comisión de la Fiscalía sostiene diálogos con el investigado en París, también se adelanta el trámite administrativo para su pronta extradición. A pesar de haber transcurrido 139 días desde la desaparición, la Fiscalía dio prioridad y celeridad a este caso, indicó Marín durante una declaración.
“En este momento la Fiscalía General de la Nación está en París, adelantan una diligencia judicial y esperamos que la misma tenga resultados, toda vez que la persona que está siendo investigada, si renuncia al derecho a guardar silencio, conoceríamos la verdad y saber que pasó el sacerdote Darío Valencia Uribe”, así lo confirmó a Caracol Radio Renato Marín, apoderado de las víctimas.
Por su parte, el Ministerio de Justicia insistió en la importancia de facilitar la extradición de Julián Eduardo Cifuentes Gómez para avanzar en la investigación. El sacerdote Darío Valencia Uribe fue visto por última vez en las inmediaciones del barrio San Fernando de la ciudadela Cuba, en Pereira, pero su camioneta apareció horas más tarde en el parqueadero de Viterbo. Las cámaras de seguridad registraron las últimas horas en las que se observaron al sacerdote con vida en compañía de Cifuentes Gómez.
Las autoridades colombianas esperan que la información obtenida de Julián Cifuentes Gómez, así como las pruebas periciales de la camioneta y otros elementos, permitan dar con el paradero del sacerdote. Este caso sigue siendo una prioridad para las autoridades judiciales, que continúan trabajando en la búsqueda de respuestas y justicia para la familia del sacerdote desaparecido, Darío Valencia Uribe.
La captura de Cifuentes Gómez en París, basada en la cooperación internacional a través de Interpol, es un paso importante en el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, queda por ver si las investigaciones y el eventual testimonio del sospechoso proporcionarán la claridad necesaria sobre el destino del sacerdote desaparecido. La comisión especial de la Fiscalía General de la Nación en París sigue con sus trabajos, mientras el Ministerio de Justicia sigue presionando por la extradición del sospechoso.
El sacerdote Darío Valencia Uribe se encuentra desaparecido desde el 25 de abril y desde entonces las autoridades, encabezadas por la Fiscalía General de la Nación no han descansado ni un solo momento para dar con el paradero de este ministro de Dios.
Su familia los describe como una persona alegre y no entienden el por qué de su desaparición, ahora aunque su familia está casi segura de que no lo encontrarán con vida, solo guardan la esperanza de que algún día lo vuelva a ver.