El Grupo de Energía de Bogotá lanzó una alarma sobre la crisis de suministro de gas que enfrentará Colombia en el próximo mes de diciembre.
Según Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo, si no se logra asegurar el abastecimiento necesario, la operatividad de la ley de transporte de gas nacional estará en riesgo, tal como informó Blu Radio.
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Ortega expresó su preocupación en una reciente declaración, puntualizando que la crisis energética no solo afecta al sector eléctrico, sino también al suministro de gas. Según dijo, el país no cuenta con el suministro requerido para diciembre y prevé un déficit severo para el año 2026.
Ortega también aseguró que sin los cinco millones de pies cúbicos diarios necesarios para operar las compresoras, el funcionamiento de la ley de transporte de gas será inviable.
En su declaración, Ortega destacó la gravedad del déficit proyectado que enfrenta Colombia en términos de suministro energético. Para el año 2026, se estima un faltante del 55% en la generación de gas, lo que muestra el desafío que tiene el país en asegurar fuentes de energía confiables, según sus declaraciones.
“La crisis que estamos viendo como país en los temas energéticos, tristemente no solamente electricidad, por ahí está Rodolfo, que pueda contarles lo que está pasando en gas, donde no tenemos suministro para diciembre de este año para poder operar la ley de transporte de gas del país. Si no conseguimos los cinco millones de pies cúbicos diarios para poder operar las compresoras para diciembre y en el año 26 la faltante de la generación de gas en un 55% de energía total”, afirmó Ortega.
Esta situación no es nueva: Colombia ha tenido históricamente dificultades para mantener un suministro consistente de gas y electricidad. La dependencia del país en ciertas fuentes energéticas ha exacerbado la vulnerabilidad del sistema, especialmente en momentos de alta demanda o problemas de infraestructura.
La alerta de Ortega visibiliza la necesidad urgente de soluciones viables a corto y mediano plazo para evitar un colapso en la infraestructura de suministro de gas.
Las autoridades y el sector privado tendrán que trabajar en conjunto para encontrar estrategias que mitiguen el impacto de esta escasez emergente.
En síntesis, la crisis del gas en Colombia se perfila como un desafío multifacético que requerirá una intervención coordinada y eficaz para asegurar la estabilidad energética del país.
Crisis energética en Colombia y ha afectado a la costa del Caribe
Las tarifas de energía en la costa Caribe colombiana siguen siendo un tema candente para sus habitantes, que han expresado su descontento mediante protestas y constantes quejas dirigidas a las empresas proveedoras de energía, Air-e y Afinia.
El problema, que se arrastra desde hace décadas, aún no encuentra una solución definitiva. En un esfuerzo por abordar esta situación, el presidente Gustavo Petro ha iniciado conversaciones con generadores de energía y empresas comercializadoras para reducir las tarifas, y el pasado 7 de mayo se anunció una alianza con el alcalde Alejandro Char para implementar un plan de mejoramiento de viviendas con paneles solares en barrios populares de Barranquilla.
Esta medida fue anunciada por la empresa de energía Air-e y afectará a municipios en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, donde la compañía opera y enfrenta una deuda combinada de casi 1 billón de pesos.
Según Air-e, el inicio de estos “periodos de continuidad” responde a la acumulación de una cartera morosa significativa en más de 20 localidades, incluyendo municipios como Luruaco y Malambo en Atlántico, que ya han comenzado a experimentar cortes desde horas tempranas del día hasta el anochecer. Para otros municipios, la medida entrará en vigor el 24 y 25 de julio.
La compañía explica que, a pesar de las acciones conjuntas realizadas con administraciones locales y autoridades, y los continuos llamados a los usuarios para mejorar los índices de recaudo, los altos niveles de cartera han obligado a Air-e a reactivar los períodos de continuidad para presionar el cumplimiento de las obligaciones financieras y asegurar la continuidad del servicio eléctrico esencial para el resto del mercado que atiende la empresa.