En intervenciones de inteligencia y labores coordinadas entre el Ejército Nacional y la Policía Nacional, fue capturado alias Bollo Negro, un importante jefe de sicarios del Clan del Golfo.
La detención se realizó en el sector de El Dique en Villavicencio, marcando un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado en los departamentos de Meta y Vichada.
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Wilmer Alejandro Calderón Roa, de 32 años, tiene fuertes acusaciones en su contra, incluyendo homicidios selectivos de finqueros y ganaderos en la zona rural del municipio de Barranca de Upía y otras localidades como Cumaral y Villavicencio.
De acuerdo al Ejército Nacional, el capturado no solo es reconocido por su historial de delitos, sino también por su posición dentro del Clan del Golfo, siendo el jefe de sicarios de la subestructura Gonzalo Oquendo Urrego. Las autoridades señalan que su arresto representa un golpe a la capacidad operativa y financiera de esta organización criminal.
La captura de alias Bollo Negro se logró gracias a la colaboración del Batallón de Infantería N. 20 y la Policía Nacional, quienes realizaron una operación de inteligencia en Villavicencio. Este individuo tenía una circular azul de Interpol y estaba en el cartel de los más buscados por su alta peligrosidad.
Además de los homicidios, alias Bollo Negro es responsabilizado de dinamizar el tráfico de estupefacientes y el desplazamiento intraurbano de familias extranjeras, como resultado de ajustes de cuentas dentro de la organización criminal, según el coronel Gerson Rincón, comandante de la Séptima Brigada. Las operaciones militares continúan en la región de Meta, con el objetivo de neutralizar a los grupos criminales que intentan desestabilizar la paz y seguridad local.
Según reportan las Fuerzas Militares, alias Bollo Negro habría sido subordinado de alias El Diablo, un importante cabecilla de uno de los grupos criminales más relevantes en Villavicencio.
Alias Bollo Negro le trabajó a alias El Diablo, uno de los máximos criminales en Villavicencio
La organización delictiva liderada por Norbey Olivares Rojas, alias El Diablo, fue desarticulada el 21 de mayo del 2024 tras una serie de operativos llevados a cabo en Villavicencio, según informaron las autoridades. Alias El Diablo fue arrestado y enviado a prisión acusado de ser uno de los principales distribuidores de cocaína y marihuana en la región, drogas que adquiría de las disidencias de las FARC.
El juez encargado del caso determinó que Olivares Rojas no solo distribuía sustancias ilegales, sino que también estaba involucrado en homicidios selectivos en los departamentos de Casanare y Meta.
El perfil delictivo de Olivares Rojas lo identifica como el líder de una organización que compraba grandes cantidades de alucinógenos para almacenarlas en una finca de su propiedad, ubicada en las cercanías de Villavicencio. Estas sustancias eran posteriormente distribuidas en las comunas tres y cuatro de la ciudad, donde se vendían al menudeo.
Para facilitar la distribución y ocultar los narcóticos, Olivares Rojas empleaba un inmueble que funcionaba bajo la fachada de una chatarrería en el área conocida como El Dique, a orillas del río Guatiquía. Este lugar servía como centro de operaciones para coordinar la distribución de drogas.
Los investigadores de la Fiscalía han vinculado a alias El Diablo con dos ataques armados, uno ocurrido el 20 de diciembre del 2023 en Villavicencio, donde una persona perdió la vida, y otro el 4 de marzo del 2024 en Hato Corozal, Casanare, que resultó en un herido.
Durante el operativo que culminó en su captura, otras ocho personas vinculadas a su grupo delictivo también fueron detenidas. La Policía añadió que, además de los cargos mencionados, se realizó un proceso de extinción de dominio de los bienes de Olivares Rojas, valorados en 10.000 millones de pesos.
La Fiscalía imputó a Norbey Olivares Rojas los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio, concierto para delinquir agravado con fines de extorsión, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. Sin embargo, ninguno de estos cargos fue aceptado por el acusado.
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