Luego de más de 30 años de la muerte de Pablo Escobar, la problemática que dejó el líder del cartel de Medellín con los hipopótamos que ordenó traer al Magdalena Medio desde África será intervenida por el Estado, esto como parte de la decisión que tomó el Tribunal Administrativo de Cundinamarca de que las autoridades deberán “adoptar medidas dirigidas a la erradicación de la especie”.
De acuerdo con el tribunal, existen fundamentos y consenso entre la comunidad científica del país, con argumentos basados en múltiples estudios sobre los hipopótamos, que resaltan que el impacto ambiental negativo que genera esta especie es incontrolable.
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Sobre las consecuencias, se informó que en caso de que no exista intervención oportuna, en 2035 la población de estos animales podrá superar los 1.000 individuos; sin embargo, mientras el Ministerio de Ambiente tendrá tres meses para que “reglamente las medidas de erradicación de la especie (caza de control y esterilización) que deban ser adoptadas por las autoridades ambientales de cada jurisdicción”, grupos de protección animal siguen rechazando la erradicación de los hipopótamos.
En diálogo con Infobae Colombia, el abogado Juan Pablo Sarmiento, profesor de derecho administrativo, investigador de asuntos de derecho ambiental, cambio climático y corrupción de la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, entregó su opinión sobre la decisión del tribunal desde el ámbito legal.
En primer lugar, el jurista destacó que la discusión sobre qué hacer con especies invasoras es una problemática mundial; sin embargo, debido al tiempo que se ha extendido la presencia de los hipopótamos en el país, se ha convertido en una situación que no se puede prolongar más.
“Este tema de los hipopótamos ha sido controvertido porque es una especia invasora que afecta al ecosistema y se está expandiendo y con ello genera problemas ecológicos, que se discute ahora en la COP de Cali. Lo que hace el tribunal es culminar y acelerar las decisiones administrativas, y es que a largo plazo con toda especia invasora hay que buscar y conseguir su extinción para que el ecosistema pueda mantener su equilibrio”.
Sarmiento recordó que en Colombia se han llevado a cabo múltiples jornadas de esterilización de los hipopótamos, pero al ser un proceso demorado y costoso, no ha ayudado a que se mitiga la forma en que estos animales se reproducen, lo que deja sin argumentos a varios aglomerados animalistas.
“Hay una tensión que ha llevado que estas decisiones se den de esta manera, la ruta es la más adecuada porque la tensión con los animalistas, que la extinción evite sufrimiento y la ruta más viable es la esterilización, se puede tomar la decisión de solo hacerlo con un género; sin embargo, no ha sido exitosa y evidentemente no ha llegado al ritmo que se esperaba e implica que se reproduzcan y tengan un nuevo problema adicional”.
Desde un aspecto personal, el jurista afirmó que respalda la decisión del tribunal principalmente por la preservación del ecosistema en el que habitan los hipopótamos, que no solo han afectado a los demás animales, sino también a la población civil del Magdalena Medio.
“Sin duda está ponderando el bienestar animal y el reestablecimiento del equilibrio ecológico, no es el único caso que tiene el país, pero hay que enfrentarse a estas decisiones de extinguir especies invasoras por el impacto que tienen en el ambiente, genera impactos y riesgo para los seres humanos”, puntualizó el abogado Sarmiento.
Esta opinión fue compartida por la periodista Diana Pachón, que ha cubierto la problemática de los hipopótamos desde 2009 y destacó que: “estamos hablando de 31 años, todos los gobiernos se han hecho los tibios con esa situación, más que todo desde 2009, siempre se ha manejado con tibieza la situación y se le entrega el problema al siguiente gobierno”.