En el Día de la Prevención del Suicidio, diversos expertos y autoridades de salud en Santander señalaron la creciente preocupación por la salud mental en la región. A medida que las cifras alarmantes emergen, se intensifica el llamado a una atención más eficaz para evitar que las personas en crisis recurran al suicidio.
La Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV), una de las entidades médicas más destacadas del país, publicó datos preocupantes que destacan la magnitud del problema en Santander. En 2024, la FCV reportó que aproximadamente 1.143 personas intentaron quitarse la vida en la región. De estos casos, el Hospital Internacional de Colombia (HIC) en Piedecuesta brindó atención a 545 pacientes, lo que resalta la presión que enfrenta el sistema de salud local.
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El psiquiatra del HIC, Dr. Roger Polanco, señaló que enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad, los trastornos psicóticos y la esquizofrenia son factores clave que contribuyen a los intentos de suicidio. Además, problemas como el consumo de sustancias, dificultades cognitivas y comportamientos impulsivos y agresivos también juegan un papel significativo en la crisis de salud mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que aproximadamente 700.000 personas se quitan la vida cada año en todo el mundo, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos, siendo los hombres los más afectados. En el contexto santandereano, los datos reflejan una situación alarmante, con un incremento notable en los intentos de suicidio. De los 1.143 intentos reportados, 17 involucraron a menores de edad, evidenciando la gravedad del problema desde una edad temprana.
Jerson Antonio Tavares, psicólogo y organizador de un abrazatón en Bucaramanga, destacó la creciente urgencia en la atención de salud mental. Según Tavares, el Sivigila reportó 535 intentos de suicidio hasta abril, pero las cifras se duplicaron para septiembre, lo que señala una emergencia en el ámbito de la salud mental.
“En muchísimos casos no llega al servicio de urgencia. Somos un grupo de psicólogos que de manera gratuita y voluntaria podemos prestar los primeros auxilios, disponemos de diferentes líneas, sobre todo del Crue, y podemos direccionar con las clínicas psiquiátricas y bomberos para hacer el abrazatón y ayudar a la gente”, afirmó Tavares.
Recomendaciones ante signos de alarma
Cuando alguien cercano muestra signos de alarma relacionados con la salud mental, es crucial actuar con sensibilidad y apoyo. Aquí hay algunas recomendaciones para ayudar a manejar la situación de manera efectiva:
- Escuchar sin juzgar: proporcione un espacio seguro y libre de juicio para que la persona pueda expresar sus sentimientos y preocupaciones. Escuchar atentamente puede ofrecer alivio y ayudar a identificar las necesidades de apoyo.
- Mostrar empatía y comprensión: reconozca que la persona está pasando por una situación difícil. Use un lenguaje empático y evite minimizar sus sentimientos. Asegúrese de que sientan que su experiencia es válida y que se les toma en serio.
- Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: anime a la persona a buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo, psiquiatra o consejero. Ofrezca acompañamiento para facilitar la búsqueda de un profesional adecuado y para asistir a las citas si es necesario.
- Mantener una comunicación abierta: mantenga un diálogo continuo y abierto. Pregunte regularmente cómo se siente y si hay algo que pueda hacer para ayudar. Asegúrese de que sepan que estás disponible para brindar apoyo continuo.
- Fomentar actividades positivas: ayude a la persona a involucrarse en actividades que les gusten o que les hayan proporcionado consuelo en el pasado. La participación en actividades placenteras puede mejorar el estado de ánimo y ofrecer distracción positiva.
- Observar señales de riesgo inmediato: preste atención a señales de riesgo inmediato, como comentarios sobre suicidio, autolesiones o comportamientos extremadamente preocupantes. Si cree que la persona está en peligro inmediato, contacta a los servicios de emergencia de inmediato.
- Ofrecer apoyo práctico: ayude con tareas diarias que puedan parecer abrumadoras, como la compra de alimentos o la gestión de compromisos. El apoyo práctico puede aliviar el estrés y permitir que la persona se concentre en su bienestar.
- Promover el autocuidado: anime a la persona a cuidar de sí misma a través de prácticas de autocuidado, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado. El autocuidado es una parte importante del proceso de recuperación.
- Cuidar de ti mismo: apoyar a alguien en crisis puede ser emocionalmente agotador. Asegúrese de también cuidar tu propio bienestar y buscar apoyo si lo necesitas. Mantener un equilibrio personal le permitirá ofrecer apoyo de manera efectiva.