En una jornada marcada por la violencia y la desesperanza, el municipio de Floridablanca, en Santander, fue escenario de una tragedia que dejó dos personas heridas y una muerta. El incidente, que tuvo lugar en el Parque Las Llaves, comenzó como un conflicto menor relacionado con un teléfono móvil y se transformó en un violento enfrentamiento que resultó en una pérdida irreparable.
Sergio Ávila, el joven que se convirtió en la víctima de este desafortunado episodio, había adquirido recientemente un teléfono móvil que, al parecer, no cumplía con sus expectativas en cuanto a funcionamiento.
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Decidido a resolver el problema, Ávila se puso en contacto con tres individuos para que realizaran el mantenimiento del dispositivo. Después de pagar una suma inicial por el servicio, Ávila acordó encontrarse con los responsables en el Parque Las Llaves para completar el pago y recuperar su celular.
Aunque Ávila cuando llegó al lugar convenido, fue informado de manera sorpresiva y desafortunada que el teléfono había sido extraviado y que no se le devolvería el dinero que había pagado. Esta noticia provocó una reacción de gran enojo y frustración en Ávila, que, enfurecido por la situación, decidió tomar medidas drásticas.
En un arrebato de ira, Ávila atacó a Julián Leiton, uno de los presuntos responsables del manejo del celular, con un arma blanca. Leiton recibió una herida en la pierna derecha durante el altercado. Acompañado por su hermano, Julián Javier Leiton Rojas, ambos respondieron al ataque. En un violento enfrentamiento que se desató en el parque, Leiton Rojas logró herir fatalmente a Ávila en el tórax.
El violento enfrentamiento y la trágica pérdida de Ávila no tardaron en ser reportados a las autoridades. La policía, que se encontraba en el área realizando patrullajes, actuó rápidamente y capturó a los agresores en flagrancia. Ávila fue trasladado de inmediato a la Clínica Foscal, donde fue sometido a una cirugía de emergencia en un intento por salvar su vida. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos del equipo médico, Ávila falleció durante el procedimiento quirúrgico debido a la gravedad de sus heridas.
Por su parte, Julián Javier Leiton Rojas también fue trasladado a un centro asistencial para recibir atención médica. Su herida, aunque menos grave que la de Ávila, requirió evaluación exhaustiva para determinar si afectaba alguna arteria vital. Los médicos han decidido mantenerlo en observación para asegurar su recuperación completa.
El caso ha generado una profunda conmoción en la comunidad local, que se encuentra a la espera de que las autoridades esclarezcan todos los detalles del incidente. La policía continúa con las investigaciones para comprender a fondo las circunstancias que llevaron a este trágico desenlace y para determinar la responsabilidad de los implicados en el conflicto.
El fin de semana también fue testigo de actos de violencia en Bucaramanga y su área metropolitana. En el barrio El Bueno, la situación se tornó caótica cuando uniformados de la policía fueron agredidos mientras intentaban controlar una riña relacionada con el consumo de alcohol. Este incidente muestra un patrón preocupante de violencia y desorden en la región, afectando no solo a los ciudadanos, también a las fuerzas del orden.
En otro hecho de violencia, el barrio Luz de Salvación de Bucaramanga fue escenario de un ataque armado que dejó a un hombre gravemente herido. Cuatro hombres armados, que llegaron al lugar en motocicletas, ingresaron a un edificio y se dirigieron directamente al quinto piso. Sin mediar palabra, abrieron fuego contra la víctima en múltiples ocasiones, antes de escapar rápidamente en una dirección desconocida.
Estos eventos subrayan la creciente preocupación por la seguridad en la región y la necesidad urgente de medidas efectivas para combatir la violencia que afecta a diversas comunidades. Las autoridades están trabajando para esclarecer ambos casos y asegurar que los responsables enfrenten la justicia correspondiente, mientras la comunidad sigue en alerta ante la escalada de violencia en la región.