En una problemática que se ha mantenido en Colombia desde hace más de 40 años, teniendo en cuenta que Pablo Escobar compró los predios de la Hacienda Nápoles en 1979, los hipopótamos que trajo el capo al país y que se han reproducido hasta llegar a ser más de 160 siguen generando malestar en el Magdalena Medio.
Ante esta situación, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó a “las autoridades ambientales adoptar medidas dirigidas a la erradicación de la especie, con fundamento en el consenso de la comunidad científica, que a través de los años (particularmente desde 2007 a 2024) ha realizado varios estudios de estos ejemplares respecto a sus características, origen y el impacto ambiental que ocasionan”.
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Sumado a esto y teniendo en cuenta que, si no se toman cartas en el asunto, esto provocará que en 2035 la población de estos animales supere los 1.000 individuos, el tribunal le otorgó al Ministerio de Ambiente tres meses para que “reglamente las medidas de erradicación de la especie (caza de control y esterilización) que deban ser adoptadas por las autoridades ambientales de cada jurisdicción”, lo que ha generado un nuevo debate sobre el tema en Colombia.
Ante esta situación, en diálogo con Infobae Colombia, la periodista y documentalista Diana María Pachón, que es socia fundadora de CasaMacondo y una de las personas que más ha cubierto las problemáticas que ha generado la invasión de los hipopótamos en el país, entregó su postura sobre la decisión del tribunal.
En primer lugar, Pachón recordó que comenzó a investigar sobre el caso luego de que se registró la muerte de “Pepe”, uno de los hipopótamos de Escobar que, tras la muerte del capo, escapó de la Hacienda Nápoles y en 2009 fue cazado por el Ejército Nacional, las autoridades de la región y el Ministerio de Ambiente, por lo que ha sido testigo del abandono que existe por parte del estado en este aspecto.
“Ya era hora de tomar la decisión, desde el 93 hasta acá, estamos hablando de 31 años, todos los gobiernos se han hecho los tibios con esa situación, más que todo desde 2009, siempre se ha manejado con tibieza la situación y se le entrega el problema al siguiente gobierno y lo que se ha ido en plata con los hipopótamos es mucho más de lo que se ha puesto con especies nuestras”.
La periodista afirmó que no quiere que su postura sea sacada de contexto, ya que entiende que los hipopótamos no son culpables, pero su presencia ha afectado al ecosistema y a la población civil de la zona.
“No tienen la culpa de estar acá, son víctimas de Pablo Escobar, pero finalmente se salió de control por la tibieza del gobierno, la culpa la tiene Escobar, pero también el Gobierno por no manejar la situación. En estos años se han registrado dos ataques que han sido graves, en uno casi mata y la víctima quedó lisiada de por vida, entonces los pescadores del Magdalena Medio dicen: “Si el gobierno no controla esto, entonces lo controlamos nosotros”.
La periodista destacó que también está la postura de las personas que se benefician por el turismo que provocan los hipopótamos y recordó que a pesar de que se ha señalado al Parque Temático Hacienda Nápoles, los administradores de este lugar afirman que “todo el tema hay que plantearlo con ellos porque (Los hipopótamos) son de la nación”.
“Hay dos miradas frente al hipopótamo, la de Doradal, donde los habitantes los ven como animales tiernos que se pasean, yo los he visto, cuando están en tierra son inofensivos y mueve el turismo, pero en el río Magdalena, donde están más salvajes la situación es distinta y grande, hablamos de más de 2.000 kilómetros cuadrados de agua desde Doradal hasta Barrancabermeja”.
Sobre el crecimiento de la problemática, Pachón destacó que esta especie tiene en Colombia un lugar propicio para su reproducción y que, al ser territoriales, se dividen en grupos, lo que provoca que abarquen más territorio.
“No es tanta la cantidad, sino las consecuencias, es un territorio bastante amplio. Hay comunidades, fauna, también si miramos en el mapa, esa zona es llena de agua y es abierta, las ciénagas y de ahí todo el territorio es grande y hace que sea incontrolable el problema. En Colombia no hay sequías, no hay depredadores, es un paraíso y los hipopótamos se pueden reproducir más rápido que en África”.
Por último, la documentalista destacó que hay problemas que han surgido desde la presencia de los hipopótamos, como la venta de crías, que, desde su opinión, es el resultado de una problemática que no ha tenido ningún tipo de intervención por parte del Estado.
“Hay quienes se quieren llevar 20 hipopótamos, pero duran tres años hablando y ya no van a ser 20, sino 500, porque se siguen reproduciendo. Hay una tibieza frente a la invasión y el problema es muy grande, soy defensora del ambiente, pero se salió de control y el problema sigue creciendo sin que se tomen medidas”.