Han pasado varias semanas desde que la vida del conductor de un Audi verde cambió radicalmente. Un robo del que fue víctima y al que reaccionó llevándose con su carro a los victimarios es hoy su pan de cada día, pues no solo enfrenta un proceso con la Fiscalía, sino que asegura sentirse vulnerable ante posibles retaliaciones de criminales del gremio de motoladrones.
El hombre, cuya identidad fue reservada, concedió una entrevista a la revista Semana, medio de comunicación en el que, inicialmente, relató su versión de los hechos, la recapitulación del acontecimiento que fue cubierto a nivel nacional y cuyas repercusiones no son desestimables en su vida.
“Me abordan abruptamente dos sujetos en motocicleta, uno de ellos se me lanza con un cuchillo, me lanza una puñalada —considero yo— a nivel de muerte, afortunadamente no terminó con mi vida en ese momento y, posteriormente, suceden los contextos que en su momento se van a aclarar”, expuso.
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La víctima del atraco asegura que, además de la puñalada recibida, entre los ladrones hablaron de darle un disparo en caso de que se moviera u opusiera resistencia al robo. Expone que su capacidad regulatoria emocional se anuló por completo debido al nivel de pánico que experimentó en el momento, pues estaba casi convencido de que sería asesinado.
“No, eso fue terrible. Sentí pavor. En este momento estoy angustiado, estoy en una situación que la vida me tomó un rumbo desafortunado. Todo lo que ha pasado a hoy, los temas de seguridad afectan, las amenazas, las represalias que puedan tomar estos delincuentes; definitivamente, más que temor, estoy aterrado, es una situación atípica, nunca había sufrido una situación tan desafortunada como esta”, relata.
Uno de los mayores temores del hombre (y de su familia) es que, por su reacción, termine judicializado. Señala que, a pesar de todo, confía en la ecuanimidad de una justicia que lo reconozca como víctima.
“Confío plenamente en la justicia, que esté de mi lado y no de los bandidos. Que los ciudadanos de a pie podamos disfrutar de una seguridad, de una vida normal, que podamos salir a la calle sin temor, sin el pavor de que nos van a asesinar, de que nos van a robar, de que nos van a rapar fácilmente la vida de una manera despiadada. La gente que día a día lucha por este país lucha por sus sueños, por su trabajo, por sus vidas, por sus familias”, afirma.
Teniendo en cuenta que uno de los ladrones logró huir, uno de los mayores temores del conductor del vehículo en ese momento era que el criminal regresara para, estando la víctima en situación de indefensión (acababa de chocar un árbol) le diera un tiro de gracia, en retaliación a su acción defensiva.
“Todo esto lo desencadena un escenario de miedo, de altísimo temor. Yo soy una persona que ha sido expuesta en temas de riesgo, en temas de hurto; puntualmente, en este caso, es una tentativa de asesinato. Le doy muchas gracias a Dios de haber salido con vida de esta situación. Desde el momento que me abordan, yo paso tres epicentros, el más fuerte, en el que fácilmente hubiera podido perder la vida, en el momento del atraco. También en el momento de la colisión, y cuando pienso en la represalia del otro delincuente que se fuga, hubiese podido llegar al lugar de los hechos, donde culmina la situación, y rematarme” asegura.
La relación con sus familiares también se ha visto afectada, pues debido a lo amenazado que se siente, asegura que ha tenido que alejarse de sus hijas pues teme exponerlas a algún posibles riesgos relacionados con los victimarios.
“Que no les dé la razón a los delincuentes que se salen con la suya. Ellos se mofan de esta clase de situaciones; roban, atracan, son unos pillos y no sucede nada. La Policía, con sus grandes esfuerzos, los captura y desafortunadamente terminan libres para continuar delinquiendo”, concluyó.