A hoy, Colombia posee seis glaciares, los cuales están representados en cuatro volcanes, entre ellos están el Nevado del Ruíz, Santa Isabel, Tolima y Huila. Además de contar con dos sierras nevadas, que son la de Santa Marta y el Cocuy.
Uno de ellos, que es el volcán nevado Santa Isabel, dejó de ser catalogado como glaciar desde el 2023, ya que ha perdido casi la totalidad de su cobertura de nieve, y el último pico (glaciar Conejeras) está por desaparecer.
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En este caso, así lo afirma Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN), la autoridad ambiental de las 65 áreas protegidas del país. Según los datos emitidos por la institución, el reciente paso de el fenómeno del Niño, aceleró el proceso de derretimiento de la poca cobertura blanca en el Santa Isabel.
En los últimos 100 años, Colombia perdió ocho glaciares, tipo volcanes nevados. En este siglo las despedidas dieron inicio con el volcán Puracé que perdió su manto en 1940. Después le siguieron el volcán Galeras y el volcán Sotará, que antes de finalizar la década, en 1948, terminaron de deshelarse.
De acuerdo con datos del Ideam, 347 kilómetros cuadrados de glaciares que tenía Colombia hace 80 años, hoy quedan menos de 34.
En este caso, Jorge Luis Ceballos, glaciólogo colombiano y profesional del Ideam, menciona que la cobertura blanca de los glaciares, y su rápida pérdida, indican de forma acelerada que los seres humanos han cambiado las condiciones de vida dentro del planeta.
En este punto, aparte de reconocer que el derretimiento de los glaciares es una transformación que transcurre en los ciclos normales de la Tierra, también afirma que la huella antropogénica (la de nosotros los seres humanos) ha acelerado este proceso.
Una pérdida que impacta
De acuerdo con la Revista Espejo, Ceballos asegura que “los glaciares están respondiendo a las nuevas condiciones de la atmósfera baja, donde todo se está acomodando y distribuyendo. Están cambiando su estado de sólido a líquido y esto es impactante, porque las montañas blancas impactan, y ver que se están desvaneciendo… es una pérdida del patrimonio ambiental”.
Por otro lado, y según Ceballos, los glaciares son altamente sensibles a los cambios en la capa más baja de la atmósfera (troposfera), que es la más afectada por el cambio climático y los gases de efecto invernadero (GEI). Eso sucede, porque en el país los glaciares tienen dos particularidades debido a su posición geográfica: son ecuatoriales y tropicales.
Tomando como referencia los datos emitidos por el Ideam, los glaciares en Colombia, al estar cerca al trópico de cáncer y a la línea ecuatorial, son “pequeños y bajitos, muy sensibles al clima y sus variaciones y están fragmentados en varios puntos de la montaña”.
Cambio Climático el responsable
Por otra parte, el Estudio Nacional del Agua (ENA) destaca que el cambio climático es el principal responsable del acelerado derretimiento de los glaciares en el país.
No obstante, el análisis también indica que hay más factores que contribuyen a este proceso, como es el caso de la deforestación en áreas circundantes a los nevados que, al incrementar la pérdida de cobertura vegetal en algunos ecosistemas de alta montaña, reduce la capacidad de los ecosistemas para retener humedad y contribuye al calentamiento global.
Dicho desequilibrio contribuye al deshielo de los cuerpos blancos. pues el estudio revela que otras actividades humanas como la minería y la agricultura intensiva en diferentes zonas del país generan emisiones de GEI adicionales, que exacerban el calentamiento global y alteran los patrones de precipitación, reduciendo la capacidad de los nevados de generar y conservar masas sólidas de hielo.