Cierran la zona del Parque Nacional en la que estuvieron los embera

Realizarán un estudio del estado en que se encuentra el arbolado y la fauna de ese emblemático espacio de esparcimiento, luego de que la comunidad ancestral permaneciera allí por 10 meses

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Indígenas emberas caminan en el
Indígenas emberas caminan en el Parque Nacional este 6 de septiembre, en Bogotá (Colombia). EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

Durante la noche del sábado 7 de septiembre, el secretario General de la Alcaldía Mayor de Bogotá, Miguel Silva Moyano, señaló en su cuenta oficial de la red social X que las zonas en las que permaneció la comunidad indígena embera estarían cerradas por algunos días, mientras se les realiza “acciones de recuperación”.

El funcionario anexó en su trino un comunicado oficial en el que se anunció de la intervención en los sectores que, además, fueron señalizados por las entidades que le compete este tipo de intervenciones en la ciudad.

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”Las Secretarías Distritales de Salud y Ambiente hacen un llamado a los ciudadanos para que no ingresen a las zonas demarcadas en el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, mientras se ejecutan una serie de acciones preventivas”, encabezaron la misiva.

Las labores iniciarán el próximo lunes 9 de septiembre, donde no se realizarán limpieza en la zona, sino que también se revisará el estado medioambiental de ese espacio de esparcimiento en el centro histórico de Bogotá, donde permanecieron los últimos tres años, de forma intermitente, los integrantes de esa comunidad indígena que huyó desplazada por la violencia desde el departamento del Chocó.

“Las Entidades se permiten informar que, en el marco de la recuperación del Parque, a partir del lunes 09 de septiembre de 2024 se estarán adelantando acciones de control de vectores plaga, labores de identificación de arbolado en riesgo y verificación de la fauna en el perímetro establecido entre la Carrera quinta y séptima y entre la Calle 34 y la Diagonal 40”, detalla el comunicado.

En el mismo dejaron una serie de recomendaciones para la ciudadanía que suele acudir a ese emblemático parque bogotano.

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Indígenas emberas caminan en el Parque Nacional este 6 de septiembre, en Bogotá (Colombia). EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

“No ingresar al perímetro demarcado. Evitar el tránsito de animales de compañía. No disponer de residuos sólidos en las áreas aledañas. No hacer uso de los espacios recreativos y deportivos aledaños al perímetro del parque. En caso de evidenciar arbolado en riesgo o fauna afectada, contactar a la línea 123”, indicaron.

Finalmente, anunciaron que hasta que dichas directrices se mantendrían “hasta que se tengan condiciones ambientales y sanitarias que permitan la habilitación plena del parque”.

Se debe recordar que el viernes 6 de septiembre inició el proceso de retorno de los embera que habían permanecido por 10 meses en el Parque Nacional, luego de que abandonaran nuevamente los albergues que dispuso para ellos la Alcaldía de Bogotá, y el parque de La Florida, a donde fueron enviados por un acuerdo que lograron con la administración antecesora de Claudia López.

Ellos acudieron a ese punto, donde se habían asentado en 2021, como consecuencia del conflicto armado, tras huir por las acciones de organizaciones armadas al margen de la ley que se disputan las rentas ilegales en el occidente del país.

Sin embargo, en ese último arribo lo hicieron como protesta por lo que señalaron que era el incumplimiento de los gobiernos Distrital y Nacional para su reasentamiento en sus territorios ancestrales.

Fotografía de indígenas desplazados en
Fotografía de indígenas desplazados en campamentos improvisados en el Parque Nacional de Bogotá (Colombia). Foto de archivo. EFE/ Carlos Ortega

Pero fue después de un largo trabajo de concertación con esa comunidad, la Alcaldía Mayor y la Unidad de Víctimas, que se logró el importante acuerdo con el que se inició la salida de estas comunidades del parque.

Desde esa entidad indicaron que en la primera fase, 58 familias fueron trasladadas a diversas localidades del municipio de Pueblo Rico en Risaralda. En la segunda fase, 146 familias se mudaron principalmente a la comunidad de Cascajero y otras aldeas tradicionales de la comunidad embera. Finalmente, en la tercera fase, otras 58 familias retornaron a territorios como Oscordo, Las Torres y Arenales en Risaralda, informaron en el periódico El Tiempo.

“Es una extraordinaria noticia para el país, hemos hecho un esfuerzo enorme para construir las condiciones de vida digna que les permita retornar, reubicarse o integrarse en Bogotá,” afirmó Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas.

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