El sábado 7 de septiembre de 2024, un inusual incidente tuvo lugar en Floridablanca, Santander, donde 45 auxiliares de la Policía Nacional fueron trasladados de urgencia a la Clínica de la Policía de Bucaramanga tras sufrir una intoxicación.
Según el comunicado emitido por la Policía Metropolitana de Bucaramanga, los uniformados presentaron síntomas como vómito y náuseas después de haber sido expuestos a químicos utilizados durante una fumigación en la finca de carabineros.
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La fumigación fue parte de un procedimiento de desinfección orientado a eliminar criaderos del zancudo transmisor del dengue y otros vectores en las instalaciones policiales. A pesar de las medidas preventivas adoptadas para garantizar la seguridad de los ocupantes, los auxiliares fueron afectados por los compuestos químicos utilizados en el proceso.
La Policía Metropolitana de Bucaramanga emitió un comunicado en el que detalló los hechos y tranquilizó a la opinión pública sobre el estado de salud de los afectados. Según el documento, los auxiliares de la institución fueron trasladados de manera preventiva al Establecimiento de Sanidad Policial Complementario, donde recibieron atención médica inmediata.
En el comunicado oficial se especificó que, “gracias a la activación de los protocolos, ya se encuentran estables y no presentan complicaciones de salud”. De esta manera, las autoridades policiales dejaron en claro que, aunque la situación fue preocupante, todos los afectados están fuera de peligro y bajo observación médica.
La fumigación en la finca de carabineros fue parte de un esfuerzo preventivo para evitar la propagación de enfermedades como el dengue, que es transmitido por el zancudo Aedes aegypti. Según la Policía Nacional, las acciones de control hicieron parte de los protocolos de protección de la salud pública, con el objetivo de reducir posibles focos de contagio en las instalaciones.
La institución destacó que, pese a la implementación de medidas preventivas, que incluyeron la inducción y orientación previa a la actividad, el aislamiento y oxigenación de los espacios fumigados, así como la verificación antes de permitir la ocupación, los 45 auxiliares resultaron afectados. “Estas acciones de control se desarrollan en el marco de la protección de la salud pública para evitar cualquier propagación, y pese a las medidas preventivas adoptadas (...) se registra esta situación donde brindamos todo el acompañamiento que institucional y humanamente corresponde”, se lee en el comunicado.
Acompañamiento y monitoreo de los afectados
La Policía Nacional aseguró que continuará brindando toda la atención médica necesaria a los afectados hasta que no presenten ninguna sintomatología. Además, la institución señaló que ha mantenido constante comunicación con las familias de los auxiliares involucrados en el incidente para garantizar que estén informadas sobre el estado de salud de sus seres queridos.
“Continuaremos en una etapa de observación y acompañamiento con expertos de nuestra sanidad Policial, hasta tanto se supere toda sintomatología”, destacó la Policía en el comunicado, reafirmando su compromiso con la salud y bienestar de sus miembros. Esta acción también busca garantizar la tranquilidad de los familiares, quienes fueron notificados tan pronto se tuvo conocimiento de la situación.
Este incidente ha puesto en evidencia la importancia de seguir estrictos protocolos de seguridad durante las fumigaciones y otros procedimientos de desinfección en instalaciones donde habitan o trabajan personas. Aunque las medidas preventivas fueron tomadas por la Policía Nacional, el contacto de los auxiliares con los químicos utilizados en la fumigación llevó a una situación inesperada que, afortunadamente, no derivó en complicaciones graves de salud para los afectados.
A nivel general, el uso de insecticidas y productos químicos en operaciones de control de plagas, como en este caso el mosquito transmisor del dengue, requiere un manejo adecuado y controlado para evitar la exposición de las personas a los compuestos tóxicos. La intoxicación por inhalación de estos productos puede generar una variedad de síntomas, desde leves hasta severos, por lo que las autoridades deberán revisar los procedimientos actuales para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.