El incremento en el precio del ACPM, acordado entre el Gobierno nacional y el gremio del transporte de carga, aumenta los costos operativos del sistema de transporte masivo Transmilenio en Bogotá en hasta 10.000 millones de pesos en 2024.
Este aumento, que comenzará con un ajuste de $400 por galón, desde el momento en el que se firme la resolución que modifica el precio que empezó a regir desde el 31 de agosto y que dejaba el precio del Diésel en $1.904, afectará directamente al parque automotor del Sistema Integrado de Transporte Público (Sitp), donde un 68% de los autobuses funcionan con diésel.
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El acuerdo establece dos incrementos: uno de $400 por galón, vigente desde este fin de semana, y otro adicional de $400 que se implementará a partir del 1 de diciembre, según informaron la ministra de Transporte María Constanza García y el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla.
Transmilenio S. A. mostró su preocupación por el impacto financiero que este aumento tendrá sobre el sistema de transporte masivo. Estimaciones de la empresa, indican que los costos adicionales oscilarán entre $6.500 millones y $10.000 millones de pesos para este año. La empresa también advirtió sobre un impacto significativo para el 2025.
El incremento de precios del ACPM surge como una medida coordinada por los ministerios de Transporte y Hacienda con el propósito de regular el mercado de combustibles. Según el Ministerio de Hacienda, los dos aumentos de $400 por galón de este año se aplicarán a sistemas de transporte masivo como el de Bogotá.
Frente a esta situación, Transmilenio le solicitó al Gobierno considerar una exención o tarifa diferencial para los sistemas de transporte masivo, especialmente para garantizar la prestación del servicio en buenas condiciones para los usuarios, principalmente de estratos 1 y 2.
Los operadores del sistema indican que el combustible representa alrededor del 25% del costo operativo total del sistema, junto con otros factores como costos de capital de los vehículos, mano de obra, mantenimiento y energía.
En cuanto al Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá (Sitp), tiene actualmente con una flota de 11.006 autobuses, de los cuales alrededor del 68% utilizan diésel, mientras que 1.485 autobuses son eléctricos, 2.143 funcionan con gas natural vehicular y 335 son híbridos.
En términos de logística financiera, Transmilenio paga a los operadores de autobuses troncales y zonales en base a múltiples variables, siendo el combustible una de las más críticas. Los operadores anticipan que los dos incrementos de $400 por galón representarán un impacto del 10 por ciento en sus costos, lo que debería llevar a un aumento en la tarifa técnica.
Darío Hidalgo, experto en transporte y docente de la Universidad Javeriana, comentó a El Tiempo que si el precio del combustible corresponde a una cuarta parte del costo total de la operación, un incremento de $800 significaría un ajuste de aproximadamente $110 en la tarifa. técnica.
Este incremento financiero podría traducirse en un eventual aumento de tarifas para los usuarios o en una mayor inyección de recursos en el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), actualmente estimado en un déficit de 3,1 billones de pesos para este año.
“Parece muy difícil mantener la tarifa de los usuarios en $2.950”, añadiendo que “en 2025 el Distrito tendrá que aumentar la tarifa entre $200 y $300 para solventar el incremento en el valor de energéticos y el alza anual de salarios, entre otros”, dijo Hidalgo al medio citado.
Si bien aún no se han anunciado oficialmente aumentos en la tarifa de pasajeros para este año, los operadores no descartan que los costos operativos ajustados impacten directamente en el fondo distrital del FET, el cual se nutre de recursos provenientes de impuestos y otros ingresos del distrito.