El Ministerio de Agricultura entregó un balance el jueves 5 de septiembre sobre las consecuencias del paro nacional de transportadores que impactó drásticamente el abastecimiento de alimentos en el país.
La caída en el ingreso de vehículos a las principales centrales de abastos resultó muy significativa, afectando el suministro de alimentos y los precios del mercado.
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En Corabastos, la central mayorista de Bogotá, el número de vehículos que ingresaron cayó un 55%, mientras que en Centroabastos, en Bucaramanga, la reducción fue aún mayor, alcanzando un 76,8%, según informó el Ministerio de Agricultura. Estas cifras muestran, a una semana del inicio del paro el 28 de agosto, una disminución general del 49,7% en el acopio comparado con el nivel previo a la huelga.
“Hoy (6 de septiembre) entraron 731 vehículos con 5.543 toneladas, si comparamos eso con el mismo día de la semana pasada hay una reducción de menos 48% en vehículos y menos el 47% en toneladas”, afirmó a Infobae Colombia el subgerente comercial de Corabastos, Mauricio Cedeño.
“A la luz del levantamiento del paro nosotros esperamos que se normalice a los comportamientos promedio de los días, me explico, diariamente deben estar entrando 10.500 toneladas en promedio y más o menos 1.500 vehículos, entonces paulatinamente a medida que vayan llegando los vehículos esperamos que se normalice la situación”, agregó Cedeño.
Para el subgerente de Corabastos se espera que la llegada de alimentos a esta central de abastos se normalice en un plazo no mayor a tres días, esto por cuenta de temas logísticos de los transportadores y de Corabastos.
“Por la experiencia que se tiene, esperamos que más o menos sea en dos o tres días, pues porque los camiones tienen que ir hasta las fincas, hasta los territorios de donde procede la mercancía y en ese tránsito y en el cargue y descargue consideramos que en ese tiempo se estabilice la situación, pero en la actualidad hay mucho producto, nosotros gracias a Dios nunca hemos tenido desabastecimiento”, indicó Mauricio Cedeño.
Para el subgerente de Corabastos, ningún producto estuvo en riesgo de perderse por los represamientos ocasionados por los bloqueos de los transportadores durante el paro que completó cinco días. “El plátano no llegó verde, llegó maduro, pero no llegó ningún alimento dañado”, dijo Mauricio Cedeño.
Según el directivo de la central de abastos de Bogotá, con el regreso a la normalidad en el ingreso de alimentos los precios empezarían a bajar. “Recordemos que todo se da por oferta y demanda, es importante entender que a menor ingreso de productos hay un mayor precio, pero si hay un mayor ingreso, el precio baja que es lo que esperamos que suceda”, afirmó Cedeño.
Por su parte, el Sistema de Información de Precios (Sipsa) del Dane registró aumentos significativos en los precios de varios productos. En Neiva, el precio del kilo de lechuga Batavia subió 280%, alcanzando los $3.040, mientras que en Cali el precio de la misma lechuga incrementó un 258%, llegando a los $3.077 por kilo. Otros productos como el tomate, que en Armenia subió un 93% con un costo de $3.939 por kilo, y la cebolla cabezona también vieron alzas importantes.
Las frutas frescas no fueron la excepción. En Manizales, el precio del kilo de maracuyá aumentó 69%, vendiéndose a $4.500, y en el mercado de Corabastos en Bogotá, el tomate de árbol registró un aumento del 29%, con un precio de $3.000 el kilo. Entre los tubérculos más afectados están la papa criolla, la arracacha, el plátano verde y la yuca.
Las centrales de abastos más afectadas por la crisis de abastecimiento incluyen Centroabastos en Bucaramanga, la Plaza Samper Mendoza en Bogotá, el Complejo de Servicios del Sur en Tunja, Cavasa en Cali y Mercabastos en Valledupar, según el balance del Ministerio de Agricultura.
Para contrarrestar estos efectos negativos, el Gobierno había anunciado la habilitación de corredores humanitarios o caravanas de abastecimiento, pero con el levantamiento del paro en horas de la mañana del viernes 6 de septiembre se espera que empiecen a llegar alimentos a los diferentes centros de acopio del país para que los precios empiecen a bajar y esto no continúe repercutiendo en los bolsillos de los consumidores.