Incendios en Amazonía y Valle de río Magdalena afectaron la calidad de aire en Bogotá: ¿hay alerta en la capital?

Pronósticos indican un ascenso en la concentración de materiales particulados, lo que podría agravar las condiciones de salud para los más vulnerables

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Incendios en regiones cercanas y vientos favorecen la dispersión de contaminantes, persistiendo la capa de polución en la atmósfera de la capital - crédito Secretaría de Ambiente
Incendios en regiones cercanas y vientos favorecen la dispersión de contaminantes, persistiendo la capa de polución en la atmósfera de la capital - crédito Secretaría de Ambiente

De acuerdo con la Secretaría Distrital de Ambiente, Bogotá enfrenta un deterioro en la calidad del aire debido a factores exógenos. Y es que debido a los incendios forestales en la Amazonía y el Valle del río Magdalena se registró la dispersión de material particulado fino (PM2.5) en la capital. Dicho fenómeno ha sido exacerbado por los vientos provenientes del sur del continente.

La entidad reportó que los vientos débiles característicos del clima en Bogotá están contribuyendo a que el material particulado permanezca suspendido en la atmósfera. Lo que da resultado a una capa de contaminación visible, especialmente en el oeste de la ciudad, afectando de manera notable las condiciones atmosféricas locales.

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A pesar del aumento en los niveles de PM2.5, las condiciones actuales no cumplen con los criterios necesarios para declarar una alerta por contaminación, aclaró la Secretaría de Ambiente. Sin embargo, se prevé que el impacto de esos materiales particulados en el aire de Bogotá podría intensificarse en los próximos días.

Para el jueves 5 de septiembre, las proyecciones indican un incremento significativo en las concentraciones de PM2.5, estimándose un aumento de alrededor de 13 microgramos por metro cúbico (µg/m³). El valor representa aproximadamente el 70% de las concentraciones anticipadas para esa jornada.

Las autoridades ambientales de Bogotá mantendrán un monitoreo constante sobre la calidad del aire y están comprometidas en informar oportunamente a la ciudadanía sobre cualquier cambio relevante en las condiciones atmosféricas o en los niveles de contaminación registrados.

Pronósticos indican un ascenso en la concentración de materiales particulados, lo que podría agravar las condiciones de salud para los más vulnerables - crédito Secretaría de Gobierno
Pronósticos indican un ascenso en la concentración de materiales particulados, lo que podría agravar las condiciones de salud para los más vulnerables - crédito Secretaría de Gobierno

La entidad invitó a la población en general, en especial los grupos sensibles como niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias, a que tomen las precauciones necesarias para minimizar su exposición a la contaminación del aire.

Cómo ayudar a mejorar la calidad del aire:

  • Promover el teletrabajo para evitar desplazamientos.
  • Para movilizarse, use medios alternativos no motorizados (caminar, bicicleta, entre otros).
  • Utilice transporte público o comparta el vehículo particular y mantenga al día la revisión técnico-mecánica.
  • Evite el uso de aerosoles (pinturas, ambientadores, entre otros).
  • No queme basuras o materiales como carbón o madera, no arroje colillas de cigarrillo al suelo, ni vidrios, botellas, desperdicios o cualquier tipo de material combustible y no use pólvora.

Cómo se mide la calidad del aire en Bogotá

La ciudad cuenta con un meticuloso sistema para evaluar la calidad del aire de la ciudad. La Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá (Rmcab) está compuesta por 20 estaciones estratégicamente ubicadas. Cada estación está equipada con sensores y analizadores automáticos para monitorizar en tiempo real la concentración de distintos contaminantes en la atmósfera, como PM10, PM2.5, O3, SO2, NO2 y CO.

Esas estaciones, ubicadas cuidadosamente en puntos específicos de Bogotá para evitar interferencias y respetando las normativas legales, envían datos actualizados cada hora que reflejan la calidad del aire en sus respectivas zonas de influencia. Además de los contaminantes, también se mide la precipitación, temperatura, presión atmosférica, radiación solar, velocidad y dirección del viento, elementos cruciales para una evaluación precisa del estado ambiental de la ciudad.

El incremento de PM2.5 en la atmósfera de Bogotá ha llevado a las autoridades a emitir recomendaciones específicas para cuidar la salud de la población más vulnerable - crédito Sofía Toscano/Colprensa
El incremento de PM2.5 en la atmósfera de Bogotá ha llevado a las autoridades a emitir recomendaciones específicas para cuidar la salud de la población más vulnerable - crédito Sofía Toscano/Colprensa

Complementando la labor de la Rmcab, la administración utiliza el Sistema Integrado de Modelación de Calidad de Aire de Bogotá (Simcab), que permite prever la distribución y destino de los contaminantes atmosféricos en las próximas 48 horas. La herramienta integra el pronóstico de variables meteorológicas y los patrones típicos de emisiones de la ciudad, proporcionando una visión predictiva sobre el estado del aire en el corto plazo.

La Secretaría de Ambiente destacó que el monitoreo y modelación continúan siendo fundamentales para la gestión ambiental de una ciudad con tantos desafíos en términos de calidad del aire. Los datos recogidos sirven de base para tomar decisiones estratégicas y políticas públicas que busquen mitigar el impacto de los contaminantes.

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