Usme, una localidad en el sur de Bogotá, enfrenta serias dificultades de transporte por el paro de camioneros, pero vehículos particulares están cobrando entre $4.000 y $10.000 para movilizar a los ciudadanos afectados desde Usme Pueblo hasta el sector de la Y, de Yomasa.
Este servicio provisional ha sido la solución para que los residentes puedan llegar a sus lugares de trabajo, según lo ha informado el periodista Mauricio Collazos para RCN Radio.
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Usme Pueblo, una zona especialmente afectada durante este cuarto día del paro, ha visto como decenas de ciudadanos se han visto obligados a buscar alternativas de transporte ante la ausencia de los servicios regulares. Algunos taxistas y vehículos particulares han comenzado a ofrecer un servicio temporal para ayudar a la población.
Mauricio Collazos entrevistó al propietario de uno de estos vehículos particulares, que manifestó su preocupación por la situación y explicó que decidió colaborar para trasladar a las personas a puntos donde puedan acceder a otros medios de transporte.
“Estamos, la verdad, jodidos”, dijo Collazos, en referencia al impacto en la comunidad local, destacando que además de ofrecer un servicio necesario, se intenta mantener el compromiso con sus propios turnos laborales a pesar de las complicaciones actuales.
A medida que avanza el paro, los costos diarios están afectando a los ciudadanos. “Este cuarto día está saliendo caro para el bolsillo,” comentó otro conductor, quien destacó la necesidad imperante de seguir trasladando a las personas a pesar de las circunstancias adversas.
La situación en el sur de Bogotá se ha convertido en un reto tanto para los residentes como para quienes prestan estos servicios provisionales. Las afectaciones en Usme evidencian los efectos colaterales de un paro que se extiende y que pone a prueba la resiliencia de las comunidades locales.
Bloqueos de camioneros en Colombia generan millonarias pérdidas para las microempresas
La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) expresó su gran preocupación en un comunicado reciente, ya que los bloqueos de transportadores debido al aumento en el precio del Acpm han impulsado pérdidas económicas significativas para el sector de las Mipymes.
Según informó W Radio, estas interrupciones diarias en las vías del país resultan en una disminución considerable de la capacidad de exportación, calculada en alrededor de 300 millones de dólares diarios.
Hasta el momento no se ha podido alcanzar un acuerdo entre el gremio de los transportadores y el Gobierno Nacional para poner fin a las manifestaciones, lo cual sigue aumentando la incertidumbre y afectando de forma negativa la estabilidad del sector económico.
En su declaración, Acopi instó a una pronta normalización del flujo vial, subrayando que los persistentes bloqueos no sólo impactan directamente la economía, sino que también perjudican a la base de la cadena productiva nacional: las Mipymes.
El impacto de estos bloqueos se ha reflejado en un aumento en el precio de los productos básicos de la canasta familiar, debido a las dificultades en el transporte y suministro de mercancías. Esto no solo incrementa el coste para los consumidores, sino que también pone en riesgo la continuidad operativa y la viabilidad de muchas microempresas que dependen del transporte eficiente para sus actividades diarias.
En su comunicado, Acopi enfatizó la importancia crítica del transporte en la cadena de costos de las micro, pequeñas y medianas empresas. Detallaron que aproximadamente el 36% del costo logístico para este sector proviene del transporte, y el diésel es un insumo esencial para una amplia gama de industrias fundamentales en la economía nacional, incluyendo la producción industrial y la agricultura.
El aumento del precio del Acpm ha sido un detonante significativo de las protestas y bloqueos, revelando la fuerte dependencia del sector del transporte pesado del diésel. Este tipo de movilizaciones, mientras buscan hacerse eco de las necesidades del gremio, han terminado exacerbando una problemática que afecta transversalmente a diferentes sectores productivos en el país.
A medida que continúan las manifestaciones y la falta de consenso entre las partes involucradas, se mantiene un panorama de inestabilidad económica y preocupación en el sector empresarial, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas que constituyen la base económica y social del país.