Acpm, diésel, gasolina corriente y extra: en qué se diferencian y cuál se debe utilizar

En medio del paro camionero por el que pasa Colombia a causa del aumento de $1.904 que estableció el Gobierno de Gustavo Petro en el precio del galón de Acpm (diésel) y que lo dejó, en promedio a nivel nacional en en $11.360, surgieron varias dudas en los colombianos.

Una de ellas tiene que ver con el hecho de elegir el combustible adecuado para el vehículo, lo que es esencial para garantizar su rendimiento y longevidad. A nivel nacional, las estaciones de servicio ofrecen diésel, Acpm, gasolina corriente y gasolina extra, cada una con características específicas.

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La selección del combustible más adecuada debe considerar las recomendaciones del fabricante del vehículo y el tipo de motor.

El diésel es conocido por su alta densidad energética, siendo una opción predominante en vehículos de carga pesada y maquinaria agrícola, debido a su rendimiento superior por litro comparado con la gasolina. Los motores de diésel no requieren bujías, ya que la combustión se produce por la alta presión y temperatura dentro del motor. Esta característica le otorga una mayor eficiencia térmica y durabilidad, lo que es crucial para vehículos de trabajo intensivo.

En Colombia, se utiliza comúnmente el término Acpm (aceite combustible para motores) para referirse al diésel. Aunque la calidad del Acpm puede variar según la región, el país aplicó regulaciones más estrictas para mejorar la calidad del combustible y reducir el contenido de azufre, lo que contrarresta así las emisiones contaminantes.

La gasolina corriente es el combustible más utilizado, especialmente, en vehículos particulares y motocicletas. Teniendo un octanaje (capacidad antidetonante del combustible promedio) de 87, es adecuado para motores diseñados para compresión moderada. No obstante, los vehículos con motores de alta compresión pueden experimentar problemas de rendimiento si se usa gasolina corriente, debido a su tendencia a preencenderse.

Por otro lado, la gasolina extra posee un mayor octanaje (91 octanos en Colombia), lo que le permite resistir mejor las altas compresiones de los motores de alta exigencia, como los de vehículos deportivos o de lujo. Aunque su precio es considerablemente más alto, ofrece un mejor rendimiento en estos motores específicos. Sin embargo, su uso en vehículos que no lo requiere representa un gasto innecesario sin beneficios adicionales en el rendimiento.

Decidir entre diésel , Acpm, gasolina corriente o gasolina extra depende principalmente del tipo de vehículo y las especificaciones del fabricante. Para vehículos convencionales, la gasolina corriente suele ser suficiente. Los vehículos con motores de alta compresión o deportivos se benefician de la gasolina extra, mientras que el diésel es ideal para vehículos de carga y maquinaria.

Es esencial que los conductores revisen las recomendaciones del fabricante de sus vehículos para asegurar el mejor rendimiento y prolongar la vida útil del motor.

Recientemente, la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) dio a conocer resultados de la investigación denominada “Sector de combustibles líquidos en Colombia: evolución 2023 y perspectivas 2024-2033″. Esta resalta variaciones en el consumo y plantea futuras tendencias para el sector en la nación suramericana.

El reporte revela un ligero ascenso del 0,3% en el consumo de combustibles, alcanzando un total de 345.000 barriles diarios (aproximadamente 54.918 metros cúbicos diarios] en el último año. Dicho incremento estuvo liderado principalmente por el diésel y el Jet, con un aumento del 3% y 2% respectivamente, mientras que el consumo de gasolina corriente experimentó una disminución del 2,5%.

El vicepresidente de Estrategia y Asuntos Regulatorios de la ACP, Andrés Bitar, señaló que “el aumento del 48 % en el precio de la gasolina corriente, es decir, $4.850 por galón, desde octubre de 2022 a septiembre de 2023, influenció la caída en su consumo”.

Los ajustes en el precio de la gasolina corriente tuvieron como consecuencia que, por primera vez, Colombia dejara de subsidiar el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), lo que marcó un hito en la política energética del país.