Tiktoker compró todo lo que vendedores ambulantes le ofrecieran en una estación de Transmilenio: qué adquirió y cuánto le costó

En contados minutos, el hombre llegó a comprar hasta 10 artículos, yendo desde utensilios de cocina hasta ungüentos para el dolor

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En un único recorrido llegó
En un único recorrido llegó a comprar hasta 10 artículos - crédito El Cristian Gonzalez / Facebook

Los vendedores ambulantes se han vuelto parte del paisaje en los buses y estaciones de Transmilenio, así como los sermones y espectáculos con los que cerca de 20.000 personas se ganan la vida en la capital del país, según datos del Observatorio del Espacio Público.

Un fenómeno que el creador de contenido bogotano conocido en redes sociales como El Cristian González decidió experimentar en carne propia: “Vamos a comprar todo lo que nos ofrezcan en la estación de Transmilenio más grande de toda la ciudad (Ricaurte)”, con todo y que parecía un centro comercial por el volumen de comerciantes que se ubican en el paso subterráneo.

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Sus compras van desde ungüentos hasta utensilios de cocina - crédito El Cristian Gonzalez

Empezó comprando una melcocha a una mujer que en la entrada vendía dulces artesanales. Siguió con una balaca, en un puesto de accesorios para el cabello, y luego adquirió un soporte en uno de accesorios para celulares. Pero este era solo el inicio, pues más adelante El Cristian González se encontró con lo que parecía ser una fábrica de pines o prendedores, mercancía de la selección Colombia, cucharones de pasta, pomada para el dolor de articulaciones, gelatina de pata y empanada con gaseosa.

En el medio de la estación, incluso, el influencer encontró puestos bien constituidos y cajeros automáticos en los que pudo retirar más dinero para jugar el chance, en el puesto oficial de venta de loterías que se encontraba en la estación.

78.500 en 10 minutos: otro creador de contenido decidió hacer lo mismo en playas de Santa Marta

El Opita ha causado revuelo en las playas de Santa Marta con un inusual experimento social que llevó a cabo durante su visita a la capital del departamento del Magdalena. Este creador de contenido colombiano decidió adquirir todos los productos que le ofrecieran los vendedores ambulantes en un lapso de 10 minutos, desde las 11:20 a.m. hasta las 11:30 a.m. de su segundo día en la ciudad costera.

Los turistas, especialmente los extranjeros, pueden sentirse abrumados por la cantidad de vendedores ambulantes en la zona, quienes a veces incluso compiten entre sí por los clientes. En este contexto, El Opita quiso probar una muestra representativa de estos negocios, obteniendo una variedad de productos que incluyeron frituras, caramelos, collares, tintos, mariscos, churros, helados y hasta productos de tecnología.

Sus seguidores se mostraron sorprendidos con los precios, en redes sociales - crédito El Opita

En total, fueron 11 comerciantes quienes se acercaron a El Opita durante estos 10 minutos para venderle sus productos, acumulando un gasto total de $78.500 COP. Este monto, al cambio de enero de 2024, equivale aproximadamente a unos 20 dólares o 18,50 euros. Según sus seguidores, y a pesar de las quejas recurrentes sobre los precios en otras ciudades costeras, El Opita se mostró muy satisfecho con la experiencia de compra y con cada uno de los productos adquiridos, que fueron:

  • Collar: $13.000 COP.
  • Tinto: $1.000 COP.
  • Ostras: $3.000 COP.
  • Churros: $5.000 COP.
  • Foto con botarga de Mickey Mouse: $1.000 COP.
  • Bafle: $30.000 COP.
  • Helado: $4.000 COP.
  • Platanitos picantes: $5.000 COP.
  • Tinto: $1.000 COP.
  • Paleta de dulce: $500 COP.
  • Ceviche mixto: $15.000 COP.

Uno de las conclusiones de su experimento fue sobre la variedad de productos que se encuentran en las playas. El primero en llegar fue un comerciante de collares, seguido por dos vendedoras de tinto, dos de mariscos, uno de churros, otro de helados, otro de frituras, uno de caramelos y, sorprendentemente, uno de productos tecnológicos. El video de la actividad ha generado muchas visualizaciones y ha captado la atención por su impacto social y económico.

Algunos vendedores vendían el mismo
Algunos vendedores vendían el mismo producto, con tan solo unos minutos de diferencia - crédito El Opita / Facebook

Sin embargo, El Opita se mostró satisfecho antes sus seguidores, destacando la calidad de los productos adquiridos como el precio pagado en menos de un cuarto de hora. Aunque, varios insistieron que en otras ciudades turísticas los precios de productos similares suelen ser más altos, lo que levanta una reflexión sobre la economía y el costo de vida en distintas regiones del país.

“La gente debería ver este video y así darse cuenta que no en toda la costa se manejan precios altos”, “Grande, bien por el apoyo”, “¿Fueron 78.500 sin contar (alquilada por horas de) la carpa (...) Menos mal fueron solo 10 minutos”, “Que ganas de ir, muy económico todo”, “Santa Marta, como siempre, muy económica. Gracias, gente linda que no abusa de los turistas y cuida de las playas”, se lee en algunas de las reacciones a su publicación.

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