No son alentadoras las noticias que entregó el comandante del ELN Antonio García sobre el proceso de paz que adelanta con el Gobierno nacional, a pocos días de cumplirse dos meses desde que el presidente Gustavo Petro suspendió el cese al fuego con ese grupo armado y paralizó las mesas de diálogo.
En una columna de opinión publicada en la página del ELN, el líder del Ejército de Liberación Nacional se refirió al tenso momento que atraviesan los diálogos con el Ejecutivo, pues no fue aceptada su solicitud de retiro de la lista de Grupos Armados Organizados (Gao).
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Según García, uno de los principales problemas es que los gobiernos han mantenido un enfoque simplista: lograr la desmovilización y desarme rápido del grupo armado a cambio de promesas de reformas y respeto a los derechos humanos.
“El deseo, la intención u objetivo ha sido lograr la desmovilización, el desarme y reincorporación de los alzados en armas en poco tiempo, luego de unas reuniones escurridizas”, expuso.
De hecho, el comandante del grupo armado hizo un recuento de los intentos del Ejecutivo por entablar procesos de paz con el ELN que, en últimas, han terminado en fracaso. García recordó que durante el gobierno de Juan Manuel Santos, se avanzó hasta lograr un cese al fuego bilateral y temporal de 101 días, aunque el proceso enfrentó obstáculos.
“En el Gobierno de Santos se avanzó un tramo, pero luego de firmar la Agenda en marzo de 2016, antes de entrar a la fase pública, como era lo acordado, colocó condicionamientos, asuntos no acordados y quería obligar al ELN a cumplirlos”, señaló.
El periodo posterior, bajo el gobierno de Iván Duque, fue descrito por García como una etapa donde “se perdieron cuatro años y la oportunidad de avanzar”. Según el líder del ELN, el exmandatario no quiso darle continuidad al proceso, e incluso realizó varias operaciones militares basadas en inteligencia previa. “Duque ni siquiera quiso hacer el empalme respectivo [...] tenía preparadas varias operaciones militares contra el Comando Central”, relata.
En cuanto a la administración actual, liderada por Gustavo Petro, Antonio García señaló que, aunque inicialmente se retomó la agenda pactada, han surgido problemas como las dobles agendas y los límites temporales no acordados previamente.
“Desde luego que eso es lícito, pues ambas partes hacen cálculo estratégico y sus respectivos planes; pero otra cosa es que el Gobierno quiera montar su “agenda estratégica” en la Mesa y que el ritmo y camino del proceso esté definido por “imposiciones”, que son temas o asuntos que nunca se han pactado formalmente”, comentó.
Además, culpó al Gobierno de Gustavo Petro de imponer la desmovilización total del grupo armado para el 2025, a pesar de nunca ser consultado con la delegación del ELN que está en la mesa de diálogos. Antonio García también critica la falta de cumplimiento de ciertos acuerdos por parte del gobierno actual, como la no creación del Fondo Multidonante.
Según García, “Se comprometieron a construir el Fondo Multidonante, que convirtieron en un simple ofrecimiento”. Incluso, el comandante aseguró que, a pesar de los incumplimientos, el grupo armado optó por ceder y acogerse a un cese al fuego para no entorpecer el proceso de paz.
“Como el Gobierno no se movía, hicimos el gesto unilateral de suspender por tres meses dichas retenciones económicas. Eso fue concreto y se cumplió, pero la contraparte no movió un dedo para concretar el Fondo”, señaló García.
Para el líder guerrillero, un factor agravante es el “doble rasero” con el que se juzgan las acciones de ambos bandos. Mencionó que mientras los ataques del Gobierno son calificados como “exitosos bombardeos”, los del ELN son tildados de “masacres”.
En última instancia, Antonio García demandó que para avanzar en el proceso de paz, el Gobierno debe cumplir lo acordado hasta la fecha. “Se trata que el gobierno cumpla con lo acordado, simplemente es solicitar que la contraparte cumpla con lo que firmó en la Mesa”, dice García en su columna de opinión.
“Podría seguir con el rosario de hechos que desde antes ya venían aconteciendo, como ha sido la no retirada del ELN de la lista de los Gaos. Los gobiernos, y este no se escapa, siguen con la misma práctica y visión, a la guerrilla hay que desmovilizarla, y entre más barato nos resulte mejor. Lógico, quedarse en los simples ofrecimientos de papel resulta barato”, concluyó.