La ciudad de Quibdó se ha visto sacudida por un recrudecimiento de la violencia. Tres tiroteos dejaron un saldo de cuatro personas fallecidas y nueve heridas. Estos ataques se dieron entre el lunes 2 y martes de septiembre.
Las investigaciones apuntan a que esta ola de violencia es consecuencia de la lucha entre las bandas de Los Palmeños y Los Mexicanos, grupos que se mantienen mediante extorsiones a comerciantes, tráfico de estupefacientes y minería ilegal, según Semana. Las diferencias entre ambos grupos, que habían permanecido en paz relativa durante varios meses, resurgieron con la intervención del Clan del Golfo.
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La inteligencia policial sostiene que Los Palmeños han establecido una alianza con el Clan del Golfo, utilizando sus recursos para financiar su expansión y someter a los Mexicanos. Esta alianza ha precipitado los enfrentamientos recientes, con reportes de ataques coordinados entre las fuerzas de seguridad y el Clan del Golfo.
En la confrontación, barrios como Los Guadales, San Vicente, Alfonso López, Suba 1, Suba 2, Obapo, Uribe, El Caraño, Buenos Aires parte alta, Monserrate, Reposo 1, 2 y 3, Las Brisas y Calle Quibdó fueron blanco de acciones violentas. Las madres de los jóvenes asesinados se han manifestado, clamando por justicia y el cese de la violencia, según el medio citado.
Un comunicado firmado por Los Mexicanos, validado por agencias del Ministerio Público, denuncia una supuesta alianza entre la fuerza pública y el Clan del Golfo para acosar a bandas locales como los Lokos Yam y los RPS. Alegan que estos operativos policiales vienen seguidos de incursiones paramilitares, resguardados bajo la excusa de mantener el orden, aunque hasta ahora no han presentado pruebas concretas.
El coronel Óscar Aguilar, comandante encargado de la Policía Nacional en Chocó, en una entrevista con Semana, desmintió estas acusaciones, afirmando que la institución no favorece a ninguna estructura criminal en particular y persigue a todos los actores ilegales por igual. “Estamos tratando de mejorar la situación, de individualizar a estos actores criminales que afectan duramente a Quibdó y que generan una percepción muy negativa de la seguridad”, aseguró.
Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, reveló que el Clan del Golfo ha decidido “apoderarse de Quibdó” usando métodos de terror y violencia. Según sus declaraciones, esta sería la primera ocasión en la que un grupo armado ilegal toma posesión de la capital de un departamento.
El comisionado denunció que este grupo criminal ha llevado a cabo una serie de atrocidades en Quibdó, incluyendo asesinatos y amenazas, con el objetivo de desplazar a otras bandas criminales y narcotraficantes que operan en la región. Patiño detalló que, además, las organizaciones delictivas han empleado técnicas de intimidación, como el “ametrallamiento” y la coacción directa a mujeres que no tienen vínculos con estos grupos.
Las acciones del Clan del Golfo no son aisladas. En la última década, dicho grupo ha expandido su influencia a 24 de los 32 departamentos del país, lo que destaca la magnitud de su crecimiento y poder en territorio colombiano. Quibdó, al ser estratégico por su localización, ha sido un objetivo particular en esta expansión.
Patiño subrayó que las mujeres han sido especialmente víctimas en este conflicto. Según su información, muchas han sido condenadas públicamente, obligándolas a abandonar la ciudad bajo amenaza de muerte. Añadió que estas advertencias son publicadas en las páginas de internet del grupo criminal, incrementando la ansiedad y el terror entre la población afectada.
Capturado cabecilla del Clan del Golfo
En un operativo realizado el domingo 1 de septiembre en La Guajira, las autoridades colombianas lograron la recaptura de un importante cabecilla del Clan del Golfo, quien había sido liberado en 2018.
El individuo, cuya identidad no ha sido divulgada por razones de seguridad, había quedado en libertad hace seis años debido a errores en el procedimiento judicial, anunció el medio citado. Estos inconvenientes legales permitieron que el cabecilla del grupo criminal continuara con sus actividades ilícitas, lo que había producido una creciente preocupación entre las autoridades y la sociedad.
El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es la organización criminal más grande y peligrosa del país. Se dedican principalmente al tráfico de drogas y han sido responsables de numerosos actos de violencia y extorsión en varias regiones, especialmente en Antioquia y la costa atlántica.