Como parte de los resultados en contra de organizaciones criminales por delitos como extorsión y homicidio que presentó el Gaula de la Policía Nacional la mañana del martes 3 de septiembre de 2024, se pudo desmantelar una red criminal que le cobraba vacunas a los trabajadores informales del famoso Graffitour, en Medellín (Antioquia), para dejarlos trabajar.
Las autoridades, que lograron la detención de 16 personas, aseguraron que este grupo delincuencia común era reconocido en el mundo del hampa como Los Independencias.
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De acuerdo con los detalles que se conocieron luego del operativo de allanamiento y detención de los bandidos, las pesquisas arrojaron que realizaban “exigencias económicas a los guías turísticos y turistas que visitan el sector de las escaleras eléctricas y las independencias de la comuna 13″.
Pero estas cuotas extorsivas a los vendedores ambulantes del Graffitour no era la única actividad delictiva a la que se dedicaban estas 16 personas, debido a que también se detalló que la empresa criminal obtenía parte de sus ingresos a través de la venta de estupefacientes a los visitantes y la comunidad en general en este punto, uno de los más turísticos de la capital antioqueña.
Sumado a todo lo anterior, el Gaula de la Policía informó que “esta estructura delincuencial manejaba unos ingresos del cobro producto de las extorsiones y venta de estupefacientes por valor de $50.000.000 semanales”.
Por último, los 16 integrantes de la banda quedaron a disposición de la Fiscalía General de la Nación, y deberán responder por los delitos de secuestro extorsivo agravado, concierto para delinquir agravado, extorsión, desplazamiento forzado, porte ilegal de armas de fuego y tráfico de estupefacientes.
Esta acción ofensiva en contra de la delincuencia por parte de las autoridades, hace parte de la Operación Odín, cuyos resultados se presentaron la mañana del martes 3 de septiembre, y con lo cual el Gaula, el Ejército y la Fiscalía General de la Nación, dieron un golpe importante a las organizaciones delincuenciales dedicadas al secuestro y la extorsión en Bogotá, Cali, Cartagena y los departamentos de Atlántico, Bolívar, Antioquia, Chocó, Quindío, Tolima, Valle del Cauca, Nariño, Meta, Santander, Norte de Santander y Guajira.
En total fueron impactadas 14 grupos delincuenciales en todo el país, y se registraron 49 allanamientos y se produjo la incautación de 384 elementos “utilizados para cometer sus actos delictivos”, divididos en: 16 armas de fuego, 261 cartuchos de diferentes calibres, 8 proveedores, 2 granadas, 2 vehículos, 8 motocicletas y 87 celulares.
Otro de los resultados que dejó la Operación Odín
La Policía Metropolitana de Barranquilla, en colaboración con el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) y la Fiscalía General de la Nación, culminó una exhaustiva operación de seis meses con la captura de 16 presuntos integrantes de las organizaciones criminales Los Costeños y Los Rastrojos Costeños.
Estas bandas habían sembrado el terror entre comerciantes y transportadores de Barranquilla, así como en los municipios vecinos de Soledad y Malambo, mediante prácticas de extorsión.
Según la Policía, se logró reunir un significativo cuerpo de pruebas que facilitó la creación de un detallado organigrama de las estructuras delictivas, en particular del grupo conocido como Los Costeños de Muletas, liderado por Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor. Alias Castor es identificado como el principal cabecilla de Los Costeños.
El modus operandi de estas bandas consistía en intimidar a sus víctimas mediante una combinación de panfletos, mensajes de texto, audios y, en algunos casos, atentados directos. Los sectores comerciales y de transporte, así como prestamistas y empresarios, eran obligados a pagar sumas que llegaban hasta los cincuenta millones de pesos.
El comunicado oficial de la Policía Metropolitana de Barranquilla especifica que entre las localidades del suroccidente de Barranquilla afectadas por estos grupos se encuentran La Pradera, El Pueblito, Los Olivos en todas sus etapas, y Caribe Verde. En estas zonas, diez de los presuntos delincuentes desempeñaban roles clave para mantener las finanzas de las organizaciones mediante el cobro de extorsiones.