En las últimas semanas, la Radio Televisión Nacional de Colombia (Rtvc) ha sido el escenario de una creciente ola de renuncias que revela un panorama inquietante sobre el aparente acoso laboral en esta entidad pública. Los recientes acontecimientos han sacado a la luz un patrón preocupante de presunta intimidación y presión sobre aquellos que se atreven a denunciar comportamientos inapropiados.
Todo comenzó cuando una denuncia por acoso laboral fue presentada contra Hollman Morris, un conocido personaje en el ámbito mediático y político colombiano. De acuerdo con Los Secretos de D’arcy Quinn, de La FM, la denuncia sobre un ambiente de trabajo tóxico y potencialmente peligroso desencadenó en una serie de eventos que han puesto en tela de juicio la ética y la administración interna de Rtvc.
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Inmediatamente después de que la denuncia fue formalizada, una carta de apoyo a Hollman Morris habría comenzado a circular entre los empleados de Rtvc. Según la denuncia, los empleados, temiendo represalias y la pérdida de sus empleos, se vieron forzados a firmar la carta para proteger sus posiciones.
Incluso el personal de limpieza no habría escapado de esta dinámica, pues, en medio de un ambiente hostil, también se vio presuntamente obligado a firmar el documento.
Marta Selene Cardozo, coordinadora de gestión en Rtvc, ha jugado un papel clave en la revelación de estas prácticas. Su carta, que exigía la no represalia, subrayó la seriedad de la situación y expuso las condiciones adversas que enfrentan los empleados. A pesar de sus intentos por proteger a los reclamantes, Cardozo también ha enfrentado una presión significativa, según su denuncia.
Fuentes internas sugieren que Cardozo está considerando presentar su renuncia debido al asedio que ha sufrido por parte de Morris y sus aliados cercanos. Esta posible renuncia pone en evidencia la dificultad que enfrentan aquellos que buscan hacer valer los derechos laborales en un entorno donde el poder y la influencia parecen tener más peso que la ética y la justicia.
El clima de intimidación en Rtvc no solo afecta la seguridad laboral, también tiene serias repercusiones para la salud mental y emocional de los empleados. El temor constante a represalias generan un ambiente de trabajo tóxico que puede llevar a consecuencias graves, incluyendo el estrés crónico y la ansiedad.
Mientras las renuncias se acumulan y la situación en RTVC se vuelve cada vez más crítica, según Los Secretos de D’arcy Quinn, de La FM Hollman Morris parece estar utilizando su influencia para reforzar su posición; está organizando un “ejército digital y mediático” en apoyo al gobierno del presidente Gustavo Petro. Esta estrategia podría estar diseñada para desviar la atención de las acusaciones en su contra y consolidar su poder dentro de la esfera pública.
La situación plantea preguntas fundamentales sobre el papel de los medios de comunicación y las instituciones públicas en la protección de los derechos laborales. Si bien Rtvc es una entidad destinada a servir al público y promover la transparencia, el actual escándalo sugiere una profunda desconexión entre sus principios declarados y sus prácticas internas.
El caso de Rtvc ilustra un conflicto complejo entre el poder, la ética y la justicia en el ámbito laboral. A medida que las renuncias se multiplican y el miedo se apodera de los empleados, es esencial que se realicen investigaciones imparciales y se implementen reformas para garantizar que todos los trabajadores puedan ejercer sus derechos sin temor a represalias.
La integridad y la justicia en el lugar de trabajo deben ser prioridades innegociables para cualquier institución que aspire a ser respetada y a cumplir con sus responsabilidades hacia sus empleados y el público.