Ubican campamento clandestino de migrantes irregulares en la selva del Darién en la frontera entre Colombia y Panamá

Las autoridades desmantelaron un campamento con más de 55 chozas utilizado para favorecer la migración ilegal

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Desmantelan campamento clandestino en la selva de Darién en la frontera entre Colombia y Panamá - crédito Carlos Lemos/EFE
Desmantelan campamento clandestino en la selva de Darién en la frontera entre Colombia y Panamá - crédito Carlos Lemos/EFE

En una operación conjunta llamada ‘Arcángel Miguel’, unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) panameño desmantelaron el sábado 31 de agosto un campamento ilegal en la selva del Darién, la peligrosa frontera entre Colombia y Panamá.

El campamento, integrado por más de 55 chozas, se encontraba en la comarca indígena Emberá y ofrecía víveres y servicios de manera ilegal a los migrantes irregulares que atraviesan la zona en su ruta hacia Norteamérica.

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Unidades del Senafront panameño desmantelaron un campamento clandestino en la selva de Darién - crédito Carlos Lemos/EFE
Unidades del Senafront panameño desmantelaron un campamento clandestino en la selva de Darién - crédito Carlos Lemos/EFE

El hallazgo fue llevado a cabo con la participación de aproximadamente 150 agentes del Senafront. El campamento, situado fuera de la ruta migratoria habitual, estaba equipado con botes, plantas eléctricas, neveras y tecnología avanzada para internet, según informaron las autoridades.

Durante la operación, ejecutada en colaboración con el Ministerio Público y el Ministerio de Ambiente de Panamá, se decomisaron “siete antenas satelitales Starlink, tecnología que se presume era utilizada para facilitar actividades ilícitas en la región”, expresó un comunicado del Senafront.

Las autoridades afirmaron que este campamento “es producto de la explotación de las economías ilícitas circulares que lucran del sufrimiento y desesperación de los migrantes que son guiados por coyotes hasta este punto desde las costas del caribe”.

La entidad añadió que en estos sitios proliferan “actividades delincuenciales conexas como prostitución, venta de drogas y extorsión. Promovidas y en vinculación con grupos criminales como el Clan del Golfo”.

El campamento ilegal se encontraba en la comarca indígena Emberá - crédito Fernando Vergara/ AP Foto
El campamento ilegal se encontraba en la comarca indígena Emberá - crédito Fernando Vergara/ AP Foto

Jorge Gobea, director del Servicio Nacional de Protección Civil (Sinaproc), declaró a la agencia EFE: “Este tipo de actividades es la réplica de lo que hace el Clan del Golfo en Colombia. En estos campamentos, la economía ilegal se presta para que ellos pongan los precios, las actividades, lo que van a hacer (los migrantes), cuándo se mueven y cuándo no; es lo que vemos aquí y para eso estamos aquí”. Además, Gobea recordó que hace aproximadamente un mes fueron localizados otros 30 campamentos improvisados en otra zona indígena de Darién, los cuales “fueron destruidos en ese momento”.

Un habitante local defendió las actividades comerciales realizadas en el campamento, afirmando que la información proporcionada por el Senafront es “exagerada” y que no explotaban a los migrantes.

Al llegar a Panamá, se conoce que los migrantes son atendidos en estaciones migratorias donde reciben atención sanitaria y alimentación, y se les toman datos biométricos, permitiendo a las autoridades llevar estadísticas de cruces y detectar posibles criminales.

Ante los migrantes irregulares, el Gobierno panameño adoptó medidas preventivas como cercar trochas en la selva para canalizar el flujo migratorio e implementó un plan conjunto con Estados Unidos para la repatriación de aquellos que cruzan la selva.

El campamento clandestino poseía tecnología avanzada como antenas satelitales y estaba conformado por 55 chozas - crédito Ministerio de Defensa de Colombia
El campamento clandestino poseía tecnología avanzada como antenas satelitales y estaba conformado por 55 chozas - crédito Ministerio de Defensa de Colombia

El Senafront recordó a la población de migrantes irregulares que “el único corredor humanitario autorizado para ingresar a Darién es el que conecta Cañas Blancas con Bajo Chiquito”. El campamento clandestino estaba ubicado entre los ríos Tacartí y Membrillo, en el sector conocido como Dos Bocas, fuera de la ruta humanitaria autorizada.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, entre enero y agosto de 2023 cruzaron la selva del Darién 324.204 personas, mientras que en el mismo periodo de este año lo hicieron 236.621, que representaría una disminución de más de 85.000 personas, “esto equivale a una variación del 27 por ciento”.

“Son personas que nosotros no hemos tenido que ir a rescatar o brindarles auxilio humanitario, que es la responsabilidad del Estado, y que somos los únicos que hacemos aquí”, añadió el director del Servicio Nacional de Protección Civil (Sinaproc) Jorge Gobea para el medio citado.

Además, a finales del mes de agosto de 2024, la entidad Migración Colombia reportó que recibió un vuelo en el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín (Antioquia) con 28 colombianos que fueron deportados desde Panamá. Estos ciudadanos cruzaron de manera ilegal la zona del tapón del Darién, una zona selvática entre la frontera de Colombia y Panamá, en búsqueda de llegar a Norteamérica.

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