El Gobierno nacional en cabeza del presidente Gustavo Petro no ha descansado en su misión de reavivar los años dorados del transporte férreo en Colombia, a pesar de que tuvo que renunciar a la idea de construir un tren elevado que conectara Buenaventura con Barranquilla, una promesa hecha en campaña.
Sin embargo, aunque el ambicioso proyecto, que incluía un tren elevado, tuvo que desecharse por completo, el Gobierno nacional siguió trabajando en el proyecto del ferrocarril del Pacífico, pero esta vez conectando a Buenaventura con el centro del país y de ahí partir a la costa Caribe.
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Según documentos obtenidos por la revista Cambio, el proyecto incluye la restauración de tramos de vía existentes, específicamente los más de 400 kilómetros entre Buenaventura y el norte del Valle del Cauca. De hecho, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) han estado trabajando desde diciembre de 2022 en los estudios de prefactibilidad de la ruta del nuevo ferrocarril.
Tres alternativas de trazado fueron evaluadas, finalmente optando por la ruta que atraviesa el departamento del Tolima, tocando parte de Quindío hasta llegar al Corredor Férreo Central. Sin embargo, aunque los estudios de prefactibilidad marcaron una ruta, la realización de la vía férrea requerirá de la construcción de dos nuevos túneles, uno de ellos, sobre una construcción que duró paralizada durante décadas: La línea.
Según los estudios obtenidos por la revista, la construcción de estos túneles responde a la necesidad de acelerar los trayectos ferroviarios y mejorar la seguridad del transporte de carga. El túnel que atravesaría los departamentos de Tolima y Quindío tendría que hacerse justo por debajo de la estructura que hoy conecta a los municipios de Ibagué y Armenia, lo que ha generado dudas sobre el tiempo que tardaría su construcción, teniendo en cuenta que la primera estructura tardó cerca de 100 años en hacerse realidad.
“Es importante precisar que los parámetros de diseño establecidos para el proyecto exigen buscar trazados que permitan un transporte ferroviario moderno, competitivo, confiable y seguro, con altos estándares ambientales que minimicen los potenciales impactos tanto sociales, como ambientales en superficie. Por otra parte, como cualquier otro proyecto de gran magnitud, los túneles pueden representar un reto. Sin embargo, existen experiencias exitosas tanto en Colombia como a nivel internacional”, señaló una fuente enterada del proyecto a Cambio.
Sin embargo, la ANI ya avaló el proyecto y ha anunciado que seguirán las recomendaciones de la Alternativa 2: Buenaventura-Zarzal-Ibagué-Alvarado-La Dorada. Pero el proyecto enfrenta otros desafíos logísticos y medioambientales.
La ANI ha identificado la necesidad de 15 estudios ambientales para diferentes segmentos del trayecto, gestionados por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). Cada uno de estos segmentos deberá recibir una evaluación específica para determinar las mejores alternativas de diseño que minimicen los impactos sociales y ambientales.
Aunque este proyecto de revitalización y expansión del Ferrocarril del Pacífico es ambicioso, hay retos de tiempo y recursos. La fase de prefactibilidad, que se esperaba completarse en marzo de 2023, ahora tiene como fecha límite diciembre de 2024. Posteriormente, el proyecto necesitará avanzar a una segunda fase de estudios más detallados para determinar su factibilidad completa.
La ANI ha expresado que, aunque la demarcación del proyecto en múltiples segmentos puede alargar la fase inicial, podría en realidad acelerar la implementación al anticipar los estudios ambientales, facilitando la concesión del proyecto. Expertos afirman que los trámites ambientales adelantados podrían permitir que el concesionario que se adjudique el proyecto lo ejecute sin demoras prolongadas.
Pero, dado el cronograma actual, se anticipa que el presidente Petro podría no ver la finalización del proyecto durante su mandato. No obstante, podría llegar a adjudicar y lanzar la licitación del proyecto, sentando las bases para que su sucesor inicie la construcción física del nuevo ferrocarril del Pacífico.