Se reportan bloqueos en la vía que comunica a Santander con la costa Atlántica: hay protestas de los camioneros

La movilidad en el centro del país es compleja. Ante los más recientes anuncios del Gobierno nacional sobre el alza del ACPM, decenas de camioneros decidieron bloquear una de las vías más importantes en el territorio nacional.

Y es que desde tempranas horas de la mañana del domingo 1 de septiembre, los transportadores se instalaron en el anillo vial de Girón, Santander, bloqueando el flujo de vehículos que se dirigen hacia la costa Atlántica.

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Son miles los carros que han quedado represados en ambos sentidos del tramo vial; sin embargo, los camioneros no han dado muestras a de retomar sus actividades e incluso han sostenido numerosas pancartas con mensajes en contra del Gobierno nacional.

Por otra parte, otro grupo de transportadores se instaló sobre la estación de servicio Vijagual, ubicada en la vía que comunica a Bucaramanga con San Alberto, así como en el tramo vial que conecta los municipios de El Socorro con Oiba.

Así las cosas, las manifestaciones son una muestra más del descontento que existe en el gremio de transportadores ante las medidas que ha adoptado el Gobierno de Gustavo Petro en el tema de los combustibles.

De hecho, tales protestas se han prolongado desde el pasado viernes 30 de agosto de 2024, cuando los transportadores bloquearon la vía entre Bucaramanga y Barrancabermeja, generando complicaciones de igual forma para quienes se movilizaban hacia la costa Atlántica.

A partir del sábado 31 de agosto de 2024, el precio del diésel aumentó en $1.904 en todo el territorio nacional, elevando el promedio del combustible a $11.360 por galón. Tal situación, además de presuntamente haber generado un aumento del 10% del consumo del combustible en todo el país, generó múltiples reacciones en diferentes sectores.

De hecho, el mismo presidente de la República, Gustavo Petro, salió a justificar el ajuste tarifario, recalcando en que el movimiento era necesario para alcanzar la paridad internacional del precio del combustible, similar a las alzas graduales implementadas en la gasolina.

“No podemos mantener el diésel congelado porque la deuda que se genera afecta es a los más pobres que dejan de tener recursos presupuestales para calmar el hambre y educarse”, fueron las palabras del mandatario.

El jefe de Estado colombiano aprovechó la polémica para criticar al uribismo, indicando que existe una “enorme influencia uribista en las directivas de las grandes empresas de camioneros” y acusándolos de agitar a los transportadores para que se detengan en las carreteras y busquen desestabilizar el Gobierno, con la intención de emular el golpe de Estado sufrido por Salvador Allende en Chile.

Agregó que “los pobres no pueden ser sacrificados” como, según él, hizo el expresidente Duque con la gasolina.

“Sé de la enorme influencia uribista de las directivas de las grandes empresas camioneras y de su deseo desde el primer día de mi Gobierno de parar las carreteras y buscar lo que hicieron con Allende, pero los pobres no pueden ser sacrificados como hizo Duque con la gasolina”, dijo Petro en su publicación.

Es importante resaltar que el aumento en el precio del diésel es el primero de al menos tres futuros incrementos, que totalizarán $6.000 adicionales y llevarán el precio del combustible utilizado por el transporte de carga a una paridad con el precio internacional.

Expertos en economía han explicado que la medida tiene como objetivo principal reducir el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), un déficit que alcanzó los $100,3 billones en 2023. Esta salida se presenta como una vía para equilibrar las cuentas del sistema, habida cuenta de los serios desbalances financieros causados por el déficit acumulado.

El aumento del precio del diésel cuenta con diversos fundamentos. En primer lugar, desde una perspectiva de equidad fiscal, se busca subsanar la inequidad generada al congelar el precio, mientras los precios internacionales del petróleo continuaban elevándose. El actual precio del combustible está considerado como un subsidio ineficiente que no refleja la realidad económica del mercado global.

Por otro lado, la sostenibilidad del FEPC es una razón vital y central para este ajuste. El mantenimiento del fondo sin abordar el déficit creciente podría resultar en desbalances aún mayores en el futuro. El Ministerio de Hacienda considera este incremento como crucial para cerrar la brecha financiera del fondo.