Luego de hacerle el quite a la censura con la publicación, con una editorial independiente de su libro ‘La Costa Nostra’, con el que se devela la influencia del Clan Char, sus cuestionadas alianzas y carrera política llena de controversias, la destacada periodista Laura Ardila tuvo que irse del país por amenazas y varios hechos de intimidación directa, según reveló en una entrevista con Patricia Cotelo Bertaiola de la agencia española de noticias EFE.
“Me sentía muy indefensa, absolutamente incapaz de seguir adelante con mi oficio, vivía encerrada en mi apartamento”, contó desde España, a donde llegó exiliada recientemente, tras el éxito en ventas de su obra, que agotó en tiempo récord sus primeras dos ediciones, luego de que Planeta se negara a publicarla.
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En su diálogo Ardila, con 20 años de trayectoria en el periodismo, indicó que eran constantes las amenazas y que incluso fue víctima de un hurto, que terminó siendo “la gota que derramó el vaso” sobre esa persecución de la que estaba siendo víctima.
Aunque el Estado le asignó dos escoltas y una camioneta, manifestó que “nadie puede ejercer el periodismo de manera libre de esta forma”.
En 2015, la abordaron en la calle tres hombres armados que le robaron la libreta de apuntes y, además de intimidaciones y bullying en redes sociales, le llegaron dos mensajes que sí le causaron miedo.
“Decían que me declaraban persona no grata en la ciudad donde yo vivía [Barranquilla] y otro decía que a mí no me salvaba ni Dios”, recuerda.
Sin embargo, por su detallado seguimiento a los Char, donde se detalló con precisión como estos ‘barones electorales’ controlan la política, los negocios e incluso el fútbol en la capital de Atlántico, las intimidaciones se incrementaron.
Tras una investigación de medios colombianos dedicados a la verificación, se supo que las cuentas desde donde Ardila recibía amenazas –contó la periodista– eran cuentas “cercanas” a la familia Char y a su entorno político y económico.
Tras el robo de su libreta, la periodista pidió un estudio de su situación a la Unidad Nacional de Protección (UNP), dependiente del Ministerio del Interior, que le respondió que no corría ningún riesgo.
“Yo nunca sentí que el Estado colombiano efectivamente –al menos en mi caso– ejerciera una protección”, opinó.
Pero a raíz de las amenazas tras la publicación de su libro, un nuevo estudio de la UNP arrojó que su nivel de riesgo era “extraordinario” y, en marzo de 2024, le asignaron dos escoltas, que tuvo hasta antes de su llegada a España este mes de agosto.
Según la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) de Colombia, en lo que va de 2024 hubo 214 violaciones a la libertad de prensa ejercidas sobre periodistas, a la vez que se registraron 135 amenazas, 31 casos de acoso judicial y dos asesinatos.
El año 2023 se cerró con 243 violaciones a la libertad de prensa sobre periodistas, de las cuales 39,5 % fueron agresiones virtuales.
“Yo no concibo estar exiliada”
En el país europeo, la periodista se integrará al programa ‘Elche, Espacios Seguros para la Libertad de Prensa’, un acuerdo entre Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la Universidad Miguel Hernández, por lo que estará allí durante nueve meses.
Además, hará un máster, dará conferencias y charlas con entidades civiles y para el público en general.
Respecto a si su llegada a España significa un exilio, Ardila es tajante: “Yo no concibo estar exiliada”, pero matiza: “A lo mejor es algo que me digo a mí misma para no sentirme tan mal porque me estoy alejando muchísimo de mi país”.
No obstante, sostiene que su sueño es ejercer el periodismo en su país, aunque cree que, en este momento, su única opción era abandonar Colombia.
“Es una etapa compleja en la que me vi obligada a salir. A salir para respirar, a salir para poder estar en la calle sin preocuparme y sin estar con angustia”, manifiesta.
Ardila afirma que, actualmente, en América Latina “la libertad de expresión es un valor muy golpeado por muchísimos gobiernos autoritarios y autoritaristas”, por lo que los periodistas “no solo somos necesarios, sino que somos más necesarios que nunca”, resalta.