En su visita al sector de Las Crucecitas en el municipio de Valdivia, el gobernador de Antioquia Andrés Julián Rendón pidió a la ciudadanía colaborar con la fuerza pública y ser sus ojos y oídos en todos los rincones del departamento. Este llamado surge luego de los recientes actos de violencia llevados a cabo por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en los cuales fueron incinerados cuatro vehículos.
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Rendón denunció los ataques terroristas ocurridos en las últimas horas y recalcó que la situación actual es similar a la violencia que vivió la región hace dos décadas. “Bandidos disfrazándose de rebeldes pero detrás de la captura de rentas criminales”, afirmó el gobernador, dejando claro que la fuerza pública debe “respirarle en la yugular a los bandidos”.
El gobernador consideró crítico enfrentar directamente a los grupos delincuenciales. Solicitó a la población que patrulle las calles junto a las autoridades para devolver la tranquilidad a la comunidad.
Rendón también expresó su rechazo y tristeza por los recientes eventos que afectaron a los ciudadanos, quienes fueron los más perjudicados por los actos de violencia ocurridos la noche anterior. “Qué tristeza esto, gente de bien, su único medio de vida, y estos bandidos vienen a afectarlos”, lamentó el mandatario de los antioqueños.
Los ataques recientes forman parte de un patrón creciente de violencia en la región, donde las acciones de grupos como el ELN buscan controlar territorios y recursos mediante la intimidación y la violencia, afectando a las comunidades locales y su economía.
En otro evento relacionado, tuvo lugar un debate entre el gobernador Rendón y el presidente Gustavo Petro, donde se discutieron las estrategias y políticas a implementar para mejorar la seguridad en el departamento de Antioquia. Ambos coincidieron en la necesidad de actuar de manera coordinada y enérgica para restablecer el orden y la paz en la región.
La situación en Valdivia es solo la punta del iceberg de una problemática más amplia que afecta a todo Antioquia y otras regiones del país. Según varios informes, la incidencia de ataques terroristas y actividades delictivas por parte de guerrillas y grupos armados sigue en aumento, planteando desafíos significativos para las autoridades y la población civil.
La seguridad en Antioquia
La presencia de grupos armados ilegales en gran parte del departamento y los retos financieros de varios municipios agravan la situación de seguridad en Antioquia, según un informe reciente del Departamento Administrativo de Planeación de Antioquia. La crisis fiscal y los limitados recursos dificultan la respuesta efectiva a la inseguridad en la región.
El informe del departamento muestra que el 43% de los homicidios registrados se concentran en 10 municipios, y el 55% de estos ocurren en áreas rurales. La mayoría de las víctimas tienen entre 18 y 45 años y los crímenes suelen involucrar armas de fuego. Estos desafíos se ven complicados aún más por crisis financieras que afectan la capacidad de las autoridades locales para implementar soluciones efectivas.
Entre los municipios más afectados se destacan Toledo, Montebello y Turbo. Toledo lleva más de cuatro años sin cumplir con los indicadores financieros requeridos por la ley, mientras que Montebello enfrenta problemas financieros similares. Turbo, a pesar de su potencial turístico y de convertirse en un epicentro portuario, no ha superado su crisis fiscal en los últimos cinco años. Incluso en la subregión de Urabá, municipios como Murindó y Necoclí no cumplen con los mínimos gastos de funcionamiento exigidos por la ley.
A esta situación se suma la creciente presencia de grupos armados ilegales como el Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y el ELN. El Clan del Golfo ha expandido rápidamente su influencia y ahora está presente en más del 50% de los municipios de Antioquia. Las subregiones del Nordeste, el Norte y el Bajo Cauca son las más disputadas por estos grupos, lo que incrementa los niveles de violencia y inseguridad.
La seguridad y el orden público en Antioquia son temas que requieren atención continua y esfuerzos coordinados para abordar tanto los retos financieros de los municipios como la lucha contra la presencia de grupos armados ilegales.