Un hombre, que presuntamente es un armero del Clan del Golfo en el Norte de Antioquia, fue detenido por el Ejército Nacional durante tras intensificarse las operaciones militares en la región.
Según las autoridades, entre los objetos que le fueron incautados al capturado se encontraron numerosas piezas de armas de fuego, que se sospecha iban a ser utilizadas por la organización criminal.
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La información detallada por Blu Radio indicó que el Ejército encontró en posesión del detenido municiones calibre 9 mm, seis cerrojos de armas largas, tres tapas cubiertas, varillas guía, aseguradores de guardamanos y un martillo percutor, entre otros elementos.
Además, se le incautaron dos motocicletas que aparentemente eran utilizadas en sus actividades ilícitas. Según el informe preliminar, el aprehendido es considerado un miembro relevante de la subestructura Julio César Vargas del Clan del Golfo.
La captura se llevó a cabo en el corregimiento de Puerto Valdivia, una zona que recientemente ha sido escenario de varios episodios de violencia. Menos de un día antes, el área fue impactada por la quema de cuatro vehículos a manos del ELN, lo que generó pánico entre los habitantes y requirió la intervención urgente de las Fuerzas Militares.
Ante estos sucesos, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, hizo un llamado a las autoridades para que intensifiquen los patrullajes en las rutas del departamento con el objetivo de prevenir más actos de violencia que alteren el orden público.
La Décima Primera Brigada del Ejército Nacional fue la encargada de llevar a cabo la operación que resultó en la detención del armero.
Desmantelan red de corrupción en el Batallón de Cartago: capturan a cuatro militares
El Batallón de Cartago, en Valle del Cauca, fue el epicentro de una investigación que culminó en la mañana del 27 de agosto con la captura de un oficial y tres suboficiales del Ejército Nacional de Colombia. Este operativo, coordinado entre la Fiscalía General de la Nación y uniformados de contrainteligencia del Ejército, reveló una presunta red de corrupción en la administración y suministro de combustible en dicha unidad militar.
Según información proporcionada por la Fiscalía General de la Nación, las capturas ocurrieron en diferentes localidades del país: Florencia (Caquetá), Montería (Córdoba), Chiquinquirá (Boyacá) y Santa Rosa del Sur (Bolívar). Los detenidos enfrentan cargos graves, entre ellos falsedad ideológica en documento público, peculado por apropiación, falsedad en documento privado y abuso de funciones públicas.
La investigación, que duró dos años, desenmascaró un esquema de desvío de dinero mediante la falsificación de reportes de combustible. Estos uniformados reportaban cantidades menores de combustible de las que realmente se suministraban, desviando así una parte del presupuesto asignado a la unidad. Gracias a una vigilancia exhaustiva y la colaboración entre diversas entidades, se detectaron las irregularidades que llevaron a estas detenciones.
El Ejército Nacional expresó su compromiso de apoyar las investigaciones penales necesarias. Además, se anticipa la apertura de procesos internos para identificar y sancionar cualquier otra conducta ilícita. La institución enfatizó su disposición a colaborar plenamente con las autoridades judiciales para esclarecer los hechos y prevenir futuros actos de corrupción.
Más de 13.000 integrantes de grupos armados capturados
En 2023, las operaciones del Ejército de Colombia lograron la captura de más de 13.600 integrantes de grupos armados ilegales y la incautación de importantes cantidades de drogas.
Durante el año, las fuerzas militares incautaron 84 toneladas de cocaína, 109 toneladas de marihuana y 25 toneladas de pasta base de coca, en una serie de operativos destinados a combatir el narcotráfico y la violencia generada por estos grupos. Además, el Ejército destruyó 2.180 artefactos explosivos a lo largo del país, reduciendo considerablemente las amenazas a la seguridad de la población.
La alta cantidad de capturados y los logros en términos de incautaciones y desactivación de explosivos reflejan un año de intenso trabajo por parte del Ejército colombiano. Este esfuerzo también incluyó la confiscación de 404 armas largas en posesión de estos grupos, afectando gravemente su capacidad operativa.