Llegar a los 50 años de edad puede ser un momento fundamental para el bienestar a largo plazo. Es una edad donde la salud se vuelve más que una prioridad, ya que en este período el cuerpo experimenta cambios significativos.
En esta etapa, puede parecer tarde para abandonar hábitos dañinos y es común que las personas se aferren a patrones con los que han convivido toda la vida.
Sin embargo, incluso en este momento de la vida, es posible realizar algunos cambios que logren prolongar la salud y mejoren la calidad de vida.
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Es clave introducir nuevos cambios en las rutinas diarias que impacten de manera significativa la salud, sin importar cuánto las personas estén tan ‘pegadas’ a esas costumbres.
La doctora Gowri Reddy Rocco, experta en longevidad y fundadora de Optimum Wellness and Longevity Inc., recomienda un cambio clave que se puede realizar y que es muy importante para evitar ciertas afecciones.
La especialista afirma que la alimentación es fundamental para iniciar con los cambios y que va relacionada estrechamente con la expectativa de vida. Afirma que si a los 50 años se busca mejorar la calidad de vida, es esencial eliminar el azúcar de la dieta diaria.
“La ingesta excesiva de azúcar es uno de los peores hábitos para lograr la longevidad, ya que causa altos niveles de inflamación que deprimen nuestra salud integral”, reveló la experta.
Además, indica que las dietas con un alto contenido de azúcar son aquellas que están basadas en alimentos ultraprocesados y que pueden deteriorar el tiempo y calidad de vida.
“Investigaciones demostraron que los altos niveles de azúcar nutren a las células cancerígenas, provocando que estas crezcan. Esto tiene efectos negativos como el mayor riesgo a padecer Alzheimer, enfermedades cardíacas, presión alta y obesidad”, comentó.
La médica asegura que bajar el consumo de azúcar en la dieta tiene un impacto significativo en la salud y puede aumentar la expectativa de vida hasta 10 años.
Rocco resalta que, aunque a veces se cree que reducir estos hábitos a esa edad es insignificante, no lo es, ya que de todas formas puede tener un impacto positivo. “El cuerpo tiene una capacidad asombrosa de sanar y regenerarse. Reducir al azúcar puede mejorar nuestra salud y procurar la longevidad”.
La doctora también destaca la importancia de planificar con anticipación y tener alternativas saludables a la mano para satisfacer los antojos sin comprometer la salud en general.
Si una persona tiene antojo de consumir algo de dulce, la experta sugiere que se mantengan siempre opciones saludables en la nevera. Además, aconsejó establecer metas realistas; “si resulta abrumador eliminar por completo el azúcar, se puede empezar bajando su consumo de manera gradual, lo que hace el cambio más manejable y sostenible a largo plazo”, concluye.
Consejos para reducir el consumo de azúcar
- Reducir gradualmente: si está acostumbrado a consumir grandes cantidades de azúcar, hacer una reducción gradual puede ser más efectivo y menos abrumador que intentar eliminarlo por completo de una sola vez.
- Leer etiquetas: muchas veces, los productos envasados contienen azúcares ocultos bajo diferentes nombres (como saracosa, jarabe de maíz alto en fructosa, glucosa, etc.). Se recomienda, leer las etiquetas siempre para identificar y evitar azúcares añadidos.
- Elegir opciones naturales: optar por frutas frescas en lugar de jugos de frutas o juego de fruta endulzados. Las frutas contienen fibra y nutrientes esenciales que ayudan a mitigar el impacto del azúcar.
- Reducir el azúcar en bebidas: limitar el consumo de bebidas azucaradas como bebidas energéticas, soda y jugos. Optar por infusiones sin azúcar, agua, o agua con limón.
- Preparar comidas en casa: cocinar en la casa permite controlar los ingredientes y evitar los azúcares añadidos que a menudo están presentes en alimentos procesados o comidas a domicilio.
- Sustitutos saludables: si necesita endulzar sus alimentos, hay que considerar alternativas más saludables como la stevia, que tiene menos impacto en los niveles de azúcar en sangre.