William Lozano es el médico que a finales de agosto de 2024 lanzó una alerta urgente que resonó en redes sociales, en la que aseguró que pudo haber salvado a Javier Acosta de la bacteria que lo atacó y que lo llevó finalmente a tomar la decisión de someterse a la eutanasia.
El hincha de Millonarios decidió someterse a este procedimiento debido a una enfermedad debilitante que fue afectando todo su cuerpo. Acosta tenía programado recibir la eutanasia el viernes 30 de agosto a las 12 del mediodía, según lo expresado por él mismo en algunas publicaciones en sus redes sociales.
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El joven bogotano llevaba cinco años sufriendo una dolorosa infección denominada osteomielitis, una complicación médica severa que surgió tras un accidente de tránsito ocurrido en Tuluá cuando tenía 9 años, dejándolo en una silla de ruedas. Tras múltiples tratamientos médicos fallidos y el presunto contagio de una peligrosa bacteria mientras disfrutaba en una piscina en el municipio de Melgar, Tolima, a esto se le sumó el posterior empeoramiento de su condición de salud. Por esa razón, Javier Acosta decidió recurrir a la eutanasia como último recurso para poner fin a su padecimiento.
Fue así como el jueves 29 de agosto, el doctor William Lozano, a través de un video publicado en redes sociales, aseguró que, basándose en su experiencia en el campo médico —donde ayudó en la recuperación de 87 pacientes de una infección bacteriana llamada cándida—, y considerando que, según él, también afectó a Acosta, podría tener en sus manos la salud del hincha del cuadro embajador.
El galeno transmitió su convicción de que todavía existía esperanza para el joven bogotano y que su tratamiento podría haber sido efectivo para revertir su deterioro físico.
En el video, Lozano explicó que supo del caso de Acosta a través de un paciente que le pidió ayuda desesperadamente para salvarlo. Esta persona lo contactó a las 2:00 de la mañana, solicitando que interviniera para sanar a Acosta. En su mensaje, el doctor Lozano proporcionó sus números de teléfono y pidió a cualquier persona que tuviera información de contacto de la familia de Acosta que se lo hiciera saber con urgencia.
Sin embargo, Infobae Colombia intentó comunicarse con el médico a través de los dos números telefónicos que él suministró en su publicación y por medio de mensajes por WhatsApp, pero no se obtuvo respuesta de quien aseguró podría ayudar al seguidor de Millonarios.
El desarrollo esta noticia captó la atención de la comunidad digital, donde los mensajes de apoyo y esperanza se mezclaron con la presión del tiempo infranqueable de la eutanasia que estaba programada. La familia de Acosta enfrenta ahora una decisión crítica: confiar en un nuevo tratamiento de última hora ofrecido por el doctor Lozano o proceder con la eutanasia previamente acordada.
En la publicación, Lozano se muestra totalmente convencido de su capacidad para ayudar a Acosta. Dice desde su lugar de trabajo en Santa Isabel, un barrio ubicado en un sector céntrico de Bogotá, anunciando que necesitaba comunicarse con el joven o su familia para discutir esta potencial última oportunidad haber revertido el trágico destino del seguidor de azul.
Mientras tanto, en redes sociales, el caso generó considerable simpatía y respuestas. Diversas publicaciones reflejaron la esperanza de que este tratamiento pudo ser la clave para una mejoría inesperada. Los usuarios de plataformas como TikTok y otras redes sociales compartieron el mensaje de Lozano, con la esperanza de que llegara a la familia de Acosta antes del desenlace final.
Este caso también abrió un debate sobre el uso de tratamientos experimentales en situaciones extremas, con personas opinando sobre si vale la pena arriesgarse en escenarios donde las opciones se han agotado.
La historia de Javier Acosta y William Lozano ilustró la complejidad y la emotividad involucradas en las decisiones médicas críticas, y cómo incluso en los momentos más oscuros, puede surgir un rayo de esperanza de los lugares más inesperados.