Colombia se encuentra en una región geológicamente activa debido a la interacción de varias placas tectónicas. Las principales placas que influyen en la geología del país son la placa Sudamericana, la placa de Nazca y la placa del Caribe.
La placa Sudamericana, que cubre gran parte de Sudamérica, se encuentra en constante movimiento hacia el oeste, lo que genera una convergencia con la placa de Nazca, ubicada en el océano Pacífico.
Esta colisión entre las placas de Nazca y Sudamericana ha dado lugar a la formación de la cordillera de los Andes y es responsable de la alta actividad sísmica en Colombia.
Además, la placa del Caribe, situada al norte del país, también interactúa con la placa Sudamericana, contribuyendo a la complejidad tectónica de la región.
Estas interacciones tectónicas no solo son responsables de los frecuentes sismos que afectan al país, sino también de la presencia de volcanes activos, como el Nevado del Ruiz y el Volcán Galeras.
La convergencia de estas placas tectónicas hace que Colombia sea una zona de alto riesgo sísmico, lo que ha llevado a la implementación de medidas de prevención y preparación ante desastres naturales.
En Colombia, país ubicado en una zona sísmica activa, es fundamental conocer los sitios más seguros en el hogar en caso de un sismo de gran magnitud. La prevención puede salvar vidas.
El primer lugar recomendado es debajo de muebles robustos, como mesas sólidas o escritorios, que puedan proteger de objetos que caigan. Si no hay un mueble de este tipo, es aconsejable situarse junto a una pared interna y alejarse de ventanas, espejos y objetos que puedan romperse o caer. Las esquinas interiores de las habitaciones suelen ser más seguras que las exteriores.
Otra opción es ubicarse en el “triángulo de la vida”, un espacio creado junto a objetos grandes que, al colapsar, puedan dejar un vacío protector. Sin embargo, esta técnica ha sido debatida y no es universalmente recomendada por todos los expertos.
Es crucial evitar ubicarse en escaleras, ascensores y balcones, que son estructuras vulnerables durante un sismo. También se deben identificar las zonas seguras en cada espacio del hogar y preparar un plan de evacuación en caso de que sea necesario abandonar el edificio.
Finalmente, es esencial tener un kit de emergencia a mano, con suministros básicos para sobrevivir las primeras horas tras un sismo de gran magnitud.
Colombia, ubicada en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, experimenta frecuentes movimientos telúricos, por lo que para medir su intensidad y comprender sus características, la Red Sismológica Nacional de Colombia, dependiente del Servicio Geológico Colombiano (SGC), utiliza principalmente dos escalas: la escala de magnitud y la escala de intensidad.
La escala de magnitud, representada en la mayoría de los casos por la escala de Richter, mide la energía liberada en el hipocentro del sismo. Se expresa en números arábigos y es una escala logarítmica, lo que significa que cada punto de aumento representa una liberación de energía diez veces mayor. Un sismo de magnitud 6 libera diez veces más energía que uno de magnitud 5, y cien veces más que uno de magnitud 4.
La escala de intensidad, generalmente la escala Mercalli modificada, evalúa los efectos del sismo en la superficie terrestre. Se expresa en números romanos y describe cómo lo perciben las personas y los daños que causa en las estructuras. Un mismo sismo puede tener diferentes intensidades en distintos lugares, dependiendo de la distancia al epicentro, el tipo de suelo y la vulnerabilidad de las edificaciones.
La Red Sismológica Nacional de Colombia cuenta con una amplia red de estaciones sismológicas ubicadas estratégicamente en todo el territorio nacional. Estos equipos registran las ondas sísmicas y envían la información en tiempo real al centro de análisis en Bogotá, donde expertos determinan la magnitud, el epicentro, la profundidad y otros parámetros del evento sísmico.
Colombia, con su extensa costa en el Pacífico y el Caribe, no está exenta a la amenaza de tsunamis. Estos eventos, generados por sismos o erupciones volcánicas submarinas, pueden azotar las costas con olas gigantescas, representando un riesgo real para las comunidades costeras.
La prevención y la respuesta rápida son cruciales para mitigar los riesgos. Si vives o visitas zonas costeras en Colombia, es vital familiarizarse con las medidas de seguridad y estar preparados ante la eventualidad de un tsunami.
Conociendo el terreno:
Ante una alerta de tsunami:
El país ha vivido un año muy movido por cuenta del alto número de sismos que ha registrado el Servicio Geológico Colombiano en 2023. Y es que, en el transcurso del jueves 17 de agosto, varios temblores ocasionaron una serie complicaciones en la infraestructura de algunas edificaciones y a su vez costó la vida de una persona.
Lo que no debe hacer en caso de un sismo:
1. No correr hacia salidas: El movimiento brusco puede causar más daño. Se recomienda mantener la calma y buscar refugio bajo una estructura sólida.
2. No quedarse cerca de ventanas: las ventanas pueden ser peligrosas durante un sismo, ya que pueden romperse y provocar heridas.
3. No usar elevadores: pueden quedar atrapados o colapsar durante un temblor.
4. No salir a la calle inmediatamente: los escombros pueden caer, es más seguro esperar en un lugar protegido hasta que pase el peligro.
5. No entrar en pánico: mantener la calma permite tomar medidas más seguras.
6. No apoyarse en objetos inestables: los muebles, por ejemplo, pueden volcarse durante un temblor, causando lesiones.
7. No utilizar cerillas ni encendedores: pueden existir fugas de gas tras un sismo. Es recomendable usar linternas en vez de encendedores o velas.
8. No ignorar las alarmas sísmicas: las alertas tempranas pueden salvar vidas.
9. No propagar rumores: la información errónea puede causar pánico y confusión.
10. No obstaculizar vías de escape: bloquear salidas con escombros o vehículos puede poner en peligro la evacuación. Mantener rutas despejadas es fundamental.
Sismo en Venezuela se sintió en el Norte del país
¿Existe relación entre las altas temperaturas y los sismos en Colombia?
En enero de 2024, en Colombia se presentó un aumento considerable en la actividad sísmica de acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano (SGC). El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) relacionó este fenómeno a un episodio de altas temperaturas asociado con el Fenómeno del Niño. Este evento climático es conocido por alterar los patrones meteorológicos que en algunos momentos implica que se den muchas lluvias y precipitaciones.
Sin embargo, durante los primeros días de enero de 2024, las temperaturas alcanzaron hasta los 21 a 22 grados Celsius, cifra considerable para algunas zonas del país, acompañadas de más de 11 horas de luz solar diarias y tan solo tres días de lluvias en dicho periodo. Este comportamiento inusual en el clima ha generado preocupación y un llamado a la acción por parte de las autoridades meteorológicas.
Por parte del propio Servicio Geológico Colombiano han dado esta respuesta y está consignada en sus consultas habituales: “Hasta ahora no existe evidencia científica que respalde esa creencia. Los sismos son el resultado de la dinámica en el interior de la Tierra, un fenómeno que ocurre en el subsuelo. El calor, por otro lado, es una sensación térmica generada por las dinámicas atmosféricas.”.
En la jornada nocturna del martes 27 de agosto de 2024 se presentó un fuerte temblor en el territorio nacional, con una magnitud de 4,8 y, aunque su epicentro fue en Zapatoca (Santander), se sintió con fuerza en otras regiones.
¿Por qué es importante establecer un punto de encuentro en caso de temblores?