Javier Acosta compartió una experiencia cercana a la muerte: “Tan pronto me ponen la careta, se despliega mi alma”

No es la primera vez que el joven bogotano se enfrenta a la muerte, incluso, estuvo, según su relato, cerca de pasar una luz blanca en la que escuchó la voz de su abuela muerta

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Javier Acosta describió una sensación de separación de su alma durante su hospitalización tras un accidente en moto - crédito Redes sociales/Facebook
Javier Acosta describió una sensación de separación de su alma durante su hospitalización tras un accidente en moto - crédito Redes sociales/Facebook

El anuncio de Javier Acosta de 36 años de someterse a la eutanasia voluntaria el viernes 30 de agosto de 2024, ha generado gran repercusión en diversos medios, dado que la decisión proviene de su complejo estado de salud, una condición que ha enfrentado con valentía en los últimos años.

Pero, Acosta compartió en una entrevista con el programa El cartel de La Mega, que ha vivido experiencias previas con la muerte, pues un grave accidente de motocicleta que casi le cuesta la vida.

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En sus propias palabras, relató: “Cuando llego al peaje, pongo mi direccional por donde van las motos, y un bus me atropella. Siento el impacto por detrás, mi moto sigue andando, pero mi cuerpo sale disparado y choco contra el bus de adelante. El casco que yo tenía se rompe en dos y caigo”.

El impacto fue tan brutal que Acosta quedó tendido en la carretera y sin poder moverse: “Yo no pierdo el conocimiento, mi reacción inmediata, en medio del golpe fue levantarme a recoger la moto, cuando yo me voy a levantar, el mismo bus que me atropella, pasa por encima mío. Mi reacción fue pararme, pero sentí el cuerpo muy caliente, demasiado caliente, lo único que podía mover eran mis ojos, todas las reacciones que mi cerebro mandaba a mis manos y piernas las recibía la parte de mis ojos y mi frente, no era más y tampoco sentía dolores”.

Javier Acosta señaló que en ese instante crucial, su única preocupación era su familia: “Lo que más hacía adentro de mí era orarle a Dios y pedir ver a mi mamá y a mi hija”, confesó en la entrevista con Daniel Tres Palacios. Luego, cuando fue recogido por una ambulancia, intentó comunicarse con las personas que lo habían ayudado, pero no pudo, por lo que fue trasladado a un centro médico cercano.

Javier Acosta relató cómo sintió una voz que identificó como la de su abuela fallecida que lo llamaba hacia una luz blanca de la que salía una mano - crédito Javier Acosta PK/Facebook
Javier Acosta relató cómo sintió una voz que identificó como la de su abuela fallecida que lo llamaba hacia una luz blanca de la que salía una mano - crédito Javier Acosta PK/Facebook

“Cuando llego al centro médico y abro los ojos, porque yo en ese instante tuve un microsueño y no recuerdo nada, despierto y estoy en una habitación totalmente blanca y la que me está acompañando es la mamá de mi hija que fue a ese partido, pero nosotros no cruzábamos palabras, y lo único que me dice antes de salir de la habitación es: ‘No se le olvide que Valentina nos está esperando’ y sale”.

El problema fue que por su estado de salud no podía ser atendido en dicho lugar, por lo que lo trasladaron al Hospital San Juan de Dios de Armenia: “Me tapan con una sábana blanca para trasladarme y ese camino fue largo y lo único que podía mover era mis ojos, yo no sentía nada y pensaba en mi moto” y agregó que durante el traslado experimentó una especie de visiones y sentimientos profundos: “En ese viaje comienzo a tener muy presentes a todos mis familiares, tíos, primos, abuelos”, relató sobre su estado mental en esos momentos críticos.

La situación se tornó aún más intensa cuando llegó al hospital y perdió el conocimiento, por lo que, según relató, vio su cuerpo en una camilla tras ingresar a la sala de operaciones: “Cuando yo abro los y miro una luz blanca grande, veo muchas sombras y una de esas se me acerca y me pone una careta en la cara, antes de que me la colocara, en ese momento, como pude moví mis brazos y me quito la camiseta que yo llevaba porque la iban a romper para hacerme la cirugía, yo me la quito y se la entregó a la mamá de mi hija y tan pronto me ponen la careta se despliega mi alma, yo me veo ahí y que había 9 médicos y mi acompañante y estaba de pie y vestido con mi pantalón, mi camiseta, mi gorra, pero el que estaba acostado era yo también”.

Daniel Trespalacios es director del programa El cartel en el que habla de temas paranormales - crédito dani3palacios/Instagram
Daniel Trespalacios es director del programa El cartel en el que habla de temas paranormales - crédito dani3palacios/Instagram

En ese momento, sin saberlo, Javier Acosta vivió un momento único que lo llevó por un viaje a través de su vida hasta llegar a una luz blanca de la que salió una mano y escuchó una voz que lo llamaba, según él, era la voz de una de sus abuelas que había fallecido.

“Yo me hablaba a mí mismo y veía cómo estaba. Cuando comenzaron a realizarme el procedimiento comienzo a verme, pero ya no en la camilla, comencé a ver una luz blanca, entonces comienzo a escuchar mi nombre y cada vez que yo escuchaba mi nombre en la voz de una mujer estaba más cerca de esa luz blanca, yo digo, pienso, que tal vez era una de mis dos abuelas que son los únicos seres que he perdido”.

Sobre ese momento, Acosta agregó que: “Cuando yo voy llegando a esa luz y estoy tan cerca de tocar la mano, porque sale una mano como para cogerme, en ese momento siento un jalonazo hacia atrás y despierto en la camisa y el médico me tiene de la cara, me dice ‘Javier reacciones, lo perdemos’. No me habían podido hacer nada porque había fallecido en ese momento, no podían hacerme un procedimiento porque no daba señal de vida el cuerpo y me estaban reanimando, cuando yo despierto es que me están haciendo reanimación”.

En cuanto a su experiencia paranormal, Javier Acosta concluyó reconociendo que experiencias como estas le han llevado a valorar más a su familia: “Después de todo lo que me ha pasado, uno ve las cosas con un propósito y es mi hija y mi familia, que es con lo que uno en realidad cuenta”, reflexionó.

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