Frank Martínez habló de cómo la depresión le obligó a replantear su vida: “Yo quiero que el buen momento me lleve hasta viejito”

Frank Martínez se labró una reputación en el circuito de la comedia colombiana gracias a sus rutinas en las que toma como punto de partida la cotidianidad para elaborar sus remates. Desde su aparición en Los comediantes de la noche del Canal RCN se transformó en una figura muy apreciada por los televidentes, algo que se mantuvo con la aparición de Monólogos sin propina, en Telemedellín, proyecto en el que comparte protagonismo con Chicho Arias y Adrián Parada y con el que hacen giras ocasionalmente.

El Flaco, como también es conocido, se hizo todavía más popular gracias a su participación en MasterChef Celebrity en 2021, demostrando su destreza en la cocina y ganándose el cariño del público por su personalidad carismática y su sentido del humor. En esa edición Frank llegó a la gran final en la que la vencedora fue la actriz Carla Giraldo.

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A partir de entonces su popularidad se incrementó y le permitió desarrollar nuevas rutinas en los años siguientes, pero tuvo que pagar un precio por ello. Así lo dio a conocer el comediante paisa durante su paso por Claro Oscuro, el espacio digital de entrevistas de El Espectador. Allí habló abiertamente de sus problemas con la depresión, mismos que se hicieron más pronunciados por el aumento en su popularidad tras su paso por Masterchef Celebrity.

“No comía en las horas adecuadas, no hacía ejercicio y me dediqué a aprovechar el momento, el boom. Fue bueno para muchas cosas, pero me afectó mucho la salud en otras”, expresó, revelando que era depresivo diagnosticado. En la charla, Frank reveló que en octubre de 2022 sufrió una crisis severa durante una de sus funciones.

“Me dio un ataque de pánico en plena función. 2.700 personas en un teatro en Medellín y ese fue como un campanazo para decir ‘¿qué me está pasando?’ (...) puede que yo esté viviendo mi mejor momento, pero tengo que saberme cuidar. Porque yo quiero que el buen momento me lleve hasta viejito y no que por el acelere de las cosas me mate a los 40″, expresó el comediante.

Martínez contó que esa experiencia le sirvió para pasar más tiempo con su familia, viajar y, en general, buscar hacer cosas que le permitieran tomar distancia de la comedia. “Ya saco más tiempo para mi, paso más tiempo con mis papás, cada cierto tiempo hago un viajecito… cosas que me distraigan la cabeza. No todo el tiempo estoy pensando en comedia o en chistes, porque ya se vuelve uno como obsesivo, analizando todo y anotando cosas en el celular, a ver si algo funciona”.

Para cerrar el tema, Frank dejó en claro que ahora puede lidiar mejor con sus crisis por la experiencia. “Si bien uno no tiene la solución o la medicina, soy muy consciente que le tiraba muy duro al cuerpo cuando estaba mal. Bebía exagerado… es un autoflagelo sabiendo que uno mismo se tiene que cuidar. Ahora soy más consciente que si no tengo la solución, por lo menos sé lo que me hace daño”, dijo.

Aunque el comediante recalcó que en su profesión “uno puede tocar todos los temas” y que va en cada uno lidiar con las posibles controversias y repercusiones que este pueda generar desde el texto que se presenta al público en las rutinas, admitió durante la entrevista que hay un tema en particular que no le causa gracia.

“Yo no lo disfruto y no me hace reír, y respeto a todos los colegas que lo hacen, pero cuando hablan de los venezolanos, no”, afirmó, razonando que “en cualquier momento se puede voltear la torta en la comedia. En otra época éramos nosotros”, reflexionó. Martínez señaló que a menudo esa clase de chistes son “un ataque al vulnerable, al débil, y en la comedia generalmente por lo general está mejor visto cuando se la monta al poderoso. Pero al débil es muy fácil cogerlo entre todos, pues”.