El Museo de la Policía fue destacado como uno de los principales sitios turísticos en América Latina gracias a su capacidad para crear conciencia, en especial entre los más jóvenes, según declaró el teniente Luis Mendieta, director del museo.
Este museo, ubicado en el centro de Bogotá, es frecuentado principalmente por estudiantes de colegios públicos y turistas extranjeros, que buscan comprender la historia y el papel de la policía en Colombia.
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De acuerdo con el oficial Mendieta, el museo de la Policía Nacional ocupa el puesto número 11 en un importante listado que clasifica museos policiales en América Latina, lo que subraya su relevancia en la región.
La institución no solo ofrece una visión completa de la evolución histórica de la Policía Nacional colombiana, sino que también sirve para acercar a los ciudadanos y fomentar una cultura de seguridad y cooperación comunitaria.
“El museo de la Policía está catalogado como uno de los once mejores lugares turísticos, mejor calificados por cada uno de nuestros usuarios”, dijo el teniente Luis Mendieta director del museo de la Policía durante entrevista con City Noticias.
Dentro de sus instalaciones, que abarcan 4.500 metros cuadrados, el museo alberga 34 salas de exhibición. Estas salas están dedicadas a narrar la historia de Colombia y la trayectoria de su cuerpo policial, consolidándose como un patrimonio educativo y cultural que impacta de manera significativa a sus visitantes.
El teniente Mendieta explicó que el museo está diseñado para mostrar de manera didáctica los hitos y transformaciones de la Policía Nacional, lo que facilita la comprensión para los jóvenes. De hecho, uno de los principales objetivos del museo es concienciar a los niños y jóvenes sobre el valor de las instituciones de seguridad y su importancia en la vida cotidiana y futura de la sociedad colombiana.
El reconocimiento del museo también destaca por la variada oferta de actividades educativas que se llevan a cabo en sus instalaciones. Estas actividades incluyen recorridos guiados que explican diversos aspectos históricos y operativos de la policía, así como talleres y programas interactivos destinados a fomentar valores de respeto y responsabilidad entre los más pequeños.
Para el teniente Luis Mendieta es fundamental que la comunidad conozca y aprecie el trabajo que realiza la Policía Nacional en pro de la seguridad y el bienestar de todos los habitantes del país. “Invitamos a todos para que visiten y aprovechen la oportunidad de conocer este museo histórico. Es un lugar imperdible donde podrán recorrer sus 34 salas, siempre mostrando la historia de Colombia y de nuestra Policía Nacional una institución patrimonio de los colombianos y concientizando a todos los niños y jóvenes y a todas las personas que nos visitan”, comentó Mendieta.
El museo aparece bien posicionado no solo por la riqueza de sus exhibiciones, sino también por su impacto social, sobre todo en la educación de las nuevas generaciones. Este reconocimiento reafirma su papel como un espacio crucial para la historia y la creación de conciencia ciudadana.
Además del valor educativo, el museo resalta la labor de la Policía Nacional en la seguridad y apoyo comunitario, subrayando cómo estas prácticas benefician a toda la sociedad colombiana. La amplia gama de recursos didácticos y actividades ofrecidas fortalece su posición como un lugar de alta relevancia cultural y educativa.
Historia del Museo de la Policía Nacional
El museo se encuentra ubicado en uno de los 5 palacios que hay en Bogotá el cual fue declarado monumento nacional en el decreto 2390 del 26 de septiembre de 1984. Este lugar cuenta en su estructura con 5 pisos que fueron diseñados por el arquitecto Alberto Manrique Martín, con un estilo francés republicano. En esta época era considerada “una de las construcciones más bellas y monumentales” de la capital colombiana, según se publicó en la página oficial del museo.
El lugar cuenta con una de las salas de armas más grande de toda Latinoamérica en la que se pueden encontrar desde elementos pertenecientes a la Segunda Guerra Mundial y también un mirador en el que se puede observar gran parte del centro histórico de Bogotá.
Este es solo un abrebocas para que nacionales y extranjeros visiten el museo y se sumerjan en la historia que encierra dentro de su arquitectura.